Para los sindicatos del transporte el acatamiento fue de un 100%. A media tarde las paradas estaban colmadas. Sobre la hora 20 el Centro estaba casi desierto. Muchas oficinas y comercios cerraron antes para posibilitar el retorno a empleados.
Si bien la empresa Cutcsa mantuvo un servicio de emergencia hasta la hora 20 con entre 70% y 80% de los coches, la merma se notó desde las primeras horas de la tarde. Según testimonios recogidos por El País, poco después del mediodía la espera de un ómnibus en la Curva de Maroñas con destino al Centro llevó 40 minutos. Muchos coches pasaban llenos y habían acortado sus recorridos, aseguraron usuarios consultados.
El dirigente de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott), Luis Aguirre, dijo que el acatamiento del paro había sido "muy bueno". El dirigente indicó que la jornada se desarrolló con normalidad y estimaba en un 100% la adhesión a la medida.
El paro que se inició sobre la hora 0 y se extendió hasta la salida de los primeros servicios nocturnos de ayer, incluyó tanto a ómnibus del servicio urbano, como suburbano e interdepartamental. No obstante la compañía Copsa aseguró también un servicio de emergencia que en las horas pico alcanzó una cobertura del 80% y continuó hasta la noche. El gerente de la compañía, Álvaro Bértora, indicó que se adoptó la providencia "para que el público pueda ir y volver a trabajar".
La actividad en las oficinas públicas y los comercios también se vio resentida por el paro. Empleados de algunas oficinas públicas fueron autorizados a retirarse sobre la hora 15, si vivían a más de 20 cuadras del trabajo.
Los bancos, en cambio, trabajaron normalmente en sus servicios de atención al público. En el Centro muchos comercios comenzaron a cerrar entre las 19 y las 20 horas.
Por entonces las calles céntricas ya lucían desiertas.
Los centros de enseñanza también se vieron afectados. Las autoridades de la Enseñanza, en los niveles de Primaria y de Secundaria, había dispuesto en razón del paro que se justificarían las faltas de alumnos que residieran a más de 20 cuadras del centro de estudio. Para los maestros de Primaria la medida significó que, quienes residieran a más de 20 cuadras de la escuela donde trabajan, debían presentarse y colaborar en la escuela más cercana a su casa.
PARO DOBLE. Para el servicio de taxis la paralización fue de dos jornadas. El sindicato de taxistas (Suatt) emitió un comunicado muy duro, en el que atribuyó el crimen del trabajador al modelo económico aplicado por el gobierno. Su declaración, empero, no fue sostenida por el resto de la Unott.
Los trabajadores de los servicios de transporte colectivo urbano, suburbano e interdepartamental se sumaron a la medida recién a la hora 0 del lunes. Dirigentes de Unott señalaron que la dilación en la puesta en práctica se debió a que no se quería afectar la asistencia al clásico que se disputaba en el Centenario. No obstante, advirtieron que ante el mínimo incidente en una unidad de transporte se paralizaría de inmediato el servicio el mismo domingo. Ello no ocurrió.
El impacto del crimen en el sector se evidenció en declaraciones del presidente de la gremial única de propietarios de taxis (Cpatu), Óscar Dourado. "Tenemos que soportar continuamente pérdidas de verdaderos servidores públicos que somos los transportistas, que estamos expuestos más que nadie a este tipo de ataques", declaró a El Espectador.