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DIEGO FERREIRA

Con la ronda salarial casi cerrada, los empresarios se quejan por los elevados costos que conllevarán los próximos ajustes. El Pit-Cnt replica que los aumentos derivan de acuerdos apoyados por los empleadores.

"Es una ronda que ha salido cara al sector empresarial", evaluó Juan Mailhos, asesor de la Cámara de Comercio, cuando los Consejos de Salarios prácticamente llegaron a su fin. Más del 90% de los 120 grupos que debían negociar en esta etapa ya cerró su acuerdo y solo están pendientes algunos grupos pequeños y los "residuales", que abarcan a los trabajadores sin representación sectorial y que se dirimen entre el gremio de la rama y la cámara empresarial.

En este marco, Mailhos dijo que el Poder Ejecutivo "sobrepasó los lineamientos" en algunos grupos de actividad con salarios sumergidos, particularmente aquellos que emplean mano de obra intensiva como los rubros de limpieza, seguridad, supermercados y tiendas.

Para esos sectores se había establecido un porcentaje de aumento del 18%, "pero eso fue sobrepasado" en varios casos, afirmó Mailhos. El asesor de la Cámara de Comercio advirtió que estos aumentos pueden volverse un compromiso difícil de cumplir para las empresas.

Del otro lado, los trabajadores minimizan los anuncios agoreros de los empresarios.

Milton Castellano, director del Instituto Cuesta Duarte (que asesora al Pit-Cnt), recordó que los aumentos en esos rubros surgieron de acuerdos. Los convenios "no fueron por decreto del gobierno ni votación, sino que son acuerdos que incluyeron a los empresarios", explicó Castellano.

El director del Cuesta Duarte agregó que los aumentos deben acompañar el crecimiento económico del país y de la actividad comercial, donde existían salarios de $ 7.000 u $ 8.000 al momento de iniciar la negociación y que a su término no llegan a los $10.000 nominales. En todo caso, a través de la negociación "se está corrigiendo una situación de injusticia", argumentó Castellano.

Como sucede desde la reinstalación de los Consejos de Salarios en 2005, los convenios de esta ronda contienen cláusulas de salvaguarda que prevén la renegociación de los ajustes en caso de que se dispare la inflación o cambie el escenario económico.

Según Mailhos, "en los convenios se está planteando una fuerte desconfianza de que el Poder Ejecutivo pueda controlar" la inflación.

Para el cálculo de los aumentos se tomó el centro de la banda de la inflación estimada por el Banco Central (5%). No obstante, esta proyección podría verse superada si se confirma la tendencia inflacionaria al alza que ya ubicó el Índice de Precios al Consumo (IPC) en un 4% en el período que va de enero a abril de 2011, y en más de un 8% en el último año móvil.

En tanto, las empresas han tomado algunos recaudos adicionales. Algunos de los sectores exportadores han atado la cláusula de salvaguarda a cambios en el precio del dólar o a los niveles de crecimiento sectorial, agregó Mailhos.

Más allá de estos ingredientes, una conclusión que surge de esta ronda de Consejos de Salarios es que los lineamientos sugeridos por el Poder Ejecutivo tuvieron poco eco entre trabajadores y empresarios.

El incremento de los salarios en base a variables de crecimiento y productividad sectorial fue una herramienta poco utilizada en la ronda. La explicación es que "no hay indicadores maduros" para medir estos procesos, explicó Castellano.

Tampoco prendió la propuesta del gobierno de celebrar acuerdos a tres o cinco años; en general, los convenios colectivos tienen una vigencia de dos años o dos años y medio.

Claro que también se han dado algunas excepciones. Mailhos dijo que le tocó cerrar un acuerdo con una extensión de 50 meses (cuatro años). El asesor empresarial prefirió no revelar en qué sector.

La ronda también deja algunas confirmaciones y novedades. En la amplia mayoría de los convenios negociados se incluyeron cláusulas que habilitan la instalación de comisiones de salud y seguridad laboral y de capacitación y formación profesional, a través del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).

Esta tendencia confirma el interés de los sindicatos, las cámaras empresariales y el gobierno en promover la calificación de los trabajadores, más aún en un contexto donde el desempleo se encuentra en un nivel estructural.

Otra novedad de esta ronda es la inclusión de la licencia sindical para los peones rurales, luego de cuatro rondas sin poder incluir este punto. Ahora, los trabajadores podrán dedicar horas laborales para desarrollar la actividad gremial y organizarse sindicalmente.

El asesor de la Cámara de Comercio, Juan Mailhos, señaló que la ley de Negociación Colectiva "no ha tenido ninguna incidencia" en la ronda salarial.

El dirigente afirmó que la norma, cuestionada por las cámaras empresariales, ni siquiera ha fomentado la negociación, al tiempo que han mantenido puntos discutidos como la ultra-actividad de los convenios. "En realidad, la ley de Negociación Colectiva ha demostrado a nuestro juicio que ha sido bastante inútil en los Consejos de Salarios", aseguró Mailhos. Las cámaras reclaman la modificación de la ley, siguiendo las observaciones formuladas por la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Precisamente, se espera que para el segundo semestre del año llegue una misión de OIT para evaluar el proceso de cambio de la ley.