1/4:  20101120 440x600 ()

2/4:  20101120 800x486 ()

3/4:  20101120 800x488 ()

4/4:  20101120 655x600 ()

LA HABANA | THE ECONOMIST

Cuando los líderes de Cuba quieren dar una señal de cambio, o reafirmar una política, convocan al congreso del Partido Comunista, como hizo ahora Raúl Castro. Estos encuentros se realizaban cada cinco años, pero el último fue en 1997.

Desde entonces, los problemas económicos, la enfermedad que llevó a Fidel Castro a abandonar la Presidencia en 2006, y la palpable indecisión, han derivado en reiteradas postergaciones de lo que sería el sexto congreso. Muchos suponían que nunca tendría lugar.

Por fin, ahora, Raúl Castro, quien reemplazó a su hermano mayor y fue formalmente designado Presidente en 2008, convocó al congreso para fines de abril, para "tomar decisiones fundamentales respecto de cómo modernizar el modelo económico cubano". El anuncio surgió poco después de que el gobierno reveló planes para despedir al menos a 500.000 empleados públicos y alentar a más personas a buscar el autoempleo o formar cooperativas. El congreso aprobará nuevos "lineamientos rectores de política socio-económica", que fueron expuestos en un opúsculo de 32 páginas difundido hace diez días.

Por tanto, ¿los hermanos Castro, que están en el ocaso de sus vidas, se preparan para liderar a Cuba hacia una economía mixta, similar a la de China? ¿O estas reformas son simplemente medidas de corto plazo, que pueden revertirse y están diseñadas para mitigar una aguda escasez de dinero en efectivo? La lista difundida por el gobierno, de 178 líneas de trabajo por cuenta propia permitidas, constituye lectura desalentadora para quienes desean reformas profundas. Si a un burócrata comunista le pidieran que presentara a sus superiores un documento que identificara las áreas de actividades privadas que no plantearan amenaza al Estado, este sería el indicado.

Ahora, los cubanos pueden trabajar legalmente por su cuenta como payasos, cosiendo botones o como bailarines de vestido extravagante (a la usanza del cantante popular cubano de estilo romántico de la década de los `40, Beny Moré, de acuerdo con lo que especificaba la lista de manera extraña). Se permite reparar muebles, pero no venderlos. Sin embargo, la lista también incluye oficios más convencionales como la construcción y el de sanitario. Los medios de comunicación estatales han enfatizado que el trabajo por cuenta propia debe ser considerado, a partir de ahora, un estilo de vida aceptable y quienes opten por el mismo, ya no serán "estigmatizados". Aun así, los lineamientos insisten que el autoempleo no será permitido para "acumular propiedades".

Una manera de interpretar estos cambios es que en lugar de crear nuevas oportunidades, simplemente legalizan lo que ya era una difundida economía informal de emprendimientos privados clandestinos. Los cubanos que trabajen por su cuenta, ahora deberán pagar impuestos, con tasas que oscilan entre 25% y 50%. Pero, permitir la generalización de los negocios privados requiere otra diversidad de cambios.

Se abrirán nuevos locales de venta al por mayor, donde podrán adquirirse los suministros. Quienes trabajen por su cuenta, podrán contratar personal más allá de su familia. Ese es un cambio grande: desde la década de los `60, el uso de las palabras "empleado" y "empleador" ha sido fuertemente desalentada. Los salarios ya no serán topeados. Podrán alquilar, comprar o vender sus viviendas.

Muchos cubanos permanecen escépticos. Muchos recuerdan la primera limitada apertura a la actividad privada que hizo Cuba en la década de los `90 (después del cuarto congreso del partido, en 1991), cuando se permitió a las personas alquilar cuartos y tener sus propios restaurantes. Esos negocios prosperaron durante un breve periodo. Sin embargo, no bien mejoraron las finanzas públicas, a medida que el petróleo venezolano barato reemplazó a la desaparecida generosidad soviética, las autoridades cesaron la emisión de nuevas licencias para el autoempleo y sofocaron a las empresas familiares con impuestos draconianos e interminable burocracia.

"Aquí, cuando hablan de reforma, realmente nunca tienen la intención de hacerla", dice Evelyn, estudiante en La Habana. Después de medio siglo de vida bajo los hermanos Castro, muchos cubanos están convencidos que nunca nada cambiará. Se han convertido en expertos de la sobrevivencia diaria y no evalúan el futuro. Puede esperarles un shock.

