Más de 30 personas murieron en la ciudad de Talca, que está practicamente en el suelo, la mayoría en el caso viejo de la ciudad, ubicada 240 kilómetros al sur de Santiago.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, esperaba llegar al lugar, uno de los más afectados por el terremoto de 8,8 grados de magnitud en la escala de Richter.
El director del diario El Centro, de Talca, Antonio Faundes, reportó a ANSA que muchos muertos están bajo los escombros y algunos fueron llevados a la morgue local.
El edificio de la intendencia (gobernación), que es un monumento histórico, está inhabitable, y las autoridades debieron constituirse en la plaza de armas de la ciudad.
"Es un desastre de marca mayor, nunca visto aquí", añadió Faundes.
El sector de neonatología del Hospital de Talca es el que tuvo mayores problemas y los recien nacidos fueron trasladados al centro de tratamiento terapéutico.
Por lo menos dos parroquias católicas están dañadas, pues sufrieron daños graves, en tanto en la cárcel se cayó un muro y hubo un incendio. (ANSA).