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La visita a la ciudadela inca de Machu Picchu, la principal joya del turismo peruano, se convirtió en un drama para cerca de dos mil turistas que se quedaron sin poder regresar a Cusco, debido a las torrenciales lluvias que soporta la región y ocasionaron aludes que cortaron la vía férrea que une esa ciudad y Aguas Calientes, en al menos cuatro puntos.

Entre los 1.954 visitantes varados registrados el lunes -la gran mayoría de los cuales permanece aún en el pueblo de Aguas Calientes- se encuentran 47 uruguayos que esperan ser evacuados o que se restablezcan las comunicaciones, según confirmaron hoy desde la Cancillería a Radio Carve.

"Esta es una época de lluvia. Nosotros lo sabíamos, pero este año es mucho peor, hay mucha más lluvia", contó a El País la uruguaya Virginia Bellon, que llegó a Machu Picchu el domingo de mañana y tenía pensado partir por la tarde, pero aún está atrapada en Aguas Calientes.

El embajador de Uruguay en Perú, Juan José Arteaga, indicó que todos los turistas uruguayos están bien y se mostró optimista respecto a una pronta evacuación, aunque no descartó que se mantengan los problemas climáticos. "Felizmente, es toda gente joven. Pero están intranquilos, molestos", afirmó.

"Desde el primer momento nuestra Embajada en Perú, como es su deber, se ha interesado por la suerte de los jóvenes uruguayos. Se mantiene en contacto con la Cancillería peruano, con el Ministerio de Turismo y Comercio para saber la situación", expresó Carlos Flanagan, director de Asuntos Consulares y Vinculación de Cancillería.

De todas maneras, el jerarca relativízó la gravedad de la situación, calificándola como de "incómoda", pero no de peligro de vida. "Se le está dando la cobertura y la atención que la situación merece, pero muchas veces en el afán de la información, y en el imaginario de la gente se sobredimensionan las situaciones", expresó el funcionario.

Al menos siete personas han muerto hasta el momento a causa de las inundaciones y los derrumbes de tierras, entre ellas una joven argentina que dormía en su carpa en el famoso Camino del Inca que lleva a Machu Picchu. También murió un guía turístico peruano.

Alojamiento - Los turistas duermen o acampan donde pueden: vagones de trenes, plazas o incluso en la municipalidad.

Dinero - Todo aumentó desde el inicio de la lluvia: un hotel pasó de US$ 7 a US$ 24 y no hay dinero en los cajeros.

Evacuación - Delegados de los distintos países acordaron con el alcalde de Machu Picchu que se hará por orden de edad.

Ayudas - El gobierno peruano otorgó arroz y agua a los dos mil turistas varados, pero los alimentos comienzan a faltar en Aguas Calientes.