E. BARRENECHE / S. CABRERA
Sin votos para lograr una reestructura interna y amenazado por la conflictividad, el Frente Amplio (FA) reúne hoy a su Plenario Nacional, donde discutirá cómo mantener la unidad de acción y la gobernabilidad ante "intereses corporativistas".
El Partido Comunista (PCU) planteará hoy en el Plenario Nacional del FA la necesidad de respetar la "unidad de acción", que considera prioritaria. "Sin unidad de acción, el FA no existe", dijo a El País el dirigente comunista Daniel Berruti.
Sin embargo, en buena parte de la coalición de izquierda piensa que el PCU ha contribuido a afectar esa unidad de acción, con posturas confrontativas durante la discusión del Presupuesto y en las críticas a la gestión del ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y al presidente José Mujica.
De hecho, el vicepresidente Danilo Astori dijo esta semana en una entrevista en El Espectador que los planteos públicos del PCU "no ayudan en absoluto, sobre todo porque el gobierno necesita unidad de acción".
Las divisiones por la ley de Caducidad, las normas sobre funcionarios en el Presupuesto y la actuación de Gonzalo Fernández han puesto en juego la unidad frenteamplista.
Pero también hay una amenaza externa: el conflicto de Adeom, que provocó la acumulación de 7.000 toneladas de basura en Montevideo, la declaración de esencialidad ante el riesgo sanitario y la utilización de las Fuerzas Armadas para levantar los residuos domiciliarios. Esta situación abroqueló a los distintos sectores de la izquierda detrás del objetivo común de defender al gobierno y a la Intendencia.
En tanto, el PVP planteará en el Plenario que se mandate a los senadores del FA a votar el proyecto interpretativo de la ley de Caducidad, según dijo el dirigente Carlos Coitiño. Las bases harán planteos similares.
Para el diputado Jorge Pozzi (Nuevo Espacio) hoy será "fundamental la discusión de cómo se mantiene la unidad de acción" para que "no sea como Antón Pirulero, cada cual hace su juego". Desde el MPP, el diputado Aníbal Pereyra dijo que las diferencias "no pueden poner en duda la unidad de acción que hizo solida a la izquierda". La clave pasa por "fortalecer a una fuerza adormecida para lograr un compromiso" con el gobierno, dijo Pereyra.
El Partido Comunista entiende que "la principal dificultad que tiene el FA es ideológica" y que "el gobierno debe atender las necesidades de la gente respetando su programa y su historia", apuntó Berruti
PARTICIPACIÓN. El MPP propuso elecciones abiertas para designar el presidente y vicepresidente del FA, ya que hoy "los comités de base perdieron fermento", dijo Pereyra. Esa idea es apoyada por Asamblea Uruguay (que plantea elecciones para varias decisiones, como la reestructura) y por el Partido Socialista. La senadora socialista Mónica Xavier dijo a El País que debe haber elecciones en el marco de una movilización de todo el año y reflejando la voluntad de los frenteamplistas.
Pero el PCU lo rechaza. Berruti destacó que, pese a su enorme caudal electoral, el MPP tiene representación menor en las bases que el PCU: "Tienen pocos militantes en comparación con la votación".
El senador de la Vertiente Artiguista, Enrique Rubio, espera que en el Plenario comience una apertura de los procesos de cambios dentro del FA, entre ellos la formación de tres o cuatro grandes corrientes, y la aglutinación de la coalición en torno a sus ejes fundamentales.
"Es decir, la superación de un período de contrastes y de incapacidad política", expresó. A juicio de Rubio, "está en juego la gobernabilidad democrática" del país, "mucho más que un conflicto circunstancial".
BASES. Asamblea Uruguay pretende que el plenario defina el rumbo del FA y sea el puntapié para la reforma de la estructura. Los socialistas coinciden en que el Plenario "debe instalar grupos de trabajo que profundicen sobre el rumbo y reformas estatutarias".
El historiador Gerardo Caetano cree que el gobierno "tiene en su seno a los sectores más opositores" y afirmó en la radio del Sodre que "el Plenario ni el Congreso con su integración actual pueden darle rumbo a un partido de gobierno".
A pesar que buena parte de los sectores quieren reformar la estructura, restándole poder a las bases, eso no será posible porque el PCU -con peso en las coordinadoras- lo rechaza.
El politólogo Adolfo Garcé dijo que no es viable una fuerte reestructura interna y Pozzi indicó que "la mayoría para reformar la estructura depende del voto del PCU, por lo que es imposible reformar nada".
ESTATUTO
"El partido político más poderoso del Frente Amplio, por lejos, es la representación de las Bases", escribió esta semana el senador Eleuterio Fernández Huidobro en una columna donde asegura que "la estructura organizativa (del FA) está aherrojada". Fernández Huidobro advierte que "la militancia interna muchas veces feroz ha ido expulsando a la militancia de los comités de base". Pero admite que hoy el FA no tiene votos para reformar su estructura. En los hechos, para modificar los estatutos se requiere 2/3 de los votos del total del Plenario y es imprescindible que esté al menos el 50% de los votos de las Bases y el 50% de los grupos políticos. La decisión debe ser ratificada por el Congreso. La mitad del Plenario está compuesta por las Bases y la otra mitad por los grupos. El vicepresidente Danilo Astori dijo esta semana que esa proporción es "absolutamente desmesurada a favor de las Bases". Agregó las decisiones deben estar "en manos de la voluntad de los frenteamplistas".