MATÍAS CASTRO
Fue un año en el que se reafirmó un rumbo. Si las series estadounidenses volvieron a probar que son una opción mejor que la media del cine, la farándula rioplatense se reafirmó en su lugar de destaque. En Uruguay hubo un poco de ambos hechos.
Martin Scorsese debutó en septiembre como director de televisión con el primer episodio de El imperio del contrabando, o Boardwalk empire. Lost llegó a su final en mayo luego de seis años de enredar más y más a sus seguidores en medio de teorías de todo tipo y color. Al mismo tiempo los canales de cable de Latinoamérica han acercado las emisiones de algunas de sus series (Lost en particular) a la de las versiones originales en Estados Unidos, como medida para enfrentar a la piratería, cuyos recursos ofrecen incluso ver las series en vivo, subtituladas muchas veces en tiempo real por los mismos espectadores.
Internet se ha metido en el juego con un peso que llegó a afectar a la serie chilena ¿Dónde está Elisa? Cuando se emitió en Uruguay por canal 10, con un rating altísimo, los espectadores se debatían entre seguirla con suspenso o enterarse del final gracias a quienes lo habían visto pirateado de Chile o quienes lo habían leído. También fue una herramienta para Marcelo Tinelli, la figura más poderosa de la televisión en esta zona del globo. Es que los resultados de Bailando, con fotos, videos y hasta comentarios, se podía ver en Uruguay muchas horas antes que su emisión local, cosa que no le impedía alcanzar cuotas mayoritarias de público.
La televisión continuó este año un rumbo que había comenzado antes y que apunta a convertirla en un enorme abanico donde caben los escándalos de Moria Casán, las extravagancias de Ricardo Fort, los incansables esfuerzos uruguayos por crear series de ficción (y por dejar atrás el nocivo prejuicio que afirma que aquí solo se pueden hacer programas de entretenimiento) y la carrera de las series dramáticas estadounidenses por convertirse en una mejor alternativa que el promedio del cine de ese país. En este contexto no sorprende como para muchas familias y parejas es ya una actividad aceptada reunirse a seguir series con pasión.
El canal HBO ha sido uno de los grandes responsables de estos rumbos, a la hora de marcar un estándar alto en todos los rubros. Este año volvió a jugar fuerte con la miniserie The pacific, nueva asociación de Tom Hanks y Steven Spielberg para repasar historias de la Segunda Guerra. Si bien tenía un vistoso despliegue de producción, una buena reconstrucción histórica y hasta una cuota informativa, carecía de un argumento atrapante para el espectador que no estuviese directamente interesado por los temas bélicos.
Pero el mismo canal marcó un punto alto completo con Boardwalk empire. Steve Buscemi como protagonista, Martin Scorsese como productor y muchos de los responsables de Los soprano involucrados le dieron un nivel muy alto.
Hay dos viejos axiomas que quedaron atrás. Uno es el de que la única ficción seriada apta para mujeres que querían ver algo más que los dramas venezolanos o colombianos eran las telenovelas brasileñas. Y otro es que las sitcom han quedado en segundo plano como la gran especialidad de la televisión estadounidense. Si bien siguen apareciendo muy buenas sitcom, como Modern family, las series dramáticas han constituido la base de toda una revolución en el entretenimiento cotidiano. Un espectador cualquiera puede pararse a elegir entre Breaking bad, Dexter y Mad Men, como ejemplos reconocidos con cierta unanimidad, y encontrar que las tres tienen argumentos y personajes complejos, interesantes y, además, dinámicos.
En la última década la televisión ha vivido un proceso de segmentación muy fuerte, cuyas consecuencias se ven ahora. Cada vez los canales se especializan más en su público y así refinan sus propuestas. Por eso mismo las opciones abarcan, literalmente a todo el mundo (y los programas para bebés son la mayor prueba del proceso).
Las series de ficción también son un reflejo de lo mismo. Lamentablemente desde Argentina no aparecieron demasiadas opciones de interés como en años anteriores. Allí el panorama parece dominado por las vedettes y la farándula, entre los que hay varias estrellas uruguayas. Su aparición en ese ambiente, también, ha influido en la dinámica de la televisión. Pero como siempre ocurre, la historia de este medio seguirá y evolucionará sin detenerse.
Las cifras
4: Son los espectadores que hizo la final de "Showmatch" en Argentina. Fue el pico de audiencia de la televisión riplatense en el año.
13.5: Son los espectadores que vie-ron el capítulo final de "Lost" en EE.UU. Además se emitió en directo en nueve países más.
Cinco opciones destacadas en series de ficción de estados unidos
Breaking Bad
con futuro prometedor
El violento espiral descendente del profesor Walter White en el mundo del narcotráfico constituye el eje de la mejor serie actual. Y tiene mucho por delante para contar.
Glee
Todo un fenómeno
Con su segunda temporada en el aire, esta historia musical entre jóvenes ha arrasado en todo el mundo. Su música, además, se edita aparte y arrasa en las disquerías.
Lost
Final en todo el mundo
Es cierto que la final de "Lost" dejó muchos desconformes. Pero también es cierto que su emisión (legal y pirata) fue un evento mundial sin precedentes en la televisión.
Dexter
todo un personaje
Aunque el argumento no satisfaga a todos, Dexter Morgan no deja de ser el mejor personaje de la televisión actual. La quinta temporada lo hizo evolucionar un paso más.
Mad Men
tocada por los emmy
Ganó el premio Emmy a "Mejor Serie Dramática" en los últimos tres años y se consagró como una de las opciones más elogiadas, por su trama y por sus personajes.
de las dos orillas
Charly en el aire 2
El proyecto impulsado por el actor Álvaro Armand Ugón logró quebrar un límite histórico para las series uruguayas de ficción y llegó a su segunda temporada. El final se emitió, justamente, este sábado y cerró un ciclo que fue bien acompañado en cuanto a promoción. La ficción nacional televisiva, que sigue pendiendo de hilos finos, ha logrado una continuidad y una cantidad inéditas hasta hace un par de años. Si las series de ficción son costosas de producir, en los últimos años la posibilidad de intercambios de figuras (como el que promovió Florencia Peña luego de Porque te quiero así) y de ventas en el extranjero (como logró Voces anónimas) han impulsado a los canales y los productores a arriesgar. Charly en el aire demostró que es posible.
Showmatch 2010
Sin importar los años ni las críticas, Marcelo Tinelli y su equipo se las arreglaron una vez más para estar al tope del rating y marcar la agenda del espectáculo televisivo en el Río de la Plata. La final de Bailando fue el programa más visto del año, con más de cuatro millones de espectadores en Argentina y 17.2 puntos de rating en Uruguay (donde fue el más visto del día, pero no del año). La extensa telenovela-reality protagonizada por los jurados, que incluyó las idas y vueltas de Ricardo Fort y algunas groserías de Graciela Alfano, más los escándalos por el erotismo de las coreografías pegaron fuerte otra vez.