Cruzan el planeta en un velero con una única misión: ser testigos de la polución causada por los plásticos. El sábado llegaron a Piriápolis, directo desde Namibia en un viaje de investigación científica. En su estadía procurarán abrir conciencias.
Ser testigos de la polución plástica en las aguas del planeta es la misión de la Fundación 5 Gyres (5gyres.org, es la dirección de su sitio web), cuyo velero "Sea Dragon", el único con el que cuenta este instituto estadounidense llegó el sábado de tarde al puerto de Piriápolis después de conectar Namibia con Uruguay en un nuevo viaje de investigación cuyos resultados pretenden difundir durante la estadía de su tripulación en Montevideo.
"El instituto viaja por todo el mundo, recorriendo los distintos océanos, para estudiar la polución plástica en las zonas subtropicales. Nadie había investigado el Atlántico Sur antes, así que nosotros estuvimos en noviembre en Brasil y salimos hacia Sudáfrica. Luego conectamos Namibia con Uruguay. Conseguimos un total de 120 muestras que luego serán analizadas. Se van rescatando pequeños pedazos de plásticos como botellas de shampoo y otro tipo de cosas", explicó Stiv Wilson, encargado de prensa y comunicaciones del instituto.
Él viajó con otras 12 personas que hicieron los distintos recorridos por el Atlántico. Los viajes se financian por esponsoreo corporativo y también por donaciones puntuales y sistemas de membresía, que van juntando dinero. También en el grupo de trabajo se encuentra un equipo de creadores audiovisuales, que están trabajando en la generación de un documental que será editado durante el año y lanzado en algún momento de 2012, cuando la expedición termine su tercer giro, por el Océano Pacífico Sur.
En su sitio web, el instituto deja entrever que tanta descarga de plástico al agua desde las grandes ciudades no solo ha afectado a la calidad del agua, sino que ya casi se ha vuelto un elemento más de los océanos. "El problema principal está en los plásticos en sí, que están fabricados para durar por siempre, pero diseñados para ser descartables", explican.
"USE Y TIRE". "Esta mentalidad de use y tire es un fenómeno relativamente reciente. Hace apenas una generación, solíamos empacar nuestros productos en materiales reutilizables o reciclables como vidrio, metales o papel, y en productos diseñados para durar. Hoy, nuestras tierras y playas están atestadas de paquetes de plástico y otros productos que no tienen valor al final de su corto ciclo de vida", explica el instituto en su sitio web. La intención es "fomentar la investigación y aportar elementos de juicio que conduzcan a un cambio de mentalidad", explicó Wilson. El fenómeno, que el año pasado incluso inspiró el disco Plastic Beach de la popular banda británica Gorillaz, se ha expandido a todo el mundo. Al mar, la basura plástica llega con relativa facilidad a través de los drenajes de las ciudades, y se va a la superficie del mar o hacia sus profundidades, comenzando a descomponerse lentamente.
A propósito del Océano Atlántico, también conviene recordar que es el lugar donde se aloja una enorme isla de basura de enormes proporciones. Según distintas organizaciones dedicadas a la conservación de los océanos, cada año en todo el mundo, 6,5 millones de toneladas de residuos terminan en las aguas del planeta.
"Desde las playas de Sumatra a Da Nang, desde las islas de Tailandia hasta Namibia, siempre siento que estoy en un lugar en el que ya estuve. En formas pequeñas de pedazos brillantes de plástico, una vez parte de mi shampoo, detergente o botella de mostaza, mi cartón de yogur. Donde vaya, encuentro nuestra mancha humana como algo imposible de evitar. En cualquier punto del Atlántico medio, la arena de las playas será un compuesto de sintéticos y geología", señaló Wilson en uno de sus últimos posts, días antes de que el velero llegara al Uruguay. "A no ser que tomemos una decisión por un consumo y activismo responsable consciente y bien informado, estas serán las arenas del futuro", agrega el texto.
Así es que junto a Pangaea Explorations y Algalita Marine Research Foundation, dos organizaciones que se encargan de estudiar la biología marina en todo el mundo, la 5 Gyres ("cinco giros" en español) organiza expediciones de investigación de las que participan periodistas, marinos y varios científicos que se unen a la tripulación. "Los resultados preliminares estarán en unos meses, pero básicamente, la primera conclusión es que el problema de la polución plástica es algo que está presente en el Atlántico Sur", señaló Wilson. "Cubrimos un área muy pequeña de océano, pero la cantidad de plástico que solemos encontrar es alarmante", agregó.
Wilson: "Cubrimos un área muy pequeña del Atlántico pero hallamos cantidades alarmantes".
Problema: "Las playas están atestadas de paquetes plásticos que no tienen un valor final".
Activismo en verano
El instituto 5 Gyres espera poder dar una serie de charlas a expertos y gestores de las áreas costeras durante la semana que piensan pasar en el país, además de hacer algunas investigaciones en las playas. Ayer se reunieron a las 17 frente al Hotel Argentino para desde allí bajar a la playa y tomar primer contacto con el público y recordarle a la gente lo que no debe hacer: arrojar residuos.
Ciclo de la polución en el agua
El ciclo de la polución del plástico en los océanos comienza con el consumo. "Casi todos los envases de productos que consumimos van directamente al agua". La conveniencia a corto plazo de usar y tirar productos fabricados a base de plástico, de los cuales se recupera apenas un 5%, tiene consecuencias catastróficas a largo plazo.
La polución daña ecosistemas marinos, y entra a la cadena alimentaria del mar. Actualmente es un peligro para la vida en el mar, y también para el ser humano, a la larga.
Los plásticos van a las corrientes lentas, acumulándose, y comienzan a circular. Gracias al viento y la rotación de la Tierra, los residuos se van acumulando en giros y en otras formaciones como verdaderos monstruos marinos de plástico. El giro del Pacífico Norte, ya investigado por el instituto 5 Gyres, tiene el tamaño de dos territorios de Estados Unidos, a pesar de que es un sistema flotante que cambia de tamaño y forma permanentemente. Hay cinco de estos giros en cada océano.
El plástico se acumula y concentra contaminantes, que son consumidos por la fauna marina del lugar. Varios estudios han encontrado especies muertas por consumir parte de estos residuos, confundiéndolos con alimento real. Por supuesto que también hay especies que luego son pescadas y consumidas por humanos, con los consecuentes riesgos para la salud humana.