GOLPES. Los salarios cubanos son bajos (US$ 20 a US$ 30 por mes, al tipo de cambio no oficial) y tienen que acrecentar la libreta de racionamiento estatal para comprar en mercados de productos de granja caros. Pero, el Estado siempre les aseguró el empleo, beneficios en el lugar de trabajo, atención de la salud gratuita y educación, así como viviendas y transporte fuertemente subsidiados. Ahora, encuentra dificultades para hacerlo. Además de las ineficiencias de muchos años de planificación centralizada y de las dificultades provocadas por el embargo estadounidense, han recibido otros golpes, incluyendo huracanes devastadores en 2008 y menos turistas como consecuencia de la recesión mundial.

Raúl Castro tiene la visión de que Cuba ya no puede mantener el Estado hinchado y paternalista que heredó de Fidel y que la nómina de empleados debe guardar relación con la productividad. Economistas del gobierno calculan que un millón de trabajadores, o uno de cada cuatro empleados del Estado, son excedentarios. Los despidos ya comenzaron.

Oficialmente, la tasa de desempleo todavía es de solo 1,7%. Pero, basta recorrer la capital, donde además de encontrar a muchas personas sin hacer nada, los pordioseros son cada vez más frecuentes. Hay una nueva súplica de quienes piden dinero a los extranjeros que pasean: "Aquí no hay trabajo". Además de recortar los gastos de educación y salud, Castro tiene intención de eliminar la libreta de racionamiento para reemplazarla por ayuda dirigida.

La convocatoria del congreso del partido señala la culminación de un debate de cuatro años entre los líderes cubanos. Raúl Castro y sus aliados ganaron con claridad ante los jerarcas más doctrinarios promovidos por Fidel Castro después que abandonó la apertura limitada de la década de los `90. La salud de Fidel Castro mejoró este año. Sin embargo, en sus apariciones públicas y ensayos divagadores leídos en el noticiero de la noche, se ha limitado rígidamente a comentarios sobre temas internacionales.

CONTROL. La victoria de Raúl se ha reflejado en una gradual modificación del equipo de gobierno. Solo tres ministros designados por Fidel continúan en sus cargos y ninguno desempeña funciones en el área de la economía.

Raúl, quien anteriormente fue Ministro de Defensa, designó a oficiales del Ejército para cumplir numerosas tareas. El Ejército es la institución más eficiente de Cuba y ha jugado un importante papel en la industria turística desde los `90. Gaesa, el holding que tienen las Fuerzas Armadas, ha surgido como la fuerza dominante de la economía. Es dirigido por el yerno de Raúl, el coronel Luis Alberto Rodríguez. Una figura oscura que habla inglés con impecable acento de la clase alta británica (dice que lo adquirió de sus tutores en el KGB cuando era estudiante en la Unión Soviética) y hace ostentación de que su organización controla el 40% de la economía cubana.

Esa participación está destinada a crecer. El coronel Héctor Oroza, quien fue el número dos de Gaesa, en fecha reciente fue puesto al frente de Cimex, otro conglomerado del Estado, en reemplazo de su director civil. Cimex es la empresa más grande de Cuba, que genera más de US$ 1.000 millones. Procesa las remesas de dinero de cubanos en el exterior, así como alquila propiedades a extranjeros.

Los nuevos lineamientos rectores prometen intensificar la descentralización de la economía que Raúl favorece (y a la que Fidel se opuso), otorgando amplia autonomía a las empresas estatales. Se espera que financien sus propias actividades y serán liquidadas si no lo logran. Pueden tener más libertad para formar empresas mixtas con firmas extranjeras en nuevas "zonas de desarrollo especial" que apuntan a impulsar la creación de empleos.

En aparente preparación, muchas empresas han sido objeto de purgas. Los gerentes de Habanos, un fabricante de cigarros de hoja, fueron interrogados respecto de denuncias de que faltan US$ 60 millones. En septiembre, Pedro Álvarez, el ex jefe de Alimport, que maneja las importaciones de alimentos de EE.UU., fue detenido en su hogar. Se comenta que varios jerarcas del ministerio a cargo de las producciones de petróleo y níquel fueron detenidos después que los hallaron culpables de recibir y dar coimas.

"Los hombres de Raúl siempre han sospechado de algunos civiles que manejan los negocios cubanos", dice un hombre de negocios en La Habana. "Parece que se están deshaciendo de todos ellos".

SIN RESPUESTA. Los lineamentos no conectan todos los puntos de la nueva imagen económica, pero junto con otros anuncios recientes bosquejan la visión de Raúl: poderosas empresas estatales dirigidas por oficiales del Ejército, de confianza, un intento de aplicar impuestos y regular el mercado negro, mediante la autorización del trabajo por cuenta propia, y fijar los salarios, precios y empleo de acuerdo con los resultados de la productividad.

Proveer apoyo social será de manera creciente la tarea de las autoridades partidarias locales. El gran objetivo es impulsar las exportaciones, reducir la dependencia de las importaciones, y unificar las dos monedas de Cuba, que son los pesos locales sin valor y los "convertibles" más fuertes.

500.000 Trabajadores públicos perderán su empleo a causa de la reducción que lleva adelante el gobierno cubano por la crisis.

1,7% Es, oficialmente, la tasa de desempleo en la isla, aunque cada vez se ve más gente en la calle pidiendo dinero o trabajo.

El gran interrogante que no tiene respuesta es la sucesión. El congreso del Partido Comunista será seguido de una conferencia separada que discutirá asuntos políticos internos, en los que se pueden ofrecer pistas. Ocultos en algunas calles apacibles de La Habana están nombres que fueron famosos en otros tiempos y pueden ser incorporados como futuros líderes. Ahora, viven en la oscuridad.

El ex ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, pasa el tiempo pintando acuarelas. Se comenta que otro ex ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, trabaja como electricista. Se estima que Carlos Lage, quien fue primer ministro de facto hasta el año pasado, volvió a la práctica de la medicina. Quizás, el coronel Rodríguez ahora sea el delfín. O, quizás los hermanos Castro no hagan ninguna previsión para la sucesión.

De cualquier manera, quienquiera sea que asuma, heredará un sistema en el cual, por primera vez existe un lugar pequeño pero real para el emprendimiento privado. Frenar el crecimiento de los pequeños negocios puede resultar mucho más difícil que impedir que se establezcan. THE ECONOMIST

POLÍTICA SOCIAL Y EMPLEO

Eliminar las "plantillas infladas" sin medidas paternalistas. Más de un millón de empleos sobran en el Estado, 20% de la fuerza laboral, y ya comenzó el recorte de los primeros 500.000.

Como alternativa al recorte, ampliar el trabajo por cuenta propia en pequeños negocios y las cooperativas.

Eliminar partes de la Seguridad Social y aligerar la carga al Estado de servicios como comedores y transportes.

Eliminar gradualmente la "libreta de abastecimiento", el símbolo de la revolución que garantiza desde 1963 una canasta básica insuficiente.

VIVIENDA

Aplicar fórmulas flexibles para permuta, compra, venta y arriendo de viviendas.

POLÍTICA MONETARIA Y TRIBUTARIA

Avanzar hacia la unificación monetaria. Desde 2004 en Cuba circulan 2 monedas: el peso cubano y peso convertible. Los cubanos, con un salario promedio de 20 dólares, deben comprar en tiendas productos de primera necesidad a altos precios.

Ampliar progresivamente los impuestos, con mayores gravámenes a los ingresos más altos.

Conceder créditos a la pequeña empresa y a la población para compra de bienes y servicios.

INVERSIÓN EXTRANJERA Y COMERCIO EXTERIOR

Seguir fomentando la participación del capital extranjero" y su diversificación.

Incrementar las exportaciones de bienes y servicios.

EMPRESAS ESTATALES

Se prevé por primera vez "la liquidación" de empresas con pérdidas sostenidas en sus balances financieros.

Bajar al "número mínimo" las empresas que operan sólo con presupuesto estatal.

Consolidar la industria farmacéutica y biotecnológica, y la del níquel, principales exportadoras.

POLÍTICA ENERGÉTICA Y TURISMO

Elevar la producción de petróleo y gas, y acelerar los estudios geológicos con miras a explotar nuevos yacimientos.

Dinamizar, impulsar y diversificar el turismo.

DEUDA EXTERNA

Reprogramar los pagos.

INTEGRACIÓN ECONÓMICA

Priorizar al ALBA y la integración con América Latina.

AGRICULTURA

Modificar y agilizar el sistema de acopio y comercialización de los productos. Avanzar en la entrega de tierras ociosas en usufructo.