ALEXANDER LALUZ
El "star system" roquero funcionando a pleno: de Mick Jagger a Eddie Vedder, de George Harrison a la reunión de Cream. Todos (y juntos) en los famosos conciertos del Rock and Roll Hall of Fame, que ahora llegan en una colección de 9 DVD.
Esta valiosa edición documental se lanza en nuestro país tras cumplirse los 25 años de la primera ceremonia de ingreso a este Salón de la Fama. El primer volumen, titulado Light my fire (en honor a la legendaria canción de The Doors), saldrá con la edición de El País del próximo sábado 21 de agosto. Y los ocho restantes llegarán cada quince días (también con las ediciones sabatinas de El País), hasta completar la colección el 11 de diciembre.
Y vale recordar: no falta (casi) nadie. Los íconos de los años sesenta, setenta, ochenta, noventa. Los que hicieron del rock un género de fronteras abiertas, pero a la misma vez precisas, de reconocimiento inmediato, donde caben la valoración tajante, la "fusión", los ídolos y mitos, y también un surtido de dogmatismos elevados, en muchos casos, a la enésima potencia. "Esto es rock...", "eso no es rock...", y no hay vuelta: la valoración y categorización informal, intuitiva, folk (diría Umberto Eco), funcionan siempre con la puntería de un profesional del tiro al blanco.
Es el sonido eléctrico. Es también el golpe del tambor en los tiempos pares del compás de cuatro pulsos, que completan la clásica "base" rítmica con el hi hat y el bombo de pie. Es la voz desgarrada, a veces gritada. Es la postura del cuerpo, la actitud, la vestimenta. Al final, una forma de hacer música que se erigió en bandera generacional, forma de ser y estar en el mundo contemporáneo, un marco de valores para definir qué es lo auténtico y qué no lo es, y ya un panteón de mitos intocables (los Lennon, los Jagger, los Harrison, los McCartney, los Morrison...).
El Salón. Con un diseño del arquitecto I. M. Pei, el museo Salón de la Fama del Rock and Roll se edificó en Cleveland, Ohio, EE.UU., y fue inaugurado en abril de 1983. Y desde 1986 se vienen realizando las famosas ceremonias de ingreso al Salón, presentadas por sus cofundadores Ahmet Ertegun, Jann Wenner, junto a Suzan Evans y el empresario Bill Graham, quien participó de ellas hasta su fallecimiento en 1991.
Siguiendo el buen tino que han tenido algunos empresarios, gestores y músicos en décadas anteriores, ellos decidieron registrar los eventos como forma de documentar algunos encuentros únicos entre músicos homenajeados e invitados.
Sabido es que un artista podrá aspirar a este selecto altar roquero si han transcurridos 25 años del lanzamiento de su primer disco. Y una vez que su candidatura fue presentada, un jurado que integran figuras de la producción musical, el periodismo, la academia, evalúan si su trayectoria ha ejercido una notoria (y demostrable) influencia en la dinámica del género. Diagnóstico o valoración que, evidentemente, nunca podrá seguir criterios de científica precisión. Sin embargo, los nombres que en estas dos décadas y media han ingresado tienen (aunque el juicio sea subjetivo o intuitivo) un peso indiscutible.
De la lista primera, las dudas son imposibles. Fats Domino, Ray Charles, James Brown, The Everly Brothers, Buddy Holly, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Little Richard. Después se sumaron: The Beatles, The Beach Boys, The Doors, The Kinks, Led Zeppelin, Black Sabbath, The Who, The Rolling Stones, Bruce Springsteen… hasta Black Sabbath, The Who, U2, The Police, The Ramones, The Clash, Jimi Hendrix Experience, Pink Floyd, AC/DC, Aerosmith, Queen, Michael Jackson, R.E.M, Madonna, Eric Clapton, Frank Zappa, Lynyrd Skynyrd, Abba y más, hasta el presente. Otra vez: ya no falta nadie.
Del escenario al DVD. En estos 25 años, cada una de las ceremonias anuales de ingreso dejó el registro de reuniones únicas entre próceres de estirpe y estilo muy disímiles. Y para esta colección histórica de DVDs, se seleccionaron algunas de las más impactantes, únicas (y también las que parecían imposibles) conformando un total de 24 horas de filmaciones (también de calidades diferentes) donde homenajeados y homenajeantes se encuentran en sesiones en vivo, a veces improvisadas, frescas, poco ensayadas, y otras con la pulcritud y refinamiento de oficios interpretativos exquisitos.
Ya el primer volumen (que al igual que los otros no sigue un orden cronológico) enciende la pantalla con encuentros con nombres como Santana, Jagger, Harrison, Vedder, The Doors, John Fogerty, Tom Petty, haciendo algunos clásicos fundantes del universo roquero.
Momentos de una historia de 25 años
James Brown
Ingreso: 1986
El inquieto (y también polémico) impulsor del soul y el funk ingresó al Salón de la Fama en el mismo año que lo hicieron Chuck Berry, el gran Ray Charles, Sam Cooke, Fats Domino, The Everly Brothers, Buddy Holly, Jerry Lee Lewis, Little Richard y El Rey Elvis. La voz del hombre de Carolina del Sur y sus vehementes interpretaciones lo convirtieron en una figura por demás influyente en la historia más swingueada del rock.
AC/DC
Ingreso: 2003
Si bien el rock más duro, más metálico no abunda en nombres dentro del Salón, los que están bien merecido lo tienen. Phil Rudd, Brian Johnson, Bon Scott, Cliff Williams, Angus Young y Malcolm Young, los inagotables AC/DC, son unos de ellos. Un lugar ganado con el motor incansable de los Young, sentando las bases de un manual del rock básico, primitivo, que pega directo en cada partícula muscular del cuerpo.
Santana
INGRESO: 1998
El nombre que le dio al rock las bases de un sonido latino, lleno de swing, nuevas percusiones, y vertiginosas escalas en la guitarra, es otra de las leyendas del Salón. En el primer volumen de esta colección, Light my fire, se lo puede ver y escuchar con toda su banda, más un invitado especial: Peter Green (fundador de Fleetwood Mac), haciendo el hit "Black magic woman".
Eric Clapton
INGRESOS: 1992, 1993, 2000
Este caballero de la guitarra ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll en tres oportunidades. La primera en 1992 con la formación de los Yardbirds, la segunda al año siguiente con los Cream (Ginger Baker, Jack Bruce completando la formación, y protagonizando una reunión largamente esperada), y en el año 2000 le tocó como mérito a una carrera solista que sigue volando en las 6 cuerdas.
Roy Orbison
Ingreso: 1987
Bruce Springsteen fue el encargado de hacer el discurso para el ingreso de esta voz inconfundible, tan ligera como aguda, y que surtió de títulos fundamentales al rock. Luego, ambos arremetieron con un clásico: Pretty woman, que, más allá de cierto caos escénico, algunas desprolijidades, estuvo teñida de esa emoción que tienen los homenajes sentidos a alguien que fue clave para El Jefe.
The Who
Ingreso: 1990
Roger Daltrey, John Entwistle, Keith Moon y Pete Townshend. Ellos, los Who, con sus adrenalínicas performances en vivo, también tienen su lugar en el Salón (y en esta histórica colección de DVD). Un sonido que marcó una época, una inflexión fundamental en el género, a fuerza de los saltos de Townshend, y las comprometidas y desgarradoras interpretaciones de sus socios.