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Los disidentes cubanos cerraron ayer su visita en Uruguay, reuniéndose con el presidente Mujica y el vicepresidente Astori. Ambos fueron "receptivos" a los planteos de los cubanos pero no asumieron compromisos. De las reuniones, no hubo fotos.

Sobre las cinco de la tarde, la delegación de 15 cubanos disidentes (ex presos políticos y fundadoras de las Damas de Blanco) llegó hasta la Torre Ejecutiva para entrevistarse con el presidente José Mujica, lo que no estaba previsto en la agenda de los visitantes.

Para ayer estaban fijadas las reuniones con el ex presidente Julio María Sanguinetti, el presidente del Partido Independiente Pablo Mieres y con el vicepresidente Danilo Astori.

Durante el encuentro con Mujica -que se extendió unos 30 minutos-, el jefe de Estado recibió las inquietudes de los disidentes pero sin asumir compromisos ante los planteos para iniciar una apertura democrática y lograr el respeto de los derechos humanos en la isla.

"Él (Mujica) escuchó lo que le dijimos y fue muy atento con todos nosotros", dijo Alejandro González Raga, ex preso político cubano, en la conferencia de prensa que la delegación ofreció luego en el Hotel Radisson Victoria Plaza.

"No venimos a buscar compromisos. Venimos a buscar ayudas", explicó González. "No venimos a exigirle al presidente Mujica un compromiso con nosotros ni con nadie" aclaró. Consultado sobre qué tipo de ayuda pretenden del Uruguay, marcó que desearían que pida que se respeten los derechos humanos en Cuba.

La delegación destacó la "cordialidad" y el "gesto muy amable" del presidente al recibirlos.

Un par de horas antes, sobre las 15, los disidentes cubanos se entrevistaron con el vicepresidente Danilo Astori, quien los recibió en su despacho en el Palacio Legislativo.

González destacó que el vicepresidente "fue muy receptivo, estuvo muy atento a lo que le planteamos y, en ese sentido, para nosotros es suficiente".

"Él no prometió nada, tomó nota de lo que planteamos y esperemos que haya resultados; queremos pensar que sí, que es posible", agregó.

El vocero de la delegación argumentó que la causa que promueven trasciende colores políticos. "El problema de los Derechos Humanos está por encima de todas las condiciones políticas; los derechos son cosas inherentes al hombre", dijo.

Ni Mujica ni Astori hicieron declaraciones tras estas reuniones. Incluso, en la página web de Presidencia se publicaron crónicas y fotos de las distintas actividades en las que participó ayer el presidente, con excepción de su entrevista con la delegación cubana.

Gira. La visita de esta delegación se enmarca en una gira por la región para "aprender" de los procesos que condujeron a los distintos países a la vida democrática, explicó Elena Larrinaga, presidenta de la Federación de Asociaciones Cubanas. El grupo, que ya estuvo en Perú y Chile, hoy llega a Argentina.

En la conferencia de prensa de la tarde, Larrinaga destacó la transición democrática uruguaya y se mostró "impresionada" por la ley de amnistía, como un ejemplo de civismo.

"Lo nuestro no es una cuestión de ideologías sino de derechos humanos y sentido común y hemos encontrado el mismo cariño, respeto y aceptación de todos los partidos políticos uruguayos", destacó la activista.

La delegación comentó algunas cifras que reflejan la situación deficitaria en materia de derechos humanos y de represión en Cuba. En 1959, la isla tenía 6 millones de habitantes y las instalaciones carcelarias eran 19. A 2010, la población se duplicó pero el número de prisiones rondan las 600, apuntó González Raga.

Por su parte, Blanca Reyes, representante de Damas de Blanco en Europa, recordó la relevancia de la labor de este grupo, fundado en 2003, cuando el régimen castrista detuvo a 75 opositores. Reyes subrayó que a las Damas de Blanco "no las financia ningún gobierno" sino los grupos de cubanos exiliados con sus aportes.

"Yo quiero para mi país lo que ustedes tienen aquí: una democracia con diferentes partidos" en la que "los políticos discutan en el Parlamento y después se tomen un café", dijo Reyes.

A la noche, la delegación acompañó la proyección del documental "Los nietos de la revolución", del cineasta Carlos Montaner, en la Sala Undermovie del Montevideo Shopping. La película, filmada de forma clandestina, muestra diversos testimonios contra el régimen.

La delegación de disidentes cubanos que cumplió ayer una visita de dos días a Montevideo, se reunió con las direcciones de los partidos Nacional, Colorado e Independiente. Solo le faltó el Frente Amplio.

Alicia Pintos, senadora suplente del Partido Comunista, dijo a El País que si bien en Cuba "queda algún preso político", la situación en la isla no tiene "las proporciones que hay en otros países", y defendió al régimen de los Castro.

"Como hay gente en contra de Cuba, también lo hay a favor. En Uruguay son más los que están a favor que en contra, entendiendo que puede haber errores en Cuba. La isla está dando señales de cambios importantes. No estoy a favor de ningún tipo de manifestación contra un país latinoamericano que ha luchado años y años contra el imperialismo, el bloqueo. Cuba se soltó después de la caída del socialismo real. Resiste contra todas las inclemencias económicas que le han creado. Cuba es un país abierto. Han ido ciudadanos de todas las naciones a verla. En Cuba queda algún preso político, pero no en la proporción que hay en otros países. Y nadie protesta contra ellos. En la misma isla está Guantánamo y se mantiene con presos políticos. Ello demuestra las cosas que han pasado en Afganistán donde hubo miles de personas muertas. Esos hechos muestran que los que protestan contra Cuba no son objetivos en sus protestas", dijo Pintos.