En el acto realizado en la Escuela Nacional de Policía, el nuevo ministro del Interior, Eduardo Bonomi, se plantó firme y recordó los cuestionamientos hacia su persona en época de elecciones. Afirmó que el primer compromiso es "asegurar la seguridad" para la cual espera duplicar el presupuesto.
Señaló que no quería hacerse el distraído porque incluso hasta dentro de la Policía se dieron los cuestionamientos. Pasó la hoja e hizo borrón y cuenta nueva.
"La gente, el pueblo, en su mayoría, dejó en claro que no quiere seguir viendo al pasado. Hay que construir el futuro, es la hora de sumar si queremos interpretar efectivamente la voluntad de la gente", dijo.
Señaló también que el Uruguay productivo tiene que seguir transformándose. "Ese compromiso, ese proyecto y ese modelo", comentó, necesita voluntades más allá del partido de gobierno.
Además, dejó en claro su forma de pensar y de cómo piensa encarar las responsabilidades que el cargo de ministro le impone. "El desarrollo de país productivo necesita de seguridad, es un derecho humano y que debe ser encarada como política de Estado", afirmó.
Manifestó tener un compromiso de "asegurar la seguridad" como necesidad social indispensable para la convivencia.
Puso énfasis en la importancia que tiene la rapidez en la represión y sanción del delito pero comentó que no sirve de nada si no se mantienen las inversiones realizadas en políticas sociales.
Para el caso de la fuerza misma, Bonomi expresó que hay un interés muy grande de poder realizar aumentos en las remuneraciones de los oficiales así como la construcción de nuevos centros carcelarios de acuerdo a lo que la actualidad demanda. Para esto el Ministerio del Interior estaría duplicando su presupuesto.
Finalizando su discurso de asunción, el ex Tupamaro y líder del MPP, se mostró preocupado por la calidad de vida del personal oficial. "No sólo es aumentar las remuneraciones, también hay que asegurarles un mejoramiento en su calidad de vida desde la vivienda, la salud y la recreación", expresó.