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Mujica admite que es presionado para vetar Caducidad y no lo hará

Reconocimiento. "Hay heridas viejas; no puedo imponer mi punto de vista"

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Aunque admitió que atraviesa por un "dilema" por la anulación de la ley de Caducidad, el presidente José Mujica reiteró que no vetará la ley a pesar de que dijo sentirse "presionado" para hacerlo. Según Mujica, este debate afecta la unidad nacional.

"No soy adicto a vivir mirando para atrás", respondió el presidente José Mujica ante una pregunta de la corresponsal de El País de Madrid en Buenos Aires, que lo entrevistara en su chacra de Rincón del Cerro el martes 12, el mismo día que su compañero de actividad política y militante de toda la vida, el senador Eleuterio Fernández Huidobro, renunciara a la banca por discrepar con la anulación de la ley de Caducidad.

Pese a poner de manifiesto que no comparte la decisión que se apresta a tomar el Parlamento a instancias del Frente Amplio, Mujica advirtió que no le puede "imponer" su modo de ver las cosas al resto de los ciudadanos, aludiendo a quienes impulsan la anulación de la caducidad.

Mujica dijo que en la sociedad "hay heridas viejas" que "desgraciadamente permanecen en alguna gente", hecho que "no les pasa a todos" sino a "gente que tiene ese reclamo", en lo cual explica por qué razón luego de dos pronunciamientos populares (1989 y 2009) se continúa intentando derogar los efectos jurídicos de la ley 15.848.

"En Uruguay hubo dos plebiscitos sobre el tema. Lo que sucede es que en los dos plebiscitos el voto fue contrario a la derogación de la ley de Caducidad. Lo cual no es equivalente a que la gente haya avalado lo que ocurrió en la dictadura. En el primer plebiscito la herida estaba demasiado fresca, había temor y racionalmente mucha gente prefirió intentar mirar adelante. En el segundo plebiscito había pasado mucho tiempo y había muchísima gente joven para la que éste no era un tema central", recordó el presidente.

DILEMA. Y luego aclaró en que a pesar de todo "eso no quiere decir que se avalaran las decisiones de la dictadura. Eso sería injusto con la sensibilidad de mi pueblo. Pero creo que una parte de la ciudadanía estaba harta de la discusión", declaró el mandatario en esa entrevista publicada en la edición dominical del matutino.

En otro momento de la entrevista, Mujica subrayó que ha recibido presiones desde distintos ámbitos para que vete la ley, pero reiteró que no lo hará, aunque admitió que se encuentra en "un dilema" entre el resultado de los plebiscitos y la decisión que tomará el 4 de mayo el Parlamento.

"Nos dicen que por qué no vetamos. Nos presionan para vetar. Pero nosotros ya habíamos declarado, cuando asumimos, que éramos contrarios al ejercicio del veto presidencial. Creo que el Parlamento tiene una enormidad de defectos, y también una virtud trascendente: es la cosa más representativa que tiene un país y por eso creo que el Ejecutivo no debe enmendarle la plana. Lo debe respetar, le guste o no", afirmó.

La oposición, los centros sociales de las Fuerzas Armadas y el senador del gobierno Jorge Saravia han sido quienes en forma pública han reclamado al presidente que, dado que consideran que no comparte la anulación de la ley, como queda en evidencia en la entrevista, ejerza la facultad presidencial del veto.

Mujica ha reiterado recientemente que no es partidario de aplicar el veto.

A continuación, admitió que se enfrenta a "un dilema entre las decisiones que tomó nuestro pueblo y la decisión del Parlamento, que aparece como enmendando el resultado de los plebiscitos. ¿Por qué lo hace? A una parte del Parlamento le parece que lo tiene que hacer", explicó.

El presidente indicó que esta fuerte discusión que se ha planteado en el ámbito político y también en la sociedad por la anulación de la ley de Caducidad, afecta la unidad nacional. "Dijimos desde el primer momento que queríamos construir, en todo lo que se pudiera, unidad nacional. Tuvimos bastante éxito y la oposición está participando como hacía años que no lo hacía", reflexionó, para agregar que "esta discusión no le hace bien a la unidad nacional, y por eso le pedimos al partido (Frente Amplio) que dejara deliberadamente fuera (de la discusión) al gobierno".

Y finalmente aclaró que no es "adicto a vivir mirando para atrás", porque "la vida siempre es porvenir y todos los días amanece. Pero esa es mi manera de ser. No se la puedo imponer a mis conciudadanos".

MAYORÍAS. Es "un disparate jurídico". Así calificó el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, al proyecto para anular la ley de Caducidad. "Es una violación flagrante a la Constitución y una burla a la manifestación de la voluntad popular", añadió a El País.

Y agregó un punto de vista diferente cuando recordó que si bien el Frente Amplio tiene mayoría de bancas, "no tiene mayoría de votos en la ciudadanía". "La mayoría en el Parlamento es el resultado de la adjudicación de bancas por restos. Por algo fuimos a segunda vuelta, porque no tuvieron la mayoría de votos", dijo Mieres.

"No sólo no respetan el fallo de un plebiscito sino que no tienen la sensibilidad de reconocer que la mayoría que tienen en el Parlamento no es reflejo del voto popular", indicó.

Unidad: Mujica admitió que el debate por la ley de Caducidad afecta la unidad nacional.

Renuncia

El ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, es contrario a la anulación de la ley de Caducidad. Lo mismo el conductor de su sector, la CAP-L, el senador Eleuterio Fernández Huidobro, quien votó cuando la ley se aprobó en el Senado y anunció que dejará su banca. Fuentes frenteamplistas ratificaron a El País que el ministro Rosadilla podría dejar el cargo una vez que el Parlamento sancione la ley que anula los efectos de la ley 15.848, de Caducidad, lo que ocurrirá el miércoles 4 de mayo.

El presidente cantó "A don José" con Los Olimareños

La presencia del dúo Los Olimareños en el Festival "A Orillas del Olimar", en la ciudad de Treinta y Tres, sumó un agregado inesperado con el presidente José Mujica y su esposa la senadora Lucía Topolansky cantando sobre el escenario la célebre composición del maestro Ruben Lena, "A don José".

Más de 30.000 personas concurrieron al festival la noche del sábado, en una de las jornadas de mayor cantidad de público que se recuerde en el parque.

Mujica llegó temprano y se ubicó en "el hongo", uno de los palcos que tiene el parque, desde donde hay una visión privilegiada. En la mesa solo estaban el mandatario, Topolansky y la perra "Manuela". Detrás, parado, se ubicó el intendente de Treinta y Tres Dardo Sánchez, que había formalizado la invitación a Mujica semanas antes, pero que nunca recibió confirmación oficial de la visita, sobre la que mucho se especuló en las horas previas.

Mujica disfrutó de la actuación del Guaska Mocha, personaje humorístico del flaco Alberto Rodríguez, que antecedió a Los Olimareños.

El plato fuerte de la noche fue seguido por el presidente y su esposa desde la misma ubicación hasta cerca del final. Sorpresivamente ambos se levantaron de la mesa, descendieron por una escalera lateral y en medio del gentío subieron a un auto que circunvaló el parque y los llevó hasta detrás del escenario, donde sin prácticamente hacer declaraciones a los periodistas allí apostados, ocuparon 2 sillas a un costado de la banda que acompañó al dúo.

Ya con Mujica a pocos metros vinieron otras dos canciones, un amago de despedida y el momento cumbre en que Walter "Serrano" Abella convocó a la pareja presidencial a acercarse, recibir de manos de Sánchez y Mier un regalo, y compartir el momento más emotivo de la noche, cuando el fugaz cuarteto entonó "A don José" con la multitud haciendo coros.

La del sábado fue la segunda vez que el presidente canta "A don José" con Pepe y Braulio, habiendo sido la anterior el 1º de marzo de 2010, tras asumir en plaza Independencia.

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