Inquietud en el Frente por caída en intención de voto

19/04/2010, 23:05

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L. NICROSI / D. ISGLEAS

En el FA están leyendo con preocupación las encuestas de intención de voto en Montevideo. Para las municipales del 9 de mayo la meta es llegar al 50% de los votos, porcentaje que antes era el piso del que partía el candidato frentista.

En la otra vereda, el candidato de Alianza Nacional, Javier de Haedo, aprovecha esta situación para convocar a los colorados a votar junto a los blancos y así intentar ganarle al Frente Amplio en Montevideo.

Los últimos sondeos de opinión ubican a la candidata del Frente Amplio, la comunista Ana Olivera, como la clara favorita, con una intención de voto de entre 45% y 48%. Muy por debajo del 60% que obtuvo la coalición en 2005 con la candidatura de Ricardo Ehrlich.

El Frente Amplio gobierna en Montevideo desde 1990, tras ganar la IMM por primera vez con Tabaré Vázquez en 1989.

Estos 20 años de gestión -principalmente a partir del escándalo por las pérdidas en los casinos municipales durante la segunda administración de Mariano Arana (2000-2005) y los efectos por los constantes conflictos con Adeom en el período de Ricardo Ehrlich (2005-2010)- han erosionado la imagen del Frente Amplio en su principal feudo político.

Fuentes de la coalición dijeron a El País que si Olivera gana sin llegar al 50% de los votos, y el Frente Amplio obtiene menos de siete intendencias en el interior, la evaluación será negativa.

La intención de voto de Olivera se acerca a la que tuvo Mariano Arana cuando ganó la IMM por primera vez en 1995.

En las elecciones municipales de 1989, el Frente Amplio con Vázquez como candidato ganó con el 36,7%, según datos de la Corte Electoral. En ese momento el espectro político en la capital estaba dividido en tres. Cinco años más tarde, Arana fue candidato por el oficialismo y obtuvo 44,8%.

En el año 2000 por primera vez se separaron las elecciones nacionales de las departamentales con la reforma constitucional. La reelección de Arana recogió entonces el 56,3%.

En 2005, con los colorados estabilizados en el segundo lugar y con los nacionalistas bajando más aún, el frenteamplista Ehrlich obtuvo el 60,8% de apoyo en Montevideo.

Si bien el Partido Colorado se mantuvo en esas tres elecciones como la segunda fuerza, el Partido Nacional había comenzado un declive que ese año lo ubicó con el 11,3%, quince puntos porcentuales menos que en 1990.

blancos. Ahora las encuestas indican que el Partido Nacional se plantó como la segunda fuerza en Montevideo. Con la perspectiva de que "ya no es imposible" la "utopía" de ganarle a la izquierda en la capital, De Haedo comenzó a pedir el voto extrapartidario, en particular de los simpatizantes colorados.

"La convocatoria a los votantes de otro partido no siempre se hizo en forma explícita, sino de un modo más sutil, mediante la estética de la campaña publicitaria", admitió De Haedo, que considera que "nadie se puede enojar" por su convocatoria a votantes de otras fuerzas. "Votar en una elección de intendente a un candidato de otro partido no es traicionar a su partido", reflexionó el candidato aliancista.

La candidata de Unidad Nacional (UNA), Ana Lía Piñeyrúa, no está en la misma línea de aquel. Aun así, para elaborar su programa de gobierno llamado "Contigo" convocó a técnicos de todos los partidos políticos. "Yo hice un programa con la gente y para la gente que puede ser aplicado por blancos, colorados, frenteamplistas e independientes. La gente tiene que recapacitar a partir de la forma y contenido de nuestras propuestas", declaró a El País.

Los colorados, en tanto, criticaron el planteo de De Haedo.

"Manotón de ahogado" de De Haedo

El senador y secretario general del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, dijo ayer que la propuesta del candidato blanco Javier de Haedo para que lo voten los colorados, es un "manotón de ahogado" con lo cual "perdió la línea" porque está siendo superado en la interna del Partido Nacional por Ana Lía Piñeyrúa, candidata de Unidad Nacional. "Es un hombre que se pone muy nervioso en las campañas electorales, se ve que es nuevo, se desespera, ve que no le da y entonces sale a hacer estas cosas", sostuvo Bordaberry durante una recorrida por Treinta y Tres. Por su parte, el diputado de Vamos Uruguay, Fernando Amado, dijo que De Haedo tiene la "falsa ilusión" de que definirán el Frente y el Partido Nacional en Montevideo.