EDUARDO BARRENECHE
En la noche del jueves, los funcionarios del Centro de Medidas Cautelares del INAU abortaron una fuga mediante boquete. En la madrugada de ayer viernes, tres rapiñeros escaparon de ese lugar tras limar las rejas. Ningún funcionario escuchó ruido.
A la hora 5 de la víspera, el gerente de los hogares con privación de libertad del INAU, Rolando Arbesún, concurrió al Centro de Medidas Cautelares (CMC), ubicado en General Flores y Bulevar Artigas, tras recibir la advertencia de una nueva fuga.
En el lugar, comprobó que tres menores rapiñeros se habían escapado tras cortar los barrotes con una sierra. La vigilancia era escasa: había un solo policía de guardia, señalaron a El País fuentes del CMC.
De los tres fugados, uno fue internado por rapiña y los otros dos por intento de rapiña, dijo Arbesún. Agregó que enseguida los funcionarios del INAU hablaron con las familias de dos internos para procurar su reintegro sin agravar la situación de los adolescentes.
El CMC fue inaugurado hace 43 días, presentado en sociedad como un establecimiento que alojaría a internos de otros institutos del INAU que estuvieran en etapa de reparaciones. Es decir, un centro cuyos internos iban a pasar un tiempo y luego serían derivados a sus lugares de origen.
De paredes de bloques, el CMC no mostraba a los visitantes una gran seguridad. Frente a las ventanas de los celdarios y para evitar que se vean desde la calle, se colocó una tarima que impide que el agente policial de guardia pueda ver actividad alguna en las celdas.
Las puertas de las celdas, de hierro reforzadas y con cerrojos, es imposible que se puedan abrir por dentro. En cambio, las rejas de las ventanas no son seguras. Una prueba de ello fue el escape de "El Ricky", "El Prandon" y un tercer adolescente el 15 de abril pasado.
Esa fuga, la primera en el CMC tras su inauguración y que derivó en una denuncia penal, tuvo como consecuencia la remoción del director de ese centro el jueves 12, el mismo día que se descubrió que los internos estaban haciendo un boquete en la pared de una celda.
DEBILIDAD. En la mañana de ayer, funcionarios del CMC comenzaron a declarar por el escape de los tres menores. Llamó la atención a operadores del sistema de minoridad que nadie haya escuchado ningún ruido. "Ahora estamos esperando los resultados de las investigaciones para analizar lo que ocurrió", dijo Arbesún.
Explicó que, luego de la primera fuga, funcionarios del INAU estaban reforzando las rejas de las celdas. "Quedaron sin terminar los reforzamientos de las celdas 6, 7 y 8. Esas celdas tenían las mismas características de debilidad estructural que las de la primera fuga y por una de ellas se fueron", expresó Arbesún, gerente del Sistema de Ejecución de Medidas a Jóvenes en Infracción (Semeji).
"(En el CMC) hay problemas de cumplimiento de protocolo de gestión", reconoció Arbesún.
Apenas unas seis horas antes de la fuga de los tres menores, a la hora 22 del jueves 12, Arbesún concurrió al CMC tras ser avisado de una tentativa de fuga. Los menores habían realizado un boquete en un conducto de agua, indicó.
El jerarca del INAU dijo que dio directivas a las autoridades del CMC de reforzar la seguridad porque manejaba información de que podría haber otros intentos de fugas, cosa que ocurrió pocas horas más tarde.
BERRO. Por su parte, el jefe de Policía de Canelones, Erodes Ruiz, dijo a El País que un oficial jefe se encargará de coordinar la seguridad de la Colonia Berro, luego de pasar en comisión al INAU desde el Ministerio del Interior. "La intención es unificar la custodia perimetral de los hogares de la Colonia Berro. La seguridad se hará mediante policías a caballo y con perros", dijo.
La intención de Ruiz es que, además de los policías que vigilan en las garitas, efectivos de Canelones cubran un turno de los patrullajes; el segundo lo realizará la Guardia Republicana y el tercero agentes de Montevideo.
Según el jefe policial, el Ministerio del Interior instalará tejidos perimetrales en los hogares abiertos de la Colonia Berro. "Habrá tejidos, garitas y luego patrullajes", reiteró.
Por su parte, el fiscal de Menores, Gustavo Zubía, presentó días atrás una denuncia penal en el Juzgado de Pando por la fuga de cinco menores del Hogar Hornero de la Colonia Berro el sábado 7. Los internos, que se encontraban tomando sol en el patio, corrieron, pasaron un alambrado y escaparon.
A poca distancia del hogar, los esperaba un auto que los sacó de la zona antes de que la Policía cerrara los límites del departamento de Canelones.
"Es más grave esta fuga a pie que el escape del CMC. El INAU tiene la obligación institucional de poner tejidos perimetrales en los patios donde los internos toman sol", señaló Zubía a El País.
El Hogar Hornero es abierto, ya que carece de tejido perimetral. A partir de esa fuga el INAU solicitó al Ministerio del Interior colocar doble tejidos perimetrales en la Berro.