El Poder Ejecutivo escogió a siete oficiales de las Fuerzas Armadas para cubrir las vacantes en el generalato, luego de sostener una serie de contactos políticos para viabilizar los nombramientos que deben tener el asentimiento del Parlamento.

Con estos ascensos, que cobrarán vigencia a partir del 1° de febrero, se completará la cúpula de las Fuerzas Armadas, desintegrada desde hace varios meses por distintos motivos.

La Fuerza Aérea tendrá una renovación de toda su estructura jerárquica superior, dado que serán ascendidos cuatro coroneles al grado de brigadier general. Ellos son Ismael Alonzo, actual jefe de la Brigada Aérea 3 de Boiso Lanza; Arturo Silva, titular del Comando Aéreo Logístico; Alberto Zanelli, quien cumple funciones en el Estado Mayor de la Defensa; y Antonio Alarcón, actual representante de la FAU ante Naciones Unidas.

En la Armada hay dos vacantes a cubrir. Los futuros contraalmirantes serán los actuales capitanes de navío Daniel Núñez y Ricardo Giambruno. El primero es el actual jefe del Estado Mayor naval, y Giambruno tiene destino en la División Logística del Estado Mayor.

La séptima vacante a cubrir desde febrero será en el Ejército, donde será ascendido al grado de general el coronel Juan José Saavedra, el más antiguo en el grado. Actualmente Saavedra es el segundo jefe de la Reserva de la fuerza.

CONTACTOS. Los ascensos propuestos tienen el aval del presidente José Mujica.

El ministro Luis Rosadilla realizó una serie de contactos políticos para informar a todos los partidos sobre los nombres propuestos que necesitan la venia del Parlamento. Rosadilla se reunió con los senadores Carlos Moreira (Partido Nacional), Julio María Sanguinetti, Pedro Bordaberry y José Amorín (Partido Colorado), y con Pablo Mieres (Partido Independiente) y Jorge Brovetto (Frente Amplio).