"Estoy medio pasado de cambios y con síntomas de estrés fuerte", dijo ayer Mujica al confirmar que no viajará a la cumbre Unión Europea-América Latina en Madrid por recomendación médica. "No es nada grave", buscó tranquilizar.
La salud del presidente José Mujica (74) fue motivo de atención ayer al confirmarse que no viajaría a España este fin de semana y que estaba pasando por un pico de estrés.
Su esposa, la senadora Lucía Topolansky, el canciller Luis Almagro y el propio Mujica le bajaron revoluciones al asunto.
"Estoy medio bien. Estoy cansado", dijo Mujica a El País luego de clausurar el XXXII encuentro de los integrantes del Tratado Antártico, en el hotel Conrad de Punta del Este.
Poco después, comentó a los medios presentes: "me dijeron que tenía que bajar un poco las revoluciones. Tengo dificultades para dormir. No es nada grave, si atiendo lo que dicen los médicos".
Topolansky y Almagro coincidieron en restarle trascendencia al estado de salud de Mujica, que consideraron puntual y del que el mandatario se recuperará en breve.
Dos personas del entorno del presidente consultadas por El País también fueron en línea con la versión oficial, en cuanto a que los problemas de Mujica se deben a su fuerte ritmo diario de trabajo -que comienza aproximadamente a la hora 6 y termina tarde en la noche- y no a la vasculitis que padece.
Se le ha aconsejado sin éxito al mandatario que baje la intensidad de su trabajo y exposición pública. Esta vez aceptó la recomendación de no viajar, pero mantendrá su agenda en Montevideo.
Topolansky dijo ayer que lo de Mujica "es estrés, sobre todo. Es que arrancó en jet, pero no hay nada para preocuparse".
Según Almagro, lo sucedido "no tiene nada que ver con el problema de salud que tuvo el presidente Mujica hace cinco años", cuando fue hospitalizado durante casi un mes a causa del agravamiento de la vasculitis, una enfermedad que le baja sus defensas y le agrava una deficiencia renal. En diciembre de 2004, Mujica estuvo internado por 26 días debido a esta enfermedad, la que requiere de controles periódicos.
"La información que recibí es que algunos indicadores médicos estarían dando cifras que no deberían dar. Es un tema pasajero, que va a estar resuelto en la próxima semana", expresó Almagro. "Fue una recomendación, no una imposición médica. El presidente decidió en la mañana de hoy (por ayer) definitivamente seguirlo", agregó.
Almagro dijo que "definitivamente no" existe preocupación por el estado de salud del presidente, que prevé realizar "varios viajes largos" en 2011.
"Seguirá realizando su agenda normalmente en Montevideo y no hay un problema de salud que lo obligue ni siquiera a tomar un reposo puntual estos días", concluyó el canciller.
En lo que va de esta semana, Mujica tuvo una ajetreada agenda, que comenzó el lunes con el Consejo de Ministros, siguió el martes con su participación en la asunción de las nuevas autoridades de Ancap y luego en una reunión del gabinete de la innovación con investigadores en el Latu.
Ayer estuvo en Punta del Este al mediodía -a diferencia de sus antecesores que preferían el helicóptero Daulphin, viajó en el asiento delantero del Chevrolet Corsa en que se moviliza- y a la hora 16 recibió a una delegación de Pit-Cnt en la Torre Ejecutiva. Hoy recibirá a delegaciones de la Onajpu, de la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica, Sunca y de la Cámara de la Construcción.
En lugar de Mujica, viajará el vicepresidente Danilo Astori.
Ecos en el exterior
El estado de salud del presidente José Mujica y la suspensión de su viaje a España el próximo fin de semana, fue noticia en varios medios de prensa de América Latina y Europa. Todas las agencias de noticias con oficinas en Montevideo informaron sobre el estado de salud de Mujica.