SACACHISPAS | HUMBERTO RAMÍREZ
Mario Vignolo, un niño de 9 años, halló "algo que le llamó la atención" en una barranca del arroyo Perico Flaco Chico, ubicado en la zona de Sacachispas, departamento de Soriano. El lugar está ubicado a unos 60 kilómetros de Mercedes.
Sorprendido, Mario le contó a sus padres lo que le había ocurrido. Estos le informaron a su patrón, quien anunció el hallazgo a la Intendencia Municipal de Soriano.
Inmediatamente concurrieron al lugar autoridades departamentales y constataron que lo que había encontrado el pequeño se trataba de "algo importante y extraño" por lo cual se comunicaron con la Facultad de Ciencias, en Montevideo.
Los investigadores de paleontología de la institución, Pablo Toriño y Gustavo Lecuona, se hicieron presentes en la barranca del arroyo Perico Flaco Chico el viernes, junto al arqueólogo Aparicio Imas.
"Recibimos la noticia el jueves a media tarde y en menos de 12 horas se enteró todo el departamento. Lo que se encontró es un caparazón de un animal que se llama gliptodonte. La verdad que es un hallazgo muy importante a nivel nacional", dijo a El País el estudiante de la Facultad de Ciencias, Pablo Toriño. Y agregó "esto que tenemos acá es lo que la gente de campo cree que es un tatú gigante o una mulita gigante. Es un `pariente` parecido al tatú carreta, pero su tamaño es mucho más grande".
La coraza del gliptodonte hallado mide aproximadamente un metro y medio de largo. Los entendidos afirman que se trata de un ejemplar "adulto" de tamaño "medio".
Según dijeron los arqueólogos el animal en vida pesaría aproximadamente una tonelada. "Por el tipo de sedimentos donde estamos trabajando y por el fósil en sí debe tener entre unos 10.000 a 15.000 años de antigüedad", calculó Toriño.
A este tipo de sedimentos se le llama en el país "formación Dolores" porque si bien han aparecido gliptodontes en todo el país el primer descubrimiento fue en la ciudad de Dolores. La coraza estaba encajada en una barranca en la ribera del arroyo.
Estos animales fueron muy comunes en Uruguay, Argentina, el Sur de Brasil y buena parte de América del Sur hace miles de años. Sin embargo, los estudiantes aseguraron que "es raro" encontrar una caparazón completa como esta, porque la mayoría de las veces "se desarma" y lo que aparecen son "plaquitas sueltas".
"Esta coraza está prácticamente completa porque le falta un poquito de la parte de atrás. Lo que estamos haciendo ahora es trabajar con ella. Hemos visto que está muy bien preservada. Tiene alguna fractura por eso estamos tratando de ahuecar todo alrededor para poder rodear la coraza y hacer una cobertura de yeso en una primera etapa de trabajo", explicó.
En una segunda etapa, se tratará de "desprenderla y quitarle el relleno" que hace que sea muy pesada.
Según dijeron, el gliptodonte será trasladado al museo paleontológico Alejandro Berro que está en Mauá, (Mercedes). El estado de conservación permitiría, incluso, determinar el sexo del ejemplar.
"Nosotros venimos como colaboradores, a ayudar al personal del museo y la gente de la zona que descubrieron todo esto pero fue encontrado aquí y aquí se quedará", afirmó Toriño.
El gliptodonte será preparado y estudiado por los especialistas de la Facultad de Ciencias y por el mismo personal del museo Berro.
"Va a ser toda una tarea llevarlo, prepararlo y armarlo como parte de la exposición. Pero tiene que quedar bien; será una de las piezas principales y única en el departamento por lo cual se transformará en un atractivo para Soriano".
HALLAZGOS EN EL INTERIOR
En noviembre de 2009 hallaron en Cerro Largo restos de lestodon (perezoso gigante), desaparecido hace 8.500 años, a pocos kilómetros de Villa Noblía.
En mayo de 2009 se encontraron fragmentos de la caparazón de un gliptodonte en el paraje de Sarandí de Aceguá, en el departamento de Cerro Largo.
Andrés Sánchez vive en San Ramón, Canelones, y desde hace algunos años colecciona restos fósiles de animales de antaño. Tiene la cola de un panochthus tuberculatus, la cadera de un perezoso gigante, el maxilar de un toxodon, la muela de un mastodonte, el caparazón de un gliptodonte, entre otros.