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Eran tiempos de periodismo sin Internet, cuando los profesionales de la prensa no se formaban en escuelas sino en el fogueo de la Redacción. Por entonces trabaron amistad Iván Kmaid y Jorge Burel, en un sólido vínculo que hoy revive en un libro.

La publicación, editada por Fin de Siglo, será presentada hoy a las 20 horas en el Teatro del Centro Carlos E. Scheck. Iván Kmaid. El gran Turco, contará con un animado lanzamiento en el que participan la comunicadora Cristina Morán y el escritor y crítico literario Elvio Gandolfo.

Kmaid (1932-1998) tuvo una personalidad polifacética y arrolladora. Profesor de literatura, poeta y periodista, Burel lo recuerda como una persona culta y seductora, muy informado, siempre ávido de nuevos libros, obras de teatro y películas. De ascendencia libanesa, nacido en Rivera pero instalado en Montevideo desde su adolescencia, tenía un insaciable apetito de vivir y asumió con pasión lo mucho que hizo.

Su historia (singular, divertida y con rasgos de desmesura que le fueron característicos) transita por los diversos medios de comunicación donde se desempeñó, pero también por la literatura, la política, el teatro, el cine, la publicidad y los negocios. Burel, que fue uno de sus incontables amigos, traza su semblanza sin esquivar lo subjetivo, combinando datos biográficos, anécdotas y reflexiones sobre la amistad, la memoria y sus misterios.

"Me inspiró a escribir este libro el recuerdo de un amigo muy querido, a quien conocí cuando yo tenía 21 años y empezaba a trabajar en periodismo, e Iván ya era un periodista veterano. Y me transformé en su amigo y lo fui durante 20 años, hasta que él fallece. Él había dejado el periodismo de trinchera, que practicó hasta comienzos de la década del 80, y se convirtió en un vendedor de publicidad, además de ser la cara visible de El País", comenta el conocido periodista.

"Lo que quise fue hacer un libro contra el olvido: creo que hay muchísimas razones para recordarlo, empezando por las afectivas, porque fue un tipo muy querible. En segundo lugar, como vendedor de publicidad, como periodista y poeta. Y fue además un hombre que hizo mucho por la cultura en los medios, a través de comentarios en los medios escritos y desde la pantalla de televisión, junto a Cristina Morán".

El periodista lo define como "un gran seductor, de gran sentido del humor y un gran optimismo. Sentí la necesidad de recordarlo, y contar en parte su vida, porque aunque no es una biografía, tiene aspectos biográficos. Por ejemplo, Iván fue croupier en el Argentino Hotel de Piriápolis, y fue también valijero: gastó mucha suela recorriendo Montevideo vendiendo libros. En el libro hay varias anécdotas de la vida de Redacción, y de sus muchas ocurrencias".

Burel afirma que cambió mucho el periodismo desde aquellos años. "Ahora mucha gente que llega al periodismo lo hace desde la formación que dan las universidades. En aquella época nos formábamos al pie del cañón, partiendo de una formación literaria, o jurídica, y se aprendía sentándote al lado de un tipo que sabía más que vos. Y en mi caso, esa persona fue Iván".