MATÍAS CASTRO
Detrás de las fotos y videos que habitualmente vemos hay un mundo que no es demasiado conocido. O más bien, hay un negocio menos conocido. Las fotos y videos a los que se hace referencia son los de sociales en eventos con celebridades y famosos y los negocios en cuestión son los que quedan en manos de productores, organizadores de fiestas y relacionistas públicos. Es que, en general, nadie cuestiona una foto en la que aparece un actor de cine invitado a la gala de estreno de una película en la que no participa. Nadie se pregunta por qué está ahí, o por qué Paris Hilton está en cuanta fiesta privada se organiza. Y esto no es una cuestión que ocurre solo en Estados Unidos y en Europa, sino que en el Río de la Plata también se pueden ver fiestas organizadas por marcas comerciales, en las que aparecen actores, modelos y conductores conocidos.
Organizar eventos musicales, fiestas o lo que sea es una forma habitual de promoción que realizan algunas marcas. Las marcas de ropa o de joyería suelen vestir y adornar a algunas figuras para que luzcan sus creaciones en público (el Oscar es una de las mayores pasarelas para esto). Como forma de atraer prensa y lograr cierta repercusión, no es raro que se invite a gente más o menos conocida, dependiendo de la marca, del dinero invertido, del momento y del lugar. Lo mismo ocurre en el mundo del cine, y de ahí es que se hacen algunas de las fotos que suelen aparecer en esta página.
El negocio no es solo cuestión promocional, sino también de dinero contante y sonante. Dentro de poco, por ejemplo, figuras de la música y de la televisión como Rihanna, Beyoncé y las gemelas Olsen cobrarán entre 60 mil y cien mil dólares por asistir a algunos de los desfiles de la Semana de la Moda de Nueva York. Claro que si las vemos en la tele no dirán que cobraron para ir, sino que son fanáticas de tal o cual diseñador o que son sus íntimas amigas. De alguna manera es parte del trabajo y de los beneficios también, del mundo del espectáculo.