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Policías indagados por un caso de secuestro y tortura

Testimonio. El denunciante relató cómo fue su cautiverio

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La Justicia indaga a varias personas, entre ellas varios policías, por el caso de un joven que dice haber sido secuestrado y torturado. Según la versión del joven se trata de una venganza puesto que había denunciado a efectivos por una golpiza.

El relato que hizo Gerardo Martín Cáceres (26) a El País sobre su periplo durante las horas de incertidumbre sobre su paradero refiere a una operación en la que habrían participado casi una decena de personas, con el propósito, asegura, de secuestrarlo y torturarlo.

Cáceres dice haber sido encañonado varias veces con armas de fuego, encapuchado y luego maniatado, razón por la que presenta marcas en las muñecas. También asegura que fue tajeado con un cuchillo y golpeado en el rostro y el abdomen, antes de ser abandonado en una cantera de balasto.

Por este caso la Justicia ha interrogado a más de una decena de personas, entre ellas varios efectivos policiales.

Para el joven este episodio tiene vinculación con la denuncia que realizó contra efectivos policiales luego de recibir una golpiza en un calabozo de la Seccional 1ª, tras haber sido detenido en la plaza 19 de Abril.

TESTIMONIO. Según Martín Cáceres todo comenzó cuando regresaba de José Pedro Varela -ciudad adonde había concurrido a vender para la empresa mayorista en la que trabaja- sobre las 21 del jueves.

A pocos kilómetros del lugar donde quedó la moto, Cáceres señala que desde un camino vecinal salió un automóvil, que describe como una camioneta Fiat de color oscuro, sin matrícula, que comenzó a aproximarse y que trató de hacerle perder el equilibrio. A metros de llegar al cruce con camino a Palo a Pique se arrojó de la moto a baja velocidad y comenzó a correr por la vía férrea. Ya dentro de la localidad de Villa Sara, fue alcanzado por varias personas que le cubrieron la cabeza con una capucha.

Luego fue maniatado y trasladado en el vehículo mencionado, estima que por espacio de al menos una hora por una carretera de asfalto.

"No sé si doblaban o no, sé que iban por carretera, por camino bueno, y después entraron en un camino de tierra, pero como 30 minutos, calculo, puede ser más, puede ser menos", relató el joven.

Cáceres señaló que al cabo de ese trayecto lo hicieron descender y con un alambre lo sujetaron a un caño de forma tal que permaneciera erguido y con los brazos estirados. Así dijo haber permanecido todo el tiempo que estuvo en ese recinto, que describió como un lugar con paredes irregulares, de madera con espacios por donde se colaba la luz.

En ese lugar fue golpeado, torturado y amenazado con un cuchillo por dos personas que permanecieron junto a él durante su cautiverio.

"Vamos a jugar, dice uno, `a ver quién pega más fuerte`, sabía que me iban a pegar a mí. Sentí un estruendo en el cachete que me sacudió toda la cabeza, `ahora te toca a vos`, del otro lado, otro estruendo", contó.

Cáceres sostiene que la situación cambió a raíz de la repercusión que el caso había cobrado en los medios locales. Esto fue comentado por una persona que llegó al lugar en un vehículo más moderno, que dio indicaciones sobre los pasos a seguir. Según el relato ya entrada la noche del sábado otro vehículo llegó al lugar. Le quitaron las ataduras, lo obligaron a tomar un puñado de pastillas que no pudo identificar: "un montón de pastillas, me dice `tomá todas o te mato acá nomás`, yo no quería problemas y me tragué todo".

Contó que luego fue introducido en un vehículo, que señala como una camioneta alta y espaciosa, para recorren un trayecto similar al anterior.

Luego lo bajan del vehículo, pasan un alambrado y caminan varios metros dentro de la cantera, contra una de las paredes. Allí lo vuelven a amenazar con dispararle si intenta mirar hacia atrás. El joven dijo sentirse sin fuerzas más que para arrastrarse hasta donde sería encontrado varias horas después. Luego de las revisiones médicas del caso fue interrogado por la jueza Elisa Zurbruck, quien continúa la indagatoria.

Dos días desaparecido

El domingo a media tarde se hizo oficial el hallazgo con vida de Gerardo Martín Cáceres quien había sido reportado como desaparecido el viernes anterior, cuando su motocicleta fue hallada abandonada en ruta 8 próximo a Villa Sara, a pocos kilómetros de la ciudad de Treinta y Tres, el viernes de madrugada. Sus familiares temieron lo peor. Dos jóvenes, conocidos de Cáceres, regresaban de pescar y lo encontraron cerca de la ruta, en la zona de la cantera, próximo al empalme de rutas 18 y 17, a unos diez kilómetros de Treinta y Tres y 20 del lugar donde se encontró la moto. Cáceres había denunciado haber sido sometido a una golpiza en el calabozo de la comisaría 1ra. de esta capital, tras haber sido detenido el 22 de diciembre pasado. "Este joven ya tuvo intervenciones con la Policía por desorden público, también por agresión verbal hacia los policías", dijo por su parte el jefe de Policía, Tabaré Gordiola, en declaraciones recogidas por Subrayado, pero declinó hablar del caso.

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