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EDUARDO DELGADO

El Ministerio del Interior investiga los antecedentes de los extranjeros que solicitaron la residencia permanente en Uruguay después de casarse con un nacional. Teme que el crimen organizado esté usando este mecanismo para radicar gente.

Son miles en los últimos años los pedidos de residencia permanente de extranjeros que contrajeron matrimonio con un uruguayo o uruguaya. Solo en el año 2010 se abrieron unos 2.000 expedientes.

La posibilidad de que existan matrimonios por conveniencia con el fin de proteger a delincuentes extranjeros o habilitar que operen desde el país, generó preocupación en el Ministerio del Interior. Las alarmas saltaron en la secretaría de Estado durante el anterior período de gobierno, cuando se descubrió que una extranjera vinculada a un caso de narcotráfico solicitó -y obtuvo- la residencia permanente en el país luego de casarse con un uruguayo.

Por ello, en esta administración se resolvió indagar de la misma manera a todos los extranjeros que piden residencia permanente, incluidos quienes se casaron con ciudadanos uruguayos.

Los controles incluyen conocer si cuentan con antecedentes en su país natal o en otros y si cuentan con ingresos con que sustentarse en Uruguay. Se intenta con esto que personas requeridas y fugadas de otros países no encuentren asilo y protección legal en Uruguay mediante la residencia permanente, tampoco que busquen lavar dinero ilegal o tengan antecedentes en ese sentido, o que operen desde aquí miembros de organizaciones criminales dijeron fuentes oficiales a El País.

RIESGO. El subsecretario -y ministro interino- del Interior, Jorge Vázquez, consideró que "si exclusivamente por haberse casado con un ciudadano uruguayo un extranjero ya obtiene la residencia definitiva, corremos un enorme riesgo".

El jerarca explicó a El País que "puede ser utilizada como un mecanismo en que se ponen de acuerdo dos personas, una le paga a la otra, se casan y obtienen su residencia".

Recordó que existe "un procedimiento habitual y reglamentado", por el que "las personas que vienen a Uruguay pueden solicitar la residencia definitiva o pueden tener también su residencia transitoria por turismo o una actividad puntal y transitoria".

"En lo referido al tema de las residencias definitivas, aquellos extranjeros que reúnen determinadas condiciones que están reglamentadas, pueden obtenerla", indicó Vázquez. Entre los puntos que habilitan a un extranjero "para radicarse en Uruguay en forma definitiva está el casarse con un uruguayo o una uruguaya o el tener hijos con un uruguayo o una uruguaya", acotó.

El ministro interino rememoró que esa "es una ley relativamente reciente, de unos tres años, y por ese motivo hay un numero importante de personas que solicitan y utilizan esa vía". Para evitar irregularidades en estos casos, "igual hacemos la investigación correspondiente. Aunque la ley no lo especifica, tampoco dice que no podamos realizar la investigación necesaria", afirmó.

"Entonces, pedimos antecedentes al país de origen, información a Interpol, una forma de sustento de vida en que pueden argumentar que es porque la otra persona trabaja. Que puedan fundamentar que su estadía en Uruguay de forma definitiva no está sustentada solamente por el hecho de haberse casado con un uruguayo o una uruguaya", aseveró Váz-quez. Agregó que se fortalecerá y adecuará la normativa de la Dirección de Migraciones e Identificación Civil.

Normativa. La ley 18.250, de enero de 2008 (reglamentada por el decreto 394 de agosto de 2009), es la que regula el tema migratorio en Uruguay. Dicha norma considera residente permanente a "la persona extranjera que ingresa al país con el ánimo de establecerse definitivamente y que reúna las condiciones legales para ello".

La ley expresa que tendrán la categoría de residentes permanentes "los cónyuges, concubinos, padres y nietos de uruguayos, bastando para ello acreditar dicho vínculo ante las autoridades de la Dirección Nacional de Migración".