PHOENIX | "Es una ley racista, y claramente está dirigida contra los hispanos. Me siento como un nazi". Paul Dobson, un policía con 20 años de experiencia en Arizona mira a la cámara con seguridad. Es protagonista de un video difundido a través de la comunidad Cuéntame, que en Facebook está dirigida a los hispanos que viven en Estados Unidos.

"La gente no confiará más en nosotros", dice el policía, "nuestro trabajo está en peligro. La Constitución dice que todas las personas tienen derecho a ser protegidas. Con esta ley ya no será así". Él mismo se ofreció a la web: "Me gusta su proyecto y quiero colaborar en él. Soy un policía de Phoenix", les dijo en un correo electrónico, contó Axel Caballero, uno de los administradores de esa página.

Dobson es uno de los policías que se oponen a la gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, que afirma que "la gran mayoría" de los inmigrantes que llegan a su estado son usados como mulas por los narcotraficantes; y al sheriff de Maricopa, Joe Arpaio, que se jacta de humillar a sus presos, condenados generalmente por delitos menores.

Pero no es el único en su profesión que rechaza la norma que al final fue modificada: los agentes Martín Escobar y David Salgado dieron un paso más y presentaron 2 de las 6 demandas interpuestas en contra de la ley de inmigración. Su argumento coincide con el del gobierno de Barack Obama, que logró la suspensión judicial de 4 artículos de la ley, uno de ellos el de la "sospecha razonable".

La ley "sólo pone barreras y rompe las relaciones que habíamos creado con la comunidad", opina Escobar. Y Dobson lo explica con un ejemplo: "Si una inmigrante sufre violencia doméstica, dudará en llamarnos. Y si no habla bien inglés, estoy obligado a pedirle su documentación, y estaría obligado a denunciarle. Se lo van a pensar dos veces antes de llamarnos. Ya no confiarán en nosotros". EL PAÍS DE MADRID