Eduardo Delgado
Dudas e incertidumbre generan las dos posiciones económicas en el gobierno -una afín a Mujica y otra que encabezan Astori y Lorenzo- expuestas tras abrirse la discusión sobre la tributación del agro.
Los economistas Jorge Caumont y Javier de Haedo y el politólogo Juan Carlos Doyenart, señalaron la existencia de dos grupos de poder en la política económica del gobierno, y los riesgos que a su entender ello conlleva.
El anunció del presidente José Mujica -acompañado por el director de la OPP, Gabriel Frugoni- de aumentar la tributación a los propietarios de más de 2.000 hectáreas y la reacción en contrario del vicepresidente Danilo Astori y el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, desataron la preocupación no solo de los propietarios que pueden ser directamente afectados por la medida, sino también en inversores y productores de otros sectores.
El 2 de abril, Mujica y Astori, ante unos 1.200 empresarios nacionales y extranjeros reunidos en el hotel Conrad, aseguraron que se mantendría el rumbo de la política económica y que los cambios tributarios a estudio no buscaban afectar la inversión productiva.
Pero el anuncio del mandatario de subir los impuestos a los propietarios de grandes extensiones de tierra -y la oposición de Astori y Lorenzo- no pasó desapercibido para los empresarios, muchos de ellos participantes de ese encuentro en Punta del Este.
Para Caumont, "efectivamente hay dos posiciones, una que estaría pensando en ajustar lo que refiere a la explotación agropecuaria en el mediano plazo, tras una evaluación de qué es lo que está pagando comparado con otros sectores".
"Y está la otra posición, la intempestiva o intuitiva, la parte política del presidente, que se guía fundamentalmente no por elementos económicos sino más que nada por elementos sociales, sin reparar en las advertencias y consecuencias a la inversión", agregó.
Doyenart fue tajante: "Ningún gobierno puede tener dos equipos económicos y la impresión que este gobierno está dando es que los tiene. O sea, que en el seno mismo del gobierno hay dos visiones distintas, que uno no puede decir que sean contrapuestas, pero sí con énfasis muy claros diferentes en política económica, y con poder ambas".
Según De Haedo, "las señales son confusas, porque un equipo debería ser algo más tipo orquesta, con el presidente como director. Pero se están reavivando de algún modo las diferencias que tuvieron Mujica y Astori en la campaña de las internas" de 2009.
Esas divergencias "se laudaron de determinada manera y ahora da la impresión que está bajo revisión todo eso. El astorismo era visto como el garante, pero cuando hay una situación como esta, uno puede preguntarse si es que el presidente está armando un equipo para eventualmente sustituir al otro en determinada circunstancia, o simplemente lo tiene como ente testigo para tener su propia campana de gente afín a él".
Divididos. "El equipo económico está aparentemente dividido, porque este incluye también a la OPP, que en el pasado por lo menos pensaba a largo plazo y en este momento lo hace en el corto plazo, porque no piensa en los efectos que puede tener la decisión del presidente sobre los inversores. La OPP no creo que pueda haber planificado esto", sostuvo Caumont.
El economista no comparte que "en vez de buscar una solución mejor, por contemplar el apuro del presidente de hacer algo y sacar de la opinión pública algunos temas de gran importancia, como el de la ley de Caducidad, se tomen medidas que no han sido merecedoras de un análisis profundo".
Doyenart señaló "la diferencia con el gobierno anterior, donde hubo una gran sincronía entre (Tabaré) Vázquez y el entonces ministro de Economía Astori". "Había una única política económica, podía haber alguna voz crítica desde el Parlamento frentista, pero el mensaje que se transmitía hacia la sociedad, inversores y empresarios era de que la línea económica se iba a mantener y no peligraba", añadió.
Sin embargo, consideró que "la situación actual comienza a transmitir señales complicadas, porque no hay cosa peor para el inversor que no tener la seguridad de que hay una política económica manejada desde el Ministerio de Economía, en sincronía total con el presidente. Sino que hay otro equipo paralelo, con visiones y énfasis diferentes; eso genera mucha incertidumbre".
De Haedo dijo que previo a cerrar la formula presidencial "es notorio" que Mujica y Astori acordaron asumir que el vicepresidente "iba a liderar el equipo económico y de algún modo era no solo una concesión sino una necesidad, porque él era el garante de la continuidad de ciertas medidas". Luego se dividieron posiciones en el equipo económico: "hay un subsecretario y una OPP afines a Mujica, y Economía y Banco Central son para la gente de Astori, del equipo económico anterior".
Pero ahora, "han empezado a verse allí algunas fisuras, básicamente por el lado de que hay una área concreta, que es la tributaria, que corresponde a Economía y Finanzas, y que ahora OPP ha estado teniendo iniciativas". Para De Haedo, "entonces notoriamente aparece ese ruido, esa divergencia dentro del área económica, entre los que están en el equipo económico en el sentido estricto de la palabra y esta otra parte del área económica que no forma parte de las políticas macro, pero que ahora tiene injerencia en estas cosas y se está conviviendo con eso".
Complicaciones. Los consultados señalaron las complicaciones que puede traer estas diferencias en el gobierno.
"Los efectos económicos son la duda que se plantea a los inversores en este momento en cuanto al futuro de sus inversiones y que no se tenían hace dos o tres meses, cuando el presidente ratificó la línea económica y los derechos de los inversores", declaró Caumont.
Para Doyenart, "esto, si no lo paran, va a ir creciendo, porque en ninguna parte del mundo un gobierno funciona con dos equipos económicos. Oficialmente hay uno solo, pero extraoficialmente aparece otro y que está metido en el corazón del gobierno".
De Haedo opinó que "el mercado no dormiría tan tranquilo con otro equipo" económico, como sí ocurre con el actual. "Sobre todo cuando ese otro equipo ya está mostrando las cartas del tipo de ideas que tiene, que no sería tan pro mercado ni tan pro mantenimiento de determinadas reglas de juego", sostuvo el economista de filiación blanca.
Mujica presenta proyecto mañana
Mañana lunes, el presidente José Mujica presentará al Consejo de Ministros su proyecto para gravar a los propietarios de más de 2.000 hectáreas de tierra -en cuya redacción participó la OPP- y al que es contrario el equipo económico.
El vicepresidente Danilo Astori y el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, discrepan con esta propuesta -y plantearon medidas alternativas-, aunque comunicaron al mandatario que acompañarán el proyecto que decida presentar al Parlamento.
Mujica pretende gravar por franjas la propiedad de la tierra. Quienes tengan entre 2.000 y 5.000 hectáreas con índice coneat 100 deberán pagar US$ 8 por hectárea y por año; en caso de poseer entre 5.000 y 10.000 hectáreas pagarían US$ 12 por hectárea anualmente; y por más de 10.000 hectáreas pagarán US$ 16 por año por hectárea.
El presidente también manejó como posible que se elimine el impuesto a la venta de semovientes, por lo que las intendencias recaudan unos US$ 18 millones. Afirmó que en ese caso, las comunas deberán ser recompensadas por las perdidas que esto implicaría.
Según fuentes de la Presidencia, lo único que por el momento Mujica prevé incluir de los planteos del vicepresidente Astori y los ministros del Frente Líber Seregni, es la creación de una tasa vial que se cobre en función de los kilómetros de rutas recorridos y del peso de las cargas.
El planteo alternativo elaborado por Astori, Lorenzo, Tabaré Aguerre (Ganadería) y Enrique Pintado (Transporte), incluye -además de la tasa vial- restablecer el cobro de los impuestos de Primaria y al Patrimonio al sector rural y un aumen- to por franjas del Impuesto a la Enajenación de los Bie-nes Agropecuarios (Imeba), siendo la más