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S. KANOVICH Y P. MANGO

Las caravanas recorrieron el país con orgullo por la Celeste, casi ignorando la derrota de Uruguay ante Holanda. Los jugadores "sabían que iba a ser difícil", dijo Marta, la madre de Arévalo Ríos desde Paysandú.

El resultado fue lo de menos, los sanduceros se aprontaron durante todo el día y cuando terminó el partido salieron a festejar. La extensa caravana recorrió las principales avenidas y culminó con una inmensa celebración en la plaza Artigas. El orgullo, la dignidad, el ánimo, el `se puede`, fueron las razones que con más frecuencia mencionaron quienes participaron de la fiesta en Paysandú.

Una hora de caravana con miles de autos, bicicletas y motos se vivió en Tacuarembó. En Treinta y Tres cientos de olimareños salieron a las calles en auto, en moto, bicicleta o a pie a exteriorizar su alegría por la actuación de la Selección. En las tiendas las camisetas se agotaron varios días atrás y más de un auto blanco terminó pintado para la caravana.

Las calles céntricas de Rivera y las principales arterias de Tranqueras, Minas de Corrales y Vichadero también se vistieron de celeste. Sonia Oclo, docente riverense, hizo circular un mensaje de texto que decía: "La final se juega el sábado, como estos campeones no hay. Soy uruguaya que no ni no, pasala".

En Colonia también salieron a festejar, pese a que en muchas caras se notaba que había precedido el llanto. En Soriano celebraron después de haber visto el partido en casas particulares y en dos pantallas gigantes: una en Dolores en el Gimnasio Magnone y en Mercedes en el Club Praga.

JUGADORES. Como en cada uno de los partidos, la familia Arévalo Ríos se reunió en la casa de los padres de Egidio, más conocido como "el Cacha" y desde ahora como "Pequeño gigante". Junto a Marta y Miguel, los tíos, hermanos y sobrinos no dejaban de lamentar la derrota, pero al mismo tiempo de reconocer la demostración de dignidad de "la Celeste" y el haber alcanzado las semifinales "cuando nadie daba nada" por este equipo.

"Una lástima que ese segundo gol no llegó antes, nos hubiera dado el tiempo", replicó Miguel, el padre de Egidio, que como ex futbolista se animó a comentar el partido.

"Hoy cuando hablamos (con Egidio) nos dijo que iban a dar todo para tratar de seguir adelante y yo le dije que igual hay que estar contentos porque estamos entre los mejores", contó Marta. "Igual debe estar amargado, porque lo que a él le gusta es salir a la cancha, jugar y ganar", agregó preocupada.

El salón comunal del complejo de viviendas en Canelones donde vive Daiana Morena, la madre de Diego Lugano, otra vez fue centro de reunión. Al primer gol de Holanda los presentes se infundían ánimos entre ellos: "Igual vamos a ganar, aunque sea por penales" decían vecinos, amigos y familiares de "La Tota" Lugano.

Antes del partido Daiana se mensajeó, como hace siempre, con su hijo: "Le dije cuánto lo queremos y cómo desde acá todos les estaban alentando".

La madre de Lugano dijo que "como todo uruguayo queremos más y más, estamos contentos, pienso que dieron lo mejor. Ahora hay que pelear el tercer o cuarto puesto, pero esto es un orgullo". (Producción: J.Esteves, M. Rivero, F. Fernández, P. Clavijo, H. Ramírez y M.E. Lima).

DURAZNO | V. RODRÍGUEZ

Parecía la década del `30 o del `50. Café, rueda de amigos, tertulias y mesas redondas de mármol. Repleto de "parroquianos", todos pendientes de la celeste definiendo un Mundial.

Sólo faltaban los ceniceros y el olor a humo del cigarrillo; pero es el año 2010 y el Mundial es en Sudáfrica.

El café Sorocabana duraznense, único en el país, vivió como en sus mejores épocas una epopeya de la selección nacional.

Medizza, el dueño, puso a punto la cafetera a vapor y llegó "la barra" de siempre.

El partido se vivió a pleno, como siempre y como en épocas de gloria, con comentarios, polémicas, alegrías y tristezas.

Después del partido y todas sus emociones, la doble puerta del Sorocabana se abrió y en pocos minutos el salón quedó desierto, para que el personal comenzara a limpiar y dejar todo listo para otro capitulo de la historia, mientras afuera se escuchaban las bocinas, cohetes y la fiesta se extendió por todo el microcentro.

Los hinchas de Salto y Minas siguen de festejo y en las dos ciudades tienen preparados homenajes para los jugadores de la selección que los representaron en el Mundial.

En Salto, el electo intendente Germán Coutinho que mañana asume el cargo, anunció que la semana próxima al arribo de Edinson Cavani se le hará un homenaje público por su actuación en Sudáfrica, reconocimiento que se le hará también a Luis Suárez, pero más adelante, ya que viajará directamente a España para reencontrarse con su esposa, que está por dar a luz a su primer hijo.

Minas se vestirá de fiesta para recibir a Sebastián Abreu. Una empresa de transporte está organizando una excursión para ir al aeropuerto y ya vendió más de doscientos pasajes. Quieren que el "Loco" sea nombrado embajador deportivo de Lavalleja. (Producción: L. Pérez y F. Bonhomme).

FLORIDA | ALEXIS TRUCIDO

Con promesas cumplidas, Florida disfrutó el partido. En la mañana de ayer cuatro jóvenes de 14 y 15 años hicieron honor a su palabra.

"Dijimos que si Uruguay llegaba a semifinales íbamos a hacer tres cuadras de rodillas", relató Lorenzo Vega. Joaquín Montesdeoca, Guillermo Bracco y Alfonso Hernández, lo acompañaron.

Los muchachos, rodilla al suelo, pasaron al grito de "¡Vamos Uruguay!". Tuvieron respaldo popular, hubo aplausos y hasta una inspectora que controló el tránsito por su seguridad.

"Te duele todo, pero por Uruguay es lindo", reafirmó Lorenzo.