Siguen paros en liceos por falta de guardia policial 222

Presupuesto. Suspendieron guardias en las vacaciones

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PABLO MELGAR

Secundaria admitió que por razones presupuestales no pudo retener a los agentes del 222 que faltan en distintos liceos. Durante las vacaciones suspendió las guardias y los policías tomaron otros servicios. Hoy para el liceo 39 en reclamo de 222.

En esta jornada, no habrá clases en el liceo 39 de Piedras Blancas. Los docentes resolvieron realizar un "paro activo" en reclamo de más medidas de seguridad, entre las que se destaca la presencia de un agente de servicio 222. El paro en el 39 es uno más de los que se registran desde el inicio de clases.

Ayer hubo una reunión entre el comando de la Jefatura de Montevideo y las principales autoridades de Secundaria. Participaron los comisarios de las zonas en las que hay liceos con problemas de seguridad y los directores de los mismos.

De la entrevista quedó de manifiesto que "razones presupuestales" determinaron que Secundaria no contratara los 222 durante las vacaciones, debido a lo cual los agentes tomaron otras guardias.

"Durante las vacaciones suspendimos el servicio 222 porque priorizamos la protección a los estudiantes y no tanto de los bienes. Por eso nos ha costado recuperar los efectivos en el comienzo de clases", admitió Alex Mazzei, directora general de Secundaria, al salir de la reunión.

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, había asegurado a Mazzei la presencia del servicio 222 en todos los liceos de Montevideo.

Los reclamos gremiales por seguridad surgen en momentos que las autoridades de Interior están intentando reducir el sistema para que los policías se concentren de mejor manera en el servicio ordinario.

"El servicio de vigilancia 222 se está retirando del mercado para cumplir eficazmente con el cometido policial", dijo ayer a El País el sub jefe de Policía de Montevideo, Washington Curbelo, al salir de la reunión de coordinación entre comisarios y directores de liceos.

Curbelo enfatizó que no está previsto que se desafecte el servicio de vigilancia contratada de los centros educativos. Agregó que el 222 es un "plus" con que cuentan los centros educativos pero que son parte de un servicio de patrullaje de mayor escala que cubre toda la ciudad.

Aclaró que la decisión de tomar personal de 222 o de seguridad privada es un "resorte" de las autoridades de Secundaria.

Si bien en la reunión entre las autoridades de Secundaria y las jerarquías policiales no se analizó contratar a empresas privadas de seguridad para los liceos, algunas jerarquías de la policía se lo plantearon informalmente a integrantes de Fenapes, el sindicato de docentes.

El dirigente Juan de Marsilio aseguró que el gremio se opone a la presencia de privados por "razones filosóficas".

La seguridad pública, dijo Marsilio, "debe ser garantizada y prestada por el estado. Nuestra posición filosófica es que en la seguridad de las personas tiene que haber una fuerte presencia del estado dando garantías a la población".

La idea tampoco agrada a Alex Mazzei. "Descartamos la presencia de empresas privadas. Tenemos confianza plena en la formación de los policías profesionales; no confiamos en las empresas de seguridad ya que no sabemos qué formación tienen sus empleados", afirmó.

El sub jefe Curbelo asumió que los "huecos" que deje el 222 serán cubiertos por empresas "legítimamente instaladas" que funcionan bajo la órbita del Registro Nacional de Empresas de Seguridad, una repartición del Ministerio del Interior.

La semana pasada, Bonomi resolvió que esa repartición se haga cargo del Programa Comunidad Educativa Segura, que coordina la seguridad de los 71 liceos de la capital.

Uniforme polémico

La directora de Secundaria, Alex Mazzei, sostuvo que existe una disposición de uso obligatorio del uniforme para todos los liceos que se "flexibilizó mucho después de la salida de la dictadura". Aseguró que el problema es la forma en que se controla.

"El uniforme se exige, pero es muy difícil controlarlo. ¿Qué hacemos si el estudiante viene sin uniforme?", se preguntó. La idea, afirmó Mazzei, es que los centros educativos alcancen acuerdos con las familias y los estudiantes para favorecer el uso de los uniformes. La implementación del uniforme es solicitada desde el año pasado por padres de alumnos de liceos en conflicto y delegados de los alumnos. "En varios liceos los estudiantes diseñan, los padres hacen compras colectivas y Secundaria otorga un subsidio para aquellos que no pueden adquirirlo", afirmó.

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