RENZO ROSSELLO
Alrededor de 100 efectivos, un helicóptero, francotiradores en azoteas cercanas. Esto ocurrió el jueves 20 cuando llevaron a declarar a Salto al narco colombiano. La razón: un fallido intento de rescate. Se lo transfirió de Libertad por mayor seguridad.
Dos días antes de que Gustavo Durán Bautista (53) fuera nuevamente convocado a declarar por el juez salteño Francisco Massitta, dos hombres llegaron en automóvil hasta el Penal de Libertad. En la entrada exhibieron credenciales que los acreditaban como funcionarios de Interpol. "Venimos con la orden de llevarnos a Durán Bautista", anunciaron al oficial que estaba de guardia.
Aunque no es la primera vez que agentes de Interpol u otra unidad policial se presentan en la cárcel de máxima seguridad, al oficial le llamó la atención el procedimiento. No había recibido ninguna directiva de traslado para el colombiano preso desde agosto de 2007 y acusado de liderar una poderosa organización colombiana de narcotraficantes. "Un momento que voy a consultar a los superiores", les contestó el oficial.
Y acto seguido se comunicó con la Dirección Nacional de Cárceles. Explicó lo que estaba ocurriendo y que no había recibido ninguna orden firmada por fax, como habría sido lo habitual en un caso como este. Efectivamente, desde la Dirección se le dijo al oficial que no existía tal orden de traslado a cargo de Interpol o cualquiera otra dependencia policial.
Cuando el oficial regresó pa-ra volver a encararse con los supuestos agentes de la Policía Internacional, estos ya se habían retirado.
El episodio encendió todas las alarmas y de inmediato el Departamento de Información y Análisis de la Dirección Nacional de Cárceles inició una investigación que aún continúa. El inminente traslado de Durán Bautista a la sede judicial de Salto implicaba un marcado aumento del riesgo, por lo que se dispuso de un operativo pocas veces visto para el traslado de un procesado. De hecho, en Salto, nadie recuerda un movimiento semejante de uniformados, ni siquiera en las otras oportunidades que el mismo colombiano fue citado a declarar por el magistrado que orienta la investigación.
Mientras tanto, Durán Bautista fue sacado del Penal de Libertad, según confirmaron a El País distintas fuentes del Ministerio del Interior. La razón de ello es que se teme que luego del fallido intento de rescate las mismas personas intenten otra operación más arriesgada. El lugar actual de reclusión de Durán Bautista es mantenido en la más estricta reserva.
EXTRADICIÓN. Durán Bautista cumple condena tras ser detenido durante la Operación San Francisco, en agosto de 2007, en la que se incautó casi 500 kilos de cocaína en una estancia de Puntas de Valentín. Sin embargo, ahora el juez penal Francisco Massitta concentra su indagatoria en la ingeniería de lavado de activos al servicio de la organización que lideraba el colombiano. Precisamente, por esta razón fue citado a declarar nuevamente en la sede salteña el jueves 20 de mayo pasado.
Poco antes, el magistrado había aprobado el pedido de extradición formulado por la Justicia de España. De todos modos la defensa de Durán Bautista apeló esta resolución y el tribunal se pronunciará en pocos días sobre este extremo. Paralelamente, la Justicia de Holanda investiga al colombiano y se espera que haga otro pedido, lo mismo que la Justicia de Brasil donde Durán Bautista poseía al menos tres haciendas.
Aunque el colombiano también posee una empresa citrícola en Entre Ríos, Argentina, que regentea su sobrina, la Justicia argentina no ha abierto ninguna investigación en torno a esta empresa.
La conexión argentina fue descubierta por la investigación en curso en Holanda. De hecho, representantes de la Justicia de ese país europeo viajaron para tomar contacto en forma personal con este extremo de la investigación. Ello fue confirmado por el propio juez Massitta a El País. "Los abogados holandeses recabaron las declaraciones de Durán Bautista con relación a un procedimiento que se inició en Holanda; hasta ahora no hay pedido de extradición de ese país", explicó el magistrado.
De cualquier forma, si bien la extradición a España es el trámite más avanzado Durán deberá cumplir su condena en Uruguay antes de responder ante los tribunales españoles.
ELITE. Pero mientras la indagatoria avanza en la órbita judicial, la reclusión de Durán Bautista se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades. Por ese motivo su lugar de reclusión es mantenido celosamente en secreto, de momento.
"Durán es uno de los pocos narcotraficantes presos que cuenta con una fuerte capacidad económica para financiar una fuga", aseguró una alta fuente policial consultada. Los narcos mexicanos capturados en febrero de 2008 y el croata vinculado a la mafia serbia integran esa elite. (Producción: Luis Pérez, Pablo Meléndrez)
La cifra
486 kilos de cocaína se incautaron en la Operación San Francisco realizada en agosto de 2007. La droga se embarcaría a Holanda.
Operación San Francisco reveló la llegada de los grandes carteles
Hasta la detención del yate de bandera británica en Santiago Vázquez con 2.174 kilos de cocaína, el cargamento incautado en la Operación San Francisco fue el más grande en los anales policiales.
El 18 de agosto de 2007 y luego de una paciente labor de inteligencia desarrollada por la Brigada Nacional Antidrogas en coordinación con las fuerzas policiales de Holanda, Brasil y Argentina, se logró uno de los golpes más sonados contra el narcotráfico internacional. De hecho, la operación policial reveló por primera vez la presencia de los carteles colombianos en Uruguay, algo que se sospechaba desde hacía cierto tiempo pero que nunca se había verificado.
Los agentes antidrogas uruguayos, con apoyo de equipos tácticos de la Guardia Metropolitana y de la Jefatura de Policía salteña, se apostaron en campos de una estancia en Puntas de Valentín, a unos 70 kilómetros de la capital departamental. Esperaron la llegada de un avión bimotor que traía el embarque de 486 kilos de cocaína de alta pureza.
Durante la operación, en la que "no se disparó un solo tiro" como recordaría después el por entonces director antidrogas Julio Guarteche, fueron detenidos cinco ciudadanos colombianos y dos pilotos brasileños. Entre los colombianos se hallaba Gustavo Durán Bautista, quien se presume lideraba una extendida organización criminal desplegada entre Uruguay, Argentina y Brasil.