Basurales y olores en las calles de Montevideo
Patricio Fratocchi | Montevideo
@| "El tema de la mugre en la ciudad de Montevideo no es nada nuevo. Desde que tengo uso de razón, he visto a la ciudad sucia, con olores fétidos y con un servicio de recolección de residuos que cada vez deja más que desear, así como el comportamiento de nuestros colegas, los ciudadanos.
Ayer me dirigía al trabajo caminando por la zona residencial de Pocitos. Son 16 cuadras que separan mi casa de la oficina donde desempeño a diario mis tareas. Fue un recorrido mezcla de belleza y asquerosidad. En ese trayecto no tan largo, tuve que ver contenedores de basura repletos de bolsas y otros desperdicios, que al verse desbordados siguieron aportando lo suyo a la vereda y calle. No hablemos ya del tema desperdicios desperdigados por todos lados.
Hablemos de la enorme rata que me miró fijamente a mí y a un perro que pasaba por la calle. Hablemos también de las más de 10 cucarachas gigantes que paseaban libremente por las veredas como si estuviesen tomando sol y practicando deportes para mantener su regordeta silueta. Hablemos de las decenas de excrementos caninos.
O de los excrementos de equinos, que son aplastados y desperdigados por más de dos cuadras con los ómnibus que les pasan por encima.
¡Qué linda ciudad que tenemos! ¡Qué paraíso que tenemos! Nada que envidiarle a las ciudades más importantes del mundo, ¿cierto?
A todo esto debemos sumarle la mala educación de la población, que tira cualquier desperdicio a la calle sin importar el que viene atrás. Total, qué importa, si hay 1, 10 o 10.000 papeles en el piso. O qué importa si usted pisa la caquita de mi perro yendo al trabajo. O qué me importa si usted en 16 cuadras debe ir respirando aromas nauseabundos como si estuviese en un depósito de basura mezcla con baño público de bar.
Los contenedores de basura están en un estado deplorable. Pintados con grafitis, rotas sus tapas y sus pedales, lo que hace que uno deba abrirlos a mano, siendo objeto de un posible contagio de las más diversas enfermedades.
Pero esto qué importa, si total contamos con una salud pública excelente. ¿No es cierto?
A los jerarcas de la IMM, MSP, Ministerio de Turismo: vivimos en una ciudad sucia, hedionda, con muchos habitantes mal educados cados que no son capaces de levantar o de tirar directamente un papel en un tacho de basura. ¿De qué país turístico me hablan? Se ve que nunca caminaron por las calles de una ciudad turística. Vayan a Río de Janeiro, a Praga, a New York, etc. y después me dicen si ven algo de esto en esas ciudades.
¿En dónde quedaron las sanciones para los dueños de perros que no recogen los excrementos? ¿En donde quedó el `fantástico` sistema de recolección de basura? ¿Por qué debemos seguir soportando los carritos que no respetan nada, que tiran la basura fuera de los contenedores, que los rompen, que cruzan con luz roja los semáforos en avenidas importantes, que rayan o rompen autos estacionados con sus colgantes y gigantes bolsas que sobresalen de los carruajes?
Yo me sigo preguntando todo esto, pero nadie me ha podido responder en años....
¿Por qué la gente que paga los impuestos para mantener a todos los empleados públicos debemos además soportar esto?
¿Alguien podrá responder a la población algún día estas preguntas? Yo ya perdí las esperanzas."
Tránsito complicado
Jorge | Montevideo
@| "Existe una disposición que obliga a distribuidores de distintos productos, de bares, supermercados, etc., a no circular en zonas con intenso movimiento después de las primeras horas de la mañana, debido al gran porte de algunos camiones.
Sin embargo, esto no se cumple y causa dificultades en zonas como Pocitos, Centro, Cordón y otras. En algunas calles se pueden observar peligrosos embudos a cualquier hora del día causados por enormes camiones que hacen aún más anárquico el tránsito. Un ejemplo es lo que ocurre en la calle Benito Blanco.
La pregunta es: ¿adónde están los inspectores municipales durante el día? No es fácil la respuesta."
Baltasar Brum
Gustavo Toledo | Maldonado
@| "Por lo general, los relatos sobre Baltasar Brum comienzan por el final: con su muerte. Precisamente con el disparo con el que se quitó la vida el 31 de marzo de 1933, cuando el golpe de Estado ya era un hecho y a él sólo le quedaba ofrendar su vida en defensa de la democracia. A menudo se sobrevuela ese episodio, como si su corta pero intensa vida hubiese sido apenas el preámbulo para ese trágico final. Pocos se toman el trabajo de decir que a esa gran muerte le correspondió una gran vida al servicio de la República.
Por desgracia, no se recuerda su lejana infancia en Cuaró, hoy departamento de Artigas; sus tiempos de estudiante prodigio; su pasaje por la docencia y el periodismo, llegando a ser director de El Día; su perenne fascinación por Batlle; su constante defensa de los derechos de la mujer; su brillante actuación como ministro de Instrucción Pública con 30 años recién cumplidos, del Interior y de Hacienda, simultáneamente, durante el gobierno de Feliciano Viera (1915-1916) y de Relaciones Exteriores en dos ocasiones (1914 y 1916-1919), su destacada actuación como miembro de la `Comisión de los ocho` que redactó la Constitución del 17 y su ascenso a la Presidencia de la República a la temprana edad de 36 años, siendo la persona más joven en llegar a la primera magistratura de nuestro país.
Cuando repaso sus antecedentes, me pregunto por qué los colorados nos olvidamos de él y extiendo esa pregunta a todos los uruguayos. ¿Quizás porque se mató en aras de una reacción popular que nunca llegó? ¿Quizás porque fue un ejemplo `demasiado` radical de demócrata para quienes estuvieron dispuestos a transar con la tiranía a cambio de honores, prebendas o simples migajas? ¿O quizás por esa imperdonable desidia con la que encaramos nuestro pasado y que hoy es característica de la sociedad uruguaya? Sea como fuere, no cabe duda de que hemos sido muy ingratos con él. Lo archivamos entre los recuerdos incómodos, allá abajo, en el último cajón de nuestra memoria. Y allí ha permanecido, injustamente, hasta ahora.
A casi 80 años de su muerte, en estos tiempos de líderes tibios, deberíamos reivindicar a Brum como un extraordinario ejemplo de dignidad y coraje. Como un modelo de conducta y un referente ético para todos los uruguayos que aman la libertad.
Brum sintetiza lo mejor de la tradición colorada, la del batllismo republicano y democrático que construyó el Uruguay moderno. Por eso se merece nuestro reconocimiento permanente, pero sobre todo nuestro agradecimiento por haber alumbrado el camino de los que creemos, al igual que el Quijote, que `por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida`."
La rambla como Patrimonio
R.W. | Montevideo
@|"La Intendencia Municipal de Montevideo está pensando en pedir la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad a la Rambla de Montevideo. La Rambla es algo único por su belleza, incluso a nivel mundial, cosa que pude apreciar a través de las decenas de viajes que he hecho.
La Rambla (con mayúscula) en una época era lo que dije al principio, pero todas las cosas requieren mantenimiento y en la Rambla eso no existe. En la Rambla República del Perú y Mahatma Gandhi por movimientos en el piso se han formado varias arrugas, si se puede así llamarlas, en las cuales se forma como un escalón que en algunos casos llega a los cinco centímetros de altura. Esto provoca que quienes salen a caminar si no lo hacen mirando al piso, lo que impide ver la belleza del entorno, terminan tropezando y varias veces vi personas que se caían y ayudé a levantar a más de una. Lamentablemente, el domingo pasado le sucedió a mi esposa, quien terminó con la rótula fracturada.
Otro tema, que si bien es de mucha menos importancia también lo menciono: cuando hace muchos años se rehizo el pavimento de la acera se pusieron postes indicadores cada 500 metros. Hace bastante tiempo desapareció el indicador de 7000 metros y hace una semana el de 6500 metros, que no fueron repuestos. ¿Por qué no los reponen? Ni siquiera tiene que gastar dinero la Intendencia ya que siempre tuvieron publicidad y con eso se pagan."
Semana Santa en La Floresta
Dr. Álvaro Galeano | Montevideo
@| "Pasó Semana Santa… para muchos Santa, para otros Semana de la Cerveza, Ciclista o de Turismo... y durante muchos años, tanto para mi como para cientos, era `Semana de las olimpiadas en La Floresta`. No había viaje, campamento ni paseo (por atractivos que parecieran) que compitiera con aquello, mágico, único para los que la vivimos y la añoramos…
Casi siempre, desde hace casi 20 años, cuando se acerca esa semana tan especial para nosotros, los cristianos, miro para atrás y veo una formidable escuela de vida, donde compartíamos niños, adolescentes y mayores en perfecta comunión, todos los deportes imaginables (fútbol, básquetbol, atletismo, etc.) más algunas creaciones `caseras`. En fin, todo lo que hacía de esa semana algo muy especial en lo deportivo, social y cultural.
Cuatro equipos buscaban el triunfo con pasión, ansiedad, destreza, alegría y mucho amor. Cientos de personas de todas las edades recorriendo el Country cuando todo empezaba. El primer domingo con la elección de capitanes y la elección de los primeros anotados, comienzo el lunes la primera y final el sábado siguiente. Entre semana, el que llegaba se anotaba, y los profes de turno para emparejar y que permitiera un final de `bandera verde`, los repartían en los equipos `digitados`. Y en la cancha, leones de verdad. Todos, presentes y ausentes, gente de bien, divertida, amable, solidaria. Una verdadera escuela de vida, con mucho respeto y cariño de chicos a grandes y viceversa.
Ese cariño, respeto y amor recibido durante tantos años, el recuerdo permanente de aquellos días gloriosos y la firme convicción de que allí seguramente comenzamos muchos desde muy temprano (10 u 11 años) a formarnos como hombres y mujeres, hacen que esta reseña se convierta en un `muchas gracias` a todos con quienes compartí tantas y tantas semanas (gracias a mis queridos padres por entender que en Semana Santa, La Floresta y mi Country eran el único destino posible….).
De despedida dejo una interrogante: ¿será posible Semana Santa en el Country de La Floresta 2011? Hay tiempo suficiente por delante. Creo que vale la pena el intento."