El BID analizó la incidencia de las computadoras en la educación y criticó el Plan Ceibal. Resaltó la necesidad de capacitar a los docentes y afirmó que "dotar a los planteles de más máquinas hará poco para mejorar la calidad de la enseñanza".
El informe "Escuelas y computadoras: por qué los gobiernos deben hacer su tarea", del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirma que "dotar a los planteles educativos de más computadoras hará poco para mejorar la calidad de la enseñanza en América Latina y el Caribe, a menos que los países inviertan en la capacitación de los docentes y en el software educativo".
El estudio del BID plantea incluso una "versión mejorada" del Plan Ceibal que "es similar al programa estándar de una computadora portátil por estudiante, pero se diferencia en la intensidad de la capacitación que se imparte a los docentes e incluye el uso de software didáctico".
El uso de las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) en la educación "puede ser muy costoso y puede excluir importantes programas alternativos que ya registran resultados significativos", indica Alberto Chong, coordinador general del mencionado estudio.
Según la propia letra del informe, "los países no pueden pensar que van a mejorar el aprendizaje de los alumnos simplemente creando acceso a computadoras. La calidad en el uso es crucial".
Los investigadores realizaron ensayos de control sobre diversos proyectos de TIC en la región y descubrieron que "apenas el 14%" de los proyectos incluidos en la muestra se beneficiaron "considerablemente" de la adopción de las computadoras, mientras que el 57% obtuvo "beneficios parciales" y el 29% "un beneficio mínimo" al contar con estas herramientas para los alumnos en las aulas.
El informe agrega un apéndice de "lecciones aprendidas sobre el uso de las computadoras en la educación" en el que afirma que "hay incertidumbres importantes en cuanto a los efectos potenciales de programas de amplia distribución de computadoras portátiles a alumnos", ya que "los programas que pasan por alto la formación de los docentes y el desarrollo de programas de software pueden producir bajos resultados".
El BID determina además que si los niños "carecen de una supervisión constante de adultos en el hogar, pueden pasar más tiempo usando sus computadoras de formas que no contribuyen a su formación, en vez de hacer sus tareas".
En contrapartida, afirma que una inversión menor y más efectiva es la de las aulas de informática. "Darle a los alumnos capacitación para el uso de computadoras durante una o dos horas por semana ha tenido efectos positivos en el aprendizaje y las oportunidades de empleo. Ésta puede ser una inversión más barata, especialmente para los países con recursos limitados", agrega.
En cuanto a costos promedio, crear y mantener un "laboratorio de computación" en un centro educativo cuesta aproximadamente US$ 23 por alumno en América Latina; "muy por debajo de los US$ 217 por alumno que cuesta un programa que dota a cada niño de una computadora", afirma el documento.
Quizás el único punto del informe en el que el Plan Ceibal sale ganando es el que afirma que "el uso de software de enseñanza por computadora en escuelas, para mejorar su educación en matemáticas, ha demostrado producir resultados prometedores en la región".
Control y evaluación
Los escasos esfuerzos por evaluar los resultados son "un aspecto un tanto desalentador" para el BID, y agrega que "sorprende dado el alto costo de las intervenciones". Asegura que mediante evaluaciones en gran escala "cuidadosamente programadas" se puede obtener información valiosa "para los gobiernos que deseen desencadenar el potencial de la tecnología y mejorar la calidad de la educación".