En medio de una polémica por la calidad de los datos, el INE anunció que finalizó la etapa de "relevamiento" del Censo 2011. La información primaria indica que hay un estancamiento en el crecimiento de la población.
A cuatro meses de haber iniciado el trabajo de campo que debía haber terminado en el mes de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer hoy los resultados "preliminares" del Censo 2011. El anuncio se realizará, a la hora 11:00, en la Torre Ejecutiva.
Según la última actualización que realizó ayer el instituto en su página web, en Uruguay viven 3.176.250 personas; es decir, 64.753 personas menos que en el año 2004, cuando se realizó el último conteo de población que arrojó como dato final la cifra de: 3.241.003 habitantes.
Los datos primarios de 2011 indican un crecimiento respecto al censo del año 1996, cuando fueron registradas 3.163.763 personas. Más allá de eso, las cifras generales reflejan que en los últimos años la población uruguaya se mantiene en una situación de estancamiento.
Por otra parte, desde el sindicato de trabajadores del INE -que no conoce las cifras oficiales- se sostiene que en la información recabada hay "un crecimiento poblacional por un margen muy pequeño" en relación al conteo de 2004.
"Las proyecciones que se manejan revelan que somos un poco más", dijo a El País el presidente del sindicato de trabajadores, Mauricio Zunino. Pese a ello, sostuvo que las cifras indican que "las tasas de crecimiento poblacionales son muy bajas en Uruguay".
Improvisado. La etapa final del trabajo de campo se realizó como una carrera contra el reloj en las últimas semanas, luego de que hubiera fracasado el cumplimiento en las diversas fechas tentativas que se divulgaron oficialmente.
El eslogan "Septiembre, mes del Censo" se extendió más allá de octubre y noviembre, atravesó buena parte de diciembre y podía haber seguido hasta 2012 si el gobierno no hubiera puesto un freno a una dilación que fue calificada de "escándalosa".
Es sabido que durante los meses de enero y febrero hay un importante trasiego de población que impide relevar datos confiables.
Debido a ello, el INE optó por terminar el relevamiento mediante un "conteo" de población; esto es, preguntando a los entrevistados solamente cuántas personas viven en el hogar, qué edades tienen y de qué sexo son.
El largo cuestionario original, que suponía conocer desde los datos de la vivienda hasta el origen étnico de las personas, quedó pendiente de futuras entrevistas telefónicas.
En Montevideo, cerca de un 3% de los hogares (unos 15.000) fueron relevados mediante una planilla de papel llenada a mano. Esto supone una diferencia sustancial con el soporte digital empleado al inicio del relevamiento, lo que en su momento fue calificado como una de las principales fortalezas del "censo de derecho".
La directora del INE, Laura Nalbarte, admitió ayer en una entrevista con trabajadores del organismo que la planilla de papel fue su única opción para finalizar el conteo.
"Lo que planteó Nalbarte fue que el cambio metodológico era lo que se podía hacer dentro de las alternativas existentes. Dijo que peor era no terminar de relevar o llegar a momentos donde la población se mueve mucho", explicó Zunino a El País.
El formulario inicial aplicado en los primeros meses contenía más de 40 preguntas sobre la condición de la vivienda, la situación laboral, el origen racial y la situación conyugal de la persona.
El cuestionario requería al menos 20 minutos para su realización. Para concluir con el nuevo formulario diseñado por el INE bastan cinco minutos.
Zunino dijo a El País que la nueva metodología "se corresponde con un conteo de población", como el que se hizo en el 2004, más que con un censo en toda regla.
Además agregó que la dirección del instituto no tiene fechas para culminar la recolección de datos por vía telefónica.
En la última etapa del censo trabajaron 195 funcionarios a un promedio de 10 horas diarias, el doble de lo planteado por el INE en septiembre.
Esto se hizo para contrarrestar la lentitud en los primeros meses de relevamiento, en los que 5.094 censistas hicieron en 23 días menos de 70 entrevistas (un promedio de 3 por día), cuando debían haber realizado 300 por mes, según datos proporcionados por las autoridades del INE.
Responsabilidades. El sindicato del INE, que busca alguna cabeza que cortar, evalúa pedir la destitución del director del Censo, José María Calvo.
Zunino dijo a El País que el sindicato no reclamó ayer la renuncia de la dirección del Censo, pero podría hacerlo en una asamblea futura.
"Desde un principio cuestionamos los errores de planificación, porque denotan equivocaciones en el proceso de conducción del censo. Algunas de ellas, vinculadas a cuestiones operativas y de conducción, no son achacables a la dirección del INE, sino al director del Censo", explicó Zunino.
Sobre la calidad de los datos que serán presentados hoy, Zunino prefirió no expresar su opinión. Según dijo, esperará una entrevista con el responsable de la ejecución de la Encuesta de Evaluación Censal para evaluar la situación.
Esa encuesta, que supone la fase culminante del Censo, debía haber comenzado el 19 de septiembre, según el INE, para verificar la calidad de los datos obtenidos por los censistas. El 19 de septiembre, sin embargo, no había sido censada ni siquiera la mitad de la población.
destitución. El diputado nacionalista Javier García reclamó ayer la destitución de la dirección del INE por los errores en la implementación del Censo.
"Qué papelón. Al censo ahora para terminarlo lo hacen por teléfono. No se le puede creer nada de lo que dé, es una falta de seriedad nunca vista", escribió el legislador en Twitter.
En la misma línea, el diputado colorado Juan Manuel Garino dijo a El País que "los datos recabados en este censo traerán serias dudas".
Según dijo, "las políticas de Estado se van a basar en un periplo que ha tenido marchas y contramarchas. Con toda la desinformación y los errores que ha habido". Además agregó que no cabe duda que "hay responsabilidades políticas".
"Si no hay renuncias, por lo menos tiene que haber un mea culpa que explique lo mal que se hicieron las cosas. El censo insumió mucho dinero y no puede caer en saco roto", dijo.
dudas. Desde que las autoridades del INE comparecieron ante la Comisión de Hacienda de Diputados, a comienzos de diciembre, poniendo en evidencia las fallas de ejecución, el instituto se ha recluido en el hermetismo. Ni la directora Laura Nalbarte ni el responsable del Censo han contestado las llamadas telefónicas de la prensa. En su lugar colocaron a un "responsable de comunicación" que, ante cualquier pedido de datos oficiales, responde que no está autorizado a dar la información.
En la página web, que es el único sitio oficial del Censo, se registraban ayer 3.176.250 habitantes, 4.976 más que el día anterior.
Para llegar a empatar los datos de población de 2004, los encuestadores deberían incorporar unos 75.000 habitantes más en 24 horas, lo que no parece viable, ni siquiera recurriendo a encuestas telefónicas.
Los funcionarios que han estado trabajando en el Censo en las últimas semanas realizaron un esfuerzo que no se prodigó en las etapas iniciales.
Unos 41.000 uruguayos se anotaron para trabajar en el Censo. De ellos, menos de 6.000 se presentaron a los cursos de capacitación. 5.049 encuestadores iniciaron el trabajo el 1° de septiembre. A mediados de octubre, quedaban 4.062. A mediados de noviembre, todavía permanecían 1.072 voluntarios.
Cuando amaneció diciembre, el INE contaba apenas con 195 personas para terminar el relevamiento.
Uruguay tiene la tasa más baja de crecimiento del continente
Uruguay registra la tasa de crecimiento poblacional más baja de América Latina, un dato que preocupa a los demógrafos y al gobierno, como el propio presidente José Mujica lo remarcó a comienzos de diciembre. "Deberíamos pasar largamente los 4 millones de habitantes", dijo, si el país tuviera una tasa parecida a la media del continente.
Los datos registrados entre los censos realizados a partir de 1963 muestran ese declive.
Desde esa década, y hasta la presente, la población crecía a un ritmo de entre 6% y 7%.
La tasa bajó a partir del último censo de 1996, según se desprende de los datos recogidos en 2004 y lo que se lleva contado en el Censo 2011.
En 1963, la población uruguaya llegaba a 2.595.510; en 1975 los censistas registraron un total de 2.788.429 habitantes; diez años después, en 1985, aumentó a 2.955.241, y en 1996 -último año en que se realizó el censo "de hecho", en un día- la población era de 3.163.763.
De haber crecido a una tasa similar en estos años, la poblacíon uruguaya debía estimarse hoy en cerca de 3.500.000 habitantes. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística, más prudentes, arriesgaron en septiembre pasado una cifra para este año: 3.368.595.
Los datos actuales delatan que la preocupación presidencial no es infundada. El Censo mostrará que somos 100.000 menos de lo que se esperaba.