El ex comandante de la Armada, Juan Fernández Maggio, volvió a declarar ayer ante la jueza especializada en crimen organizado Graciela Gatti, para escuchar las grabaciones de las conversaciones telefónicas que aportó el contralmirante Manuel Burgos (jefe de la Flota Naval y ex responsable del Estado Mayor de la Armada), donde ambos militares hablaban del caso de las compras ficticias.
Burgos, enterado por la prensa de que Fernández Maggio lo había responsabilizado en el juzgado por las maniobras fraudulentas llevadas a cabo para simular la compra de una grúa hidráulica y un banco de pruebas para motores en 2008, llamó a Fernández Maggio para pedirle explicaciones sobre esa situación.
El diálogo fue grabado por Burgos sin autorización de Fernández Maggio, quien fue enviado a prisión por la jueza Gatti el pasado 20 de agosto junto a otros tres oficiales navales por su responsabilidad en la simulación de las compras. También fue enjuiciado pero sin prisión un cuarto militar.
Según Burgos, las conversaciones telefónicas evidencian que Fernández Maggio lo implicó en el juzgado, pero cuando él le pidió explicaciones, no mantuvo su versión de los hechos.
Sin embargo, para la defensa de Fernández Maggio, ayer se aclaró, tras escuchar las grabaciones, que el ex comandante "dijo en esa conversación privada que fue grabada sin su autorización, lo mismo que había declarado en el juzgado", explicó a El País su abogado, Amadeo Otatti.
El defensor estimó que tras las aclaraciones realizadas en la audiencia de ayer ante la jueza Gatti, la prueba aportada por Burgos contra su cliente no tendrá incidencia durante el juicio.
Fernández Maggio, junto con los oficiales Gerardo Feble y Pablo Da Costa, fueron remitidos a prisión. En tanto, con reclusión domiciliaria fue enjuiciado el marino Danilo Damonte.
En los próximos días, la jueza Gatti y la fiscal Mónica Ferrero retomarán la investigación relativa a otras 16 compras que se presume que también fueron fraguadas por la Armada.