Cristina puede matar al kirchnerismo

Candidatura. La presidenta tiene en ascuas al electorado, a la oposición y a su gobierno

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CARLOS TAPIA

Por un lado sus problemas de presión y su depresión, que a veces la obligan a suspender su agenda política. El reclamo de su hija Florencia, que quiere que se quede más tiempo en casa. Y la pelea con los gremios que exigen cargos y más cargos.

Por otro lado, el temor a luego arrepentirse de haberlo dejado todo, cuando no hay sondeo que no la dé ganadora en primera vuelta. El remordimiento de consciencia de dejar atrás el sueño político que construyó junto a su marido, el muerto Néstor Kirchner, y ocasionar que su creación, el kirchnerismo, desaparezca como tal. La incertidumbre sobre qué le deparará después. Y, por su puesto, su propia ambición.

La mandataria Cristina Fernández tiene en ascuas a la Argentina. Y, aunque su postulación a las presidenciales de este año es para muchos inminente, como sostiene el periodista y analista político argentino, Joaquín Morales Solá, según declara a El País, "quien todavía no ha dicho que sí, siempre tiene la posibilidad de decir que no".

La semana pasada, en medio de cruces con el principal gremio del país, la CGT de Hugo Moyano, la viuda mandataria disparó: "no me muero por ser Presidente, di todo lo que tenía que dar". Cristina tiene hasta el 25 de junio para presentar su candidatura, pero su resolución deberá concretarse bastante antes, pues si dice que no, el peronismo deberá reacomodarse y empapelar las calles, que hoy están colmadas de afiches con la cara de Fernández acompañando a los distintos candidatos "K" en las provincias, con las del nuevo elegido. Es el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, el que espera en el segundo lugar de la fila -y con una ventaja: detrás de él no hay ningún otro-.

"Si ella no se presentara, el único dirigente político en condiciones de ocupar ese espacio es Scioli. Él está segundo en imagen positiva a nivel nacional y gana en intención de voto, con un nivel menor que Cristina, pero gana", explica a El País uno de los directores de la consultora argentina Poliarquía, Fabián Perechodnik.

Scioli o "K". "Una de las razones por la que ella tiene que presentarse, y por lo que yo creo que se va a presentar, es que si no lo hace el kirchnerismo desaparece. Scioli no es la continuidad del kirchnerismo", dice a El País el periodista argentino Jorge Lanata.

El peronismo de Scioli es distinto al de Cristina. "Él es considerado un tipo de centro, o de centro derecha. En cambio, Kirchner, y toda su banda, son peronistas de izquierda, lo que era en los 70 el peronismo revolucionario", señala a El País el periodista del diario argentino La Nación, acreditado en la Casa Rosada, Mariano Obarrio. "Scioli no es un kirchnerista puro. Más bien, es un "sciolista", añade, por su parte, su colega Luis Majul.

Sin embargo, "a Scioli lo vienen votando con Kirchner desde 2003 y seguramente lo sigan haciendo ahora", señala Obarrio. El ex corredor de carreras, devenido en político, llegó a la vicepresidencia de la mano de Néstor en ese año, luego, respaldado por él, logró a la gobernación de Buenos Aires en 2007 y, también juntos, en 2009, se presentaron como candidatos a diputado en las elecciones legislativas en que cayeron derrotados por el macrismo.

Algunos manejan la posibilidad de que, en caso de que Cristina diga que no, Scioli se pueda presentar con Alicia Kirchner como vicepresidenta, la Ministra de Desarrollo Social y hermana del falleci- do líder del partido. "De esta manera el ilustre apellido se mantendría en el poder", ironiza Obarrio.

De todos modos, "el que tiene el poder en Argentina es el presidente de la Nación, y Cristina es la única kirchnerista que está en condiciones de ganar. El cargo de vicepresidente es una figura ornamental, tanto en Argentina como en todas partes del mundo", concluye Morales Solá.

Y la oposición. Mientras Cristina decide, o hace que decide, la oposición parece desintegrarse y, hágase lo que se haga, los candidatos detractores no logran, siquiera juntos, subir escalones en los sondeos.

El gobernador Mauricio Macri, el vicepresidente Julio Cobos y el cineasta "Pino" Solanas, entre otros, ya decidieron retirarse. Quedaron en pie: el hijo del ex presidente Alfonsín, Ricardo (por los radicales), el ex presidente Eduardo Duhalde (por el Peronismo Federal -peronismo disidente-) y la persistente diputada Elisa Carrió (de la Coalición Cívica ARI), que lo intentará por tercera vez consecutiva.

"En Argentina todos quieren ser presidente, es una locura. El tiempo está mostrando que eso no puede ser así. Las expectativas de la oposición eran desmesuradas y se están acomodando solas", señala Lanata.

Con este panorama, en las internas que se celebrarán el próximo 14 de agosto no se definirán los candidatos. Macri era el único que podría competir con Duhalde dentro del Peronismo Federal, Cobos y el otro precandidato radical, Ernesto Sanz, le dejaron también el camino libre a Alfonsín, y los otros partidos se presentarían con un solo candidato. Sin embargo, estos comicios podrían cambiar un poco el mapa político argentino.

"Seguramente después del 14 de agosto, de acuerdo a los números que se den, se pueden bajar más candidatos, porque antes de restarle potencial a otro opositor le cederán sus votos", razona Obarrio.

"Es difícil imaginar un movimiento que cambie el panorama, salvo que Cristina no se presente… Hoy está ganando en primera vuelta, está a más de 20 puntos de quien le sigue (Alfonsín) y supera el 45% para evitar un balotaje. Además, el gobierno está bien evaluado por más de 60% de la gente", señala Perechodnik.

Presión sindical. Cuenta la anécdota: la noche del 29 de octubre de 2010, el expresidente Néstor Kirchner, poco rato antes de su muerte, habría tenido una fuerte discusión con Moyano por el reparto de cargos de cara a las elecciones de este año. En ese entonces, él ya era el candidato oficial. El líder de la gremial exigía, igual que lo hace hoy, que la CGT se quede con el vicepresidente, el gobernador de Buenos Aires y varias bancas en diputados.

"Para el titular de la CGT una banca implica contar con el fuero y quedar a salvo de ser detenido en cualquiera de las causas judiciales que lo amenazan", recuerda Rosendo Fraga, analista político y director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría. Moyano es investigado por Suiza en un caso de lavado de dinero.

"La pelea es con Moyano, no con la CGT. Y es él el que lleva las de perder. Aunque pueda parar el país, es el dirigente con mayor imagen negativa de la Argentina. Y quien lo enfrenta es la dirigente con mayor imagen positiva", dice Majul.

De último momento. La muerte de Néstor cambió el panorama. "Kirchner pasó a ser una especie de Winston Churchill, cuando antes era Jack en destripador, y lo hicieron de una manera inteligente -explica Lanata-. No hay candidatos que puedan dar pelea".

Pero lo cierto es que, en medio de las especulaciones, Cristina aún no dio el sí. Y, en tanto, los opositores no terminan de tejer una estrategia y los oficialistas temen tener que abandonar sus cómodos sillones de la Rosada. "Seis a cuatro a que se presenta", arriesga Obarrio.

Las cifras

45% Es la intención de voto que tiene Cristina Fernández, según los últimos sondeos.

23% Tiene Alfonsín, que va segundo; y Duhalde apenas 17,8% de intención de voto.

Los periodistas opinan

Joaquín Morales Solá

"Con el porcentaje abrumador de aceptación que tiene Cristina Fernández, es difícil que se niegue. Pero, de todos modos, todo puede pasar (...) Su crecimiento no se debe solo a los méritos de ella y del gobierno, sino también a los de la oposición, que no ha presentado una alternativa cierta".

Luis Majul

"Todos, dentro y fuera del gobierno, dan por sentado que Cristina Fernández será la candidata. Además, todo lo que hace implica eso: desde la elección a dedo de candidatos en las listas hasta el juego del misterio que instala. Sus asesores cercanos dicen: `es ella; no hay plan B`".

Jorge Lanata

"Si ella no se presenta, ¿qué hace?, ¿se va a ir a comprar carteras?, ¿se queda en el Calafate?... No es una persona con prestigio en el mundo, no es Bachelet que se reprocesó en un organismo internacional. Cuando pudo hacer algo así, no lo hizo, no le interesa. Es sumamente provinciana".

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