Durante tres años 28 personas estuvieron contratadas pero no pudieron trabajar. La razón, según el empresario, "la burocracia". El segundo free shop de Aceguá ahora es una realidad para esta ciudad fronteriza.
Luego de 34 meses de espera finalmente el Poder Ejecutivo autorizó al principal del free shop Mauá a abrir sus puertas en Aceguá, Uruguay. La instalación de esta nueva tienda dinamizará el turismo y dará mano de obra a 28 jóvenes de la zona, quienes aguardaban con expectativa desde hacía casi tres años la apertura del local a pesar de estar contratados y haber pasado por varios cursos de formación en ventas, según el principal de la firma.
La inauguración del "Mauá" reanimó la esperanza de los pobladores, ya que con él, según creen los vecinos, atraerá nuevos emprendimientos comerciarles e industriales lo que transformaría la realidad de un pueblo rural en un polo comercial y turístico importante en la frontera con Brasil.
La gerente Rosana Perales indicó que "las expectativas son muchas, se ha esperado tres años para lograr esto que dará muchas fuentes de trabajo directas e indirectas", lo que sumado a la otra tienda (Neutral) que hace ya un buen tiempo que está instalada en la zona, ocupa a unas 100 personas en el pueblo que tiene 1.500 habitante del lado uruguayo.
Mauá Free Shop tiene 900 metros cuadrados de superficie comercial y es posible que logre ampliarse. Comenzaron a trabajar 28 personas, aunque se piensa tomar 15 más en dos semanas aproximadamente, según lo dicho en su apertura.
El director este emprendimiento, que es el segundo en rubro en Aceguá, dijo a El País que hace 14 años está instalado en Paysandú, dos en Río Branco y ahora se habilita el tercero en Aceguá.
Daniel Laffitte indicó que "el avance en el desarrollo comercial con la instalación este nuevo comercio exclusivo para extranjeros, se constituye un empuje para la economía de Aceguá. Otros locales comerciales ya se están construyendo del lado uruguayo, aprovechando la avalancha de turistas para vender mercaderías como por ejemplo: vinos, dulce de leche y quesos", aunque quienes vienen de compras reclaman un Casino, un hotel y un restaurante. Aceguá no tiene hotel, pero sí algunos locales gastronómicos pequeños.
EXPANSIÓN. Esto posibilitará que muchas familias jóvenes que actualmente no tienen oportunidad de empleo, "puedan acceder al mercado laboral sin necesidad de alejarse de la zona", señaló Ederley Porciúncula, gerente general de las Tiendas Mauá en Río Branco y Aceguá.
Los gobiernos locales de ambos países celebran el desarrollo de la zona. "La cantidad de brasileños que vienen a hacer compras en los free shop, le ha dado otra dinámica a Aceguá", sostuvo el secretario de la Junta uruguaya, Gary García.
La sub prefecta del Municipio de Aceguá-Brasil, Marli Aguiar, indicó que "les abarata la vida a los brasileños al comprar mercaderías sin impuestos y además le da otra perspectiva a la zona", dijo. "En estos últimos meses Aceguá se ha venido transformando poco a poco con la instalación de otros comercios del lado brasileño, que permitieron también la ocupación de personas de ambos países, además de lo que ha sido el avance de Brasil con la instalación de la Sub-Prefeitura." Los visitantes provienen de San Pablo, Porto Alegre, Pelotas, Bagé y otras ciudades del sur de Brasil, pero debido a la falta de infraestructura en Aceguá solo vienen de compras y regresan a Bagé que está a 20 minutos de viaje, "ciudad brasileña donde encuentran más servicios", según lo comentó el comerciante aceguaense Edgardo Torres.
Laffitte en tanto estableció que se está apostando fuertemente al crecimiento de la Villa y a la integración, teniendo en cuenta que Aceguá tiene mucho desempleo.
"Buscamos captar gente joven para darle capacitación, estamos generando no menos de 65 plazas de empleo en ambas casas en Cerro Largo, todas las obras las hemos hecho con empresas locales además de los insumos y los puestos indirectos y servicios, lo hacemos exclusivamente con empresas locales lo que le hace muy bien a todos; tenemos una política de responsabilidad social consideramos que si le va bien al empresario le va bien al empleado, esto va a ser muy bien al departamento para que junto a esto lleguen otras inversiones como restaurantes y hoteles", sostuvo el empresario.
La peculiar realidad de la frontera le confiere una trascendencia única al emprendimiento. Esta pequeña ciudad de Cerro Largo comienza a vivir ahora un horizonte distinto. Familias que viven repartidas a ambos lados ven con esperanza la perspectiva. "La frontera es solo una línea imaginaria", recuerda un asesor del municipio de la ciudad gemela.
La cifra
34 es la cantidad de meses que se tomó el Estado, a través de Economía, para aprobar la apertura del free shop en Aceguá.
Casi tres años en el "freezer"
El hecho de permanecer 34 meses con el local pronto y el personal contratado para poder habilitar la tienda, generó una fuerte crítica de Laffitte a las autoridades del Ministerio de Economía, que son quienes autorizan estos comercios.
"Nosotros creemos que el gran problema que tiene el país es la burocracia: 34 meses demandó la apertura de este local lo que es una cosa inadmisible en cualquier parte del mundo, no solamente en perjuicio para el inversor sino al empleo que estaba indicando anteriormente lo que se postergó en demasía, es un tema de responsabilidad del sistema político, a mí me ha generado una incertidumbre y desazón. Estas cosas no pueden volver a repetirse, apostamos ahora al departamento de Artigas, donde vamos a abrir otro local, y esperemos que esto no ocurra", se quejó el empresario.
"La realidad es que estas trabas suceden de verdad y estos trámites no pueden exceder más de seis o siete meses", dijo.
De acuerdo a lo dicho por el director del "Mauá" las explicaciones que le daban al eran muchas "pero ninguna que justificara la demora. Pedimos una excepcionalidad como el colega de Neutral -el otro free shop- que ya está instalado, ya que al no haber depósito fiscal aún aquí en Aceguá, logramos que nos dieran el mismo sistema, de pagar el canon en la zona franca desde donde se trae la mercaderías", explicó.
Enfatizó el empresario que a su juicio "el talón de Aquiles para muchos empresarios que vienen a Uruguay es la burocracia, la eficacia significa sacar las cosas en menor tiempo posible, no digo con esto que no se hagan controles, pero tenemos derecho a exigir".
Ciudades se miran al espejo
"La frontera es solo una línea imaginaria que están marcadas con mojones", sostiene el Dr. Alfredo Castillo, asesor jurídico del Municipio de Aceguá en Brasil.
Aceguá (Uruguay) y Aceguá (Brasil), están localizadas en la línea de frontera al norte de Cerro Largo a medio camino entre Melo en Uruguay y Bagé en Brasil, a unos 60 km. de cada una.
"La gente trabaja un tiempo de un lado y otro tiempo del otro en arroceras o establecimientos rurales. Vive un tiempo en un lado y otro tiempo en el otro. Tiene sus hijos en Melo o en Bagé. Esta situación hace que cuando se llega al final de la vida activa, haya dificultades para acceder a una jubilación, una pensión", dijo Castillo.