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Estrenan versión 2011

Hace 40 años que Stanley Kubrick sorprendió al mundo con una película futurista situada en Londres en la que Alex DeLarge (Malcolm McDowell), un peligroso criminal, es sometido a una terapia experimental creada por el gobierno para, en teoría, generar aversión a la violencia y reconducir la conducta de los delincuentes. La Naranja Mecánica fue la película de Kubrick que siguió a la legendaria 2001: Odisea del Espacio, y la obra que lo confirmó como un director con una extraordinadia imaginación y visión futurista.

La Naranja Mecánica, imborrable película de Stanley Kubrick, cumple 40 años desde su estreno en 1971, convertida en un ícono que a pesar de los ataques y la censura que sufrió se mantiene vigente, así como el libro de Anthony Burgess que la concibió.

Entonces, Kubrick sorprendió al mundo con una película futurista situada en Londres en la que el personaje Alex DeLarge, (que interpretaba Malcolm McDowell), era un peligroso criminal sometido a una terapia experimental creada por el gobierno para, en teoría, generar aversión a la violencia y reconducir la conducta de los delincuentes. El propio Kubrick retiró el film de cartelera en Inglaterra, su país de residencia, por miedo a las represalias por su excesiva violencia.

Fue la película de Kubrick que siguió al legendario filme, 2001: Una Odisea del Espacio y lo confirmó como un director de extraordinaria imaginación y como un cineasta de futuro. Tan así es, que cuatro décadas después, sus films siguen emocionando a las audiencias y se han convertido en películas de culto.

Ahora, la organización del Festival de Cannes decidió sumarse a la celebración del 40 cumpleaños, proyectando La Naranja Mecánica en el programa Classic Cannes para el disfrute de los seguidores y admiradores de Kubrick y su cine.

Con motivo de este homenaje, El Universal tuvo oportunidad de hablar en exclusiva con la esposa de Kubrick, Christiane, y con su fiel productor, Jan Harlan.

VISIONARIO. Christiane sabía muy bien que estaba con un genio, "tenía algo especial", contó, pero lo que nunca imaginó es que cobraría proporciones de leyenda, "todavía sigo impresionada del éxito que esta película tuvo. Sabíamos que era un buen material pero nunca imaginamos que llegaría a ser una cinta de culto".

A Christiane le sorprende cómo el futuro que Kubrick veía en ese entonces ya es parte del presente, "es muy interesante cómo se han hecho realidad muchas de las situaciones y elementos que planteábamos en la película respecto al futuro. Stanley era un visionario, eso también lo supe desde siempre", dijo.

Para el productor de Kubrick, Jan Harlan, algo muy valioso en el director son las diferentes lecturas que siempre logró darle a las historias, "los filmes de Kubrick tienen varias capas y significados y es importante aprender a mirar más allá de la superficie. Creo que es por eso que las películas de Stanley han perdurado a lo largo de los años, pues hay temas que a pesar del tiempo siguen estando vigentes y seguimos hablando de ellos hoy en día", señaló.

Kubrick era un hombre muy interesado en la política y en lo que ocurría en el mundo, "era un hombre que sabía observar muy bien la realidad y al que le gustaba reflexionar sobre ella. Por ejemplo, la forma en la que Kubrick habla de la inteligencia artificial en este filme es muy pesimista, pero según lo que se ha visto, sabía muy bien de lo que estaba hablando", recordó Jan.

En el mismo homenaje en Cannes, donde se estrenó la nueva edición restaurada, El Pais de España entrevistó al actor Malcolm McDowell quien, entre otras preguntas, respondió:

- ¿Qué siente al volver a ver La Naranja Mecánica??

- Algo muy diferente a lo que sentí durante el rodaje. Sabía que hacíamos algo bueno, pero nunca me imaginé que marcaría un hito. La novela de Anthony Burgess era genial, una obra maestra, pero Kubrick fue quien hizo de ella una película increíble. El libro era tan denso que se necesitaba una mente como la de Stan para diseccionarlo y contarte de qué va.

- ¿Y de qué va La naranja mecánica?

- Yo siempre la vi como una comedia negra, tan maravillosa como hilarante. Pero cuando se estrenó, me sorprendió y de algún modo me molestó que no se entendiera la sátira. Solo ahora el público es capaz de reírse con la cinta. Hicimos algo revolucionario que ha sido copiado hasta el infinito. Desde David Bowie hasta Madonna, no falta quien se ponga el bombín y emule sus imágenes.

EL UNIVERSAL MEXICO-EL PAIS.COM

En 1971, Alex DeLarge, un carismático y sociópata delincuente, líder de la pandilla los "drugos", llegó al cine para convertirse en un ícono social y político.

Mientras se filmaba la secuencia donde Alex es sometido al tratamiento Ludovico, McDowell sufrió una lesión en sus córneas que lo dejó ciego por unos días. En el rodaje, también se fisuró varias costillas; aunque esta vez en la escena en la que es golpeado y humillado en el escenario.

La secuencia en la que aparece la serpiente "Basil" fue introducida furtivamente por Kubrick cuando se enteró de que Malcolm McDowell le tenía fobia a los reptiles.

El suicidio de Alex se consiguió tirando la cámara desde el techo de un tejado. En el 6to intento la cámara cayó por delante, como se pretendía y el motor quedó en perfectas condiciones para poder ser utilizada y ponerla en escena.