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Dos jóvenes de 19 años que iban a formar un grupo de música tropical terminaron matando a una mujer en su casa. Se interesaron por dos órganos a la venta en Internet, fueron a ver a los vendedores con intenciones de robar y cometieron el asesinato.

María Valeria Musto Marotti tenía 33 años. Un delincuente la mató en la noche del sábado, en su propia casa. Su esposo, de 48 años, fue herido de un culatazo durante el atraco. Los policías de Hurtos y Rapiñas detuvieron a los dos autores del copamiento, ambos de 19 años, y a un menor de edad que los acompañaba. No tienen antecedentes, son del barrio Colón y "gente de familia", afirmaron fuentes del caso.

Según la versión policial, los dos jóvenes -que anoche se acusaban mutuamente de haberle disparado a la mujer- se habían interesado en unos instrumentos musicales que el matrimonio había puesto a la venta en Internet.

Concretaron para ir a la casa de la calle Juan José de Amézaga y Duvimioso Terra a la hora 22. Estuvieron unos 20 minutos probando los órganos en casa del vendedor, que es músico.

"En determinado momento sacan las armas y les piden la plata", indicaron fuentes del caso. El hombre les dijo que no tenía dinero. Según la versión policial, su esposa se arrodilló en el piso y él la abrazó para tranquilizarla. En ese momento, "las cosas se les van de las manos" a los rapiñeros. El hombre recibió un golpe en la cabeza con la culata de una de las armas y su esposa fue baleada.

Tras los violentos hechos los dos hombres escapan de la casa. A la hora 22.40, un equipo de Radio Patrulla fue informado por un taxista de que se había perpetrado una rapiña y dos sujetos se habían alejado del inmueble cargando dos órganos musicales, aportando la descripción de ambos.

En Cabildo y Coquimbo fue detenido uno de los jóvenes llevando uno de los teclados. Al mismo tiempo, otro patrullero auxiliaba a las dos víctimas heridas en la casa de Amézaga. María Valeria Musto fue traslada al Hospital Español donde falleció una hora más tarde.

La Policía encontró un arma en una azotea vecina, un revólver 357 y busca la otra arma, que los delincuentes también arrojaron cerca del lugar del atraco. No se había determinado ayer cuál de las armas había sido usada en el crimen. La Policía busca, además, a otros dos miembros del grupo que los esperaban en un auto.

Son los restantes miembros del grupo musical en formación que habían planeado el robo para equiparse.

El menor de edad había estado días antes en casa de las víctimas como interesado en los instrumentos que estaban a la venta, según pudo establecer la Policía. La Justicia toma declaraciones para esclarecer las responsabilidades.