EDUARDO BARRENECHE
Multas a comerciantes y a vecinos que tiren residuos indebidos o afuera del contenedor, la reinstalación de 2.000 recipientes, y controles a hurgadores, son medidas que integran el Plan de Impacto de la basura que elabora Ana Olivera.
El plan -que se afina en una comisión creada por la intendenta electa y se aplicará pocos días después de la asunción de Olivera-, procurará dar una respuesta rápida a los vecinos y comerciantes mediante servicios especiales de recolección de podas y restos de jardinería, muebles viejos, carcazas de computadoras y televisores.
El Plan de Impacto que pretende aplicar Olivera arrancará en un momento en que el Sector Limpieza enfrenta severos problemas estructurales y el sistema de recolección de residuos está al borde del colapso. Personal que está obligado realizar horas extras, contenedores que no se vacían en tiempo y forma o que faltan en mucho lugares, camiones con problemas de mantenimiento, calles sucias y veredas repletas de puchos de cigarrillos y boletos, son los principales problemas que tiene hoy el Sector Limpieza.
El programa de Olivera también incluirá un mayor control en las calles de los funcionarios de Inspección General de la comuna, quienes apercibirán primero y luego multarán a aquellos vecinos que tiren la basura afuera de los contenedores. "Primero el inspector va a observar fieramente a ese vecino. Si este insiste en su procedimiento de tirar restos afuera del contenedor, lo va a multar. Lo va a seguir y multar el padrón de su casa", explicó a El País el director de Desarrollo Ambiental de la IMM, Néstor Campal. Esas multas se incluirán en los tributos municipales (ver nota aparte).
El Plan de Impacto también incluirá un aumento de la cantidad de contenedores en aquellas zonas donde la comuna ha detectado una suba de la cantidad de residuos en las calles.
La Comisión de Limpieza también analiza un posible incremento de las frecuencias de recolección en esas mismas zonas. Ello determinará una reestructuración de los horarios y una mayor carga de trabajo de los camiones, explicaron a El País fuentes de la Comisión de Limpieza creada por Olivera.
Allí existen también propuestas que plantean la desconcentración del sistema de contenedores y pasarlo a las regiones, la instalación de "islas" de recipientes en las entradas y salidas de los asentamientos, ya que en sus calles no ingresan los camiones, y la instalación de plantas de transferencias de residuos en varios puntos de la ciudad donde trabajarán los clasificadores. Allí también se harán tareas de compactado de los restos.
El plan también prevé atender la situación social de los 5.000 clasificadores de residuos existentes en este momento en Montevideo y, eventualmente, el traspaso al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de la problemática social de los hurgadores.
La intención de la intendenta electa es integrar "progresivamente" a los clasificadores al mercado formal de trabajo en los próximos cinco años, mediante el apoyo del Mides y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional.
Poco después de asumir, el nuevo gobierno municipal también instrumentará una campaña educativa dirigida a los vecinos y procurará firmar un convenio con el Consejo de Primaria para que en las escuelas se enseñe sobre la necesidad de mantener limpia la ciudad.
En la Comisión de Limpieza también se discute si el Plan de Impacto deberá o no ser permanente, mientras se elabora un Plan Director de Residuos que se aplicará a mediano y largo plazo en Montevideo.
El director Campal opina que el Plan de Impacto contiene medidas para ser desarrolladas en un plazo corto. "Y tratarán de dar una solución a varios temas que hoy están complicados", advirtió.
PROBLEMAS. Tras un rechazo de Adeom, la administración Ehrlich no pudo conceder en 2008 a privados las obras de mejoras que necesitaba la Usina de Disposición de Residuos ubicada en Felipe Cardozo, cuyo costo rondaba los US$ 5.500.000. Ahora la comuna deberá afrontar esas obras que postergó durante tres años esperando que las hiciera un consorcio extranjero.
La otra "pata" del sistema -los contenedores- , también tienen fallas. Un 27% de los 7.400 recipientes están rotos, no le funcionan los mecanismos de aperturas de las tapas o fueron incendiados por vándalos. Además, el sistema no cubre toda la ciudad.
En la Comisión de Limpieza hay propuestas de extender el sistema a todo Montevideo, aunque existen otras posturas que desaconsejan instrumentarlos en aquellos barrios con baja densidad de población.
El sistema de levante de contenedores funciona como si fuera del primer mundo: con camión automatizado. Sin embargo, los restos de basura que acostumbran haber alrededor de los recipientes, obliga a la comuna a tener peones con palas para recogerlos. Es decir, se vuelve a usar el trabajo manual. Además, muchos de los 100 camiones con que cuenta el servicio - con laterales para levantar contenedores y de recolección manual- están llegando al fin de su vida útil. "Estamos iniciando una licitación para adquirir cinco camiones especializados de levantamiento lateral porque la flota tiene mucho uso. El sistema de contenedores tiene suficientes años", dijo Campal. Explicó que, algunos camiones del Sector Limpieza, tienen un millón de levantes de contenedores.
Hay zonas como Buceo y Cordón, por ejemplo, donde los contenedores se desbordan. Al caer la noche, al costado de los recipientes hay basurales.
La intendencia cree que ese fenómeno tiene culpas compartidas: vecinos descuidados, hurgadores, comerciantes y fallas del sistema de recolección municipal.
Las cifras
27 Es el porcentaje de contenedores rotos, con fallas en el sistema de levante de las tapas o incendiados de un total de 7.400.
1: Es la cantidad de levantes de contenedores que tienen algunos camiones del Sector Limpieza de la IMM.
Claves de la basura generada por los montevideanos
RESTOS. Cada día, un montevideano genera casi un kilo de basura domiciliaria. Sumado a los restos de comercios y de la construcción, los camiones municipales trasladan 2.000 toneladas de basura diarias a la Usina de Disposición Final de Felipe Cardozo.
CLASIFICADORES. Una parte de esa basura es clasificada por unos 5.000 personas, según estimaciones realizadas por técnicos de la IMM. El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) calcula que los individuos que trabajan en esta actividad son más de 8.000.
RESPUESTA. Desde el 2002 hasta la fecha, la Intendencia instaló en diferentes puntos de la ciudad unos 7.400 contenedores. Para hacer funcionar ese sistema, cuenta con una flota de 21 camiones que efectúan levantes automatizados. Adeom dice que no todos los vehículos de ese tipo están operativos.
DIFICULTAD. Según el gremio, el sistema de limpieza de la ciudad no funciona. Necesita que una buena parte de los 1.000 trabajadores del Sector Limpieza realicen horas extras para hacerlo operativo.
COBERTURA. Un 40% de la ciudad de Montevideo carece de contenedores y la recolección de residuos allí se hace en forma manual. Por ejemplo, en Pajas Blancas, Paso de la Arena y en la Barra de Santa Lucía no hay sistema de levante de contenedores.
PROBLEMA. Para jerarcas de la Intendencia capitalina, el principal problema de que la limpieza de la ciudad no es el clasificador que circula en carrito o en bicicleta. Esas personas, alega, sacan las bolsas del contenedor y luego las llevan a un predio para clasificar los restos. Considera que el problema de la suciedad afuera del contenedor lo genera el "bolsero", el hurgador que ingresa al mismo, saca las bolsas y realiza en la vereda la clasificación de los restos.