MARCELA DOBAL
Con una mayor formalización en casi todos los sectores de actividad, los trabajadores que no aportan al Banco de Previsión Social (BPS) se redujeron 14,4% a 331.348 en 2009. Esa cifra alcanza a 23,2% de los puestos de trabajo existentes.
Un informe presentado ayer por el presidente de la institución, Ernesto Murro, revela que el año pasado había 60.979 evasores menos que en 2008, cuando esos trabajadores representaban 27,1% de los ocupados.
Esa baja anual de casi cuatro puntos porcentuales en el nivel de evasión se explica por una reducción de 1,3% en el número de puestos potenciales (empleados) y un incremento de 3,9% en la cantidad de cotizantes al BPS.
El informe destaca que "la reducción de los niveles de evasión, además de traducirse en mayores ingresos al sistema, permite afirmar la extensión de la cobertura de los trabajadores". Murro dijo a El País que BPS no tiene estimado cuánto creció la recaudación por ese concepto.
La tasa de evasión se ubicaba en 39,6% en 2004, cuando había 492.857 trabajadores que no aportaban sobre un total de 1.244.619 millones de potenciales. El indicador bajó progresivamente desde ese entonces y el BPS identificó que desde 2006 hubo una significativa baja de los núcleos difíciles de captar, que en la actualidad representan 38% de los evasores. Ese es el caso de los trabajadores independientes sin local (ambulantes) y los independientes no remunerados (que trabajan desde su casa).
En el primer caso, los evasores pasaron de ser 102.340 a 38.123 entre 2006 y 2009 (62,7% menos), mientras que los segundos disminuyeron 24,9%, de 16.225 a 12.190.
Murro dijo que esta mejora sorprendió a las autoridades, pero que se atribuye a la introducción de otras formas de aportación como el monotributo. También dijo que otro motivo de mayor aportación es la cobertura médica para los hijos menores a través del Fondo Nacional de Salud.
"Muchos padres han entrado a la seguridad social de la mano de los niños que ahora tienen derecho al sistema de salud", explicó.
Por otra parte, el titular de BPS dijo que "estos análisis que hacemos año a año nos permiten ver cuáles son las cosas buenas y las luces rojas y amarillas, que nos van indicando dónde tenemos que trabajar más". Por eso, sostuvo que BPS seguirá procurando aumentar la formalización de domésticas y trabajadores de la construcción, sin desatender otros rubros de captación más probable (cerca de 207.000 puestos dependientes no declarados en la industria, el comercio, la construcción y patronos de industria y comercio).
SECTORES. La mayor parte del incremento en la formalidad laboral durante 2009 se explicó por los avances en la industria y el comercio, sector donde en un año la evasión bajó de 27,6% a 22,8%, lo que representa 55.502 trabajadores más aportando al BPS. El informe no toma en cuenta el sector rural.
En el trabajo doméstico,que incluye a empleadas y a cuidadores de niños, se registraron 4.956 evasores menos que en 2008. Sin embargo, la tasa sigue siendo elevada -bajó de 60,7% a 57,5% en 2009- debido a que es uno de los sectores de más difícil captación para BPS. "Ese 57% nos preocupa, pese a que ha sido uno de los sectores donde más se ha mejorado", acotó Murro.
En tanto, en el sector civil y escolar la evasión se redujo de 1,6% a 0% en 2009, ya que los 207.785 puestos potenciales ese año eran cotizantes.
La construcción fue la única actividad que incrementó el porcentaje de evasores, que en 2008 eran 30,4% del total de trabajadores y en 2009 alcanzaron a 33,3% (26.226 trabajadores). Si bien en ese lapso aumentó en 1.352 el número de puestos potenciales, ese incremento en puestos de trabajo no fue acompañado por una mayor formalización y en 2009 había 2.671 informales más y 1.319 cotizantes menos que en 2008.
Bajó brecha de activos y pasivos con cobertura
Otro estudio del Banco de Previsión Social (BPS) reveló que el último quinquenio se redujo significativamente la brecha entre activos y pasivos con cobertura de seguridad social, debido al incremento de la formalización laboral.
Mientras que en 2004 el 50,3% de los activos y 75,8% de los adultos mayores estaban cubiertos, esas tasas se acercaron 10 puntos porcentuales hacia 2009 y se ubicaron en 63,5% y 74,7%, respectivamente. Así, los cotizantes entre 20 y 59 años totalizaron 1.091.364 y los mayores a 64 años ascendieron a 438.613.
Eso se explica por el incremento del número de cotizantes hasta niveles históricamente elevados, luego de que en 2002 se registrara un mínimo de 47,1%. La tasa de cobertura más alta previo a la crisis económica de ese año había sido de 53,7% en 1998.
La brecha tiende a aumentar en años de recesión y crisis económica, resultado del mayor incremento en el número de desempleados.
Por otra parte, el informe destaca que el 96,7% de la población mayor a 64 años cobraba alguna jubilación o pensión el año pasado.
Esa tasa creció en 2009 debido a que con la Ley 18.395 se flexibilizó el acceso a los beneficios jubilatorios, reduciendo los requisitos a 30 años de servicios y restando un año por cada cada hijo en el caso de las trabajadoras. Así se revirtió la tendencia de 2004-2008, cuando se observaba una caída porque muchos trabajadores diferían su edad de retiro y permanecían en el mercado formal.
El presidente de BPS, Ernesto Murro, añadió que 89,9% de la población de adultos mayores es contributiva, es decir, que no percibe pensión por vejez o invalidez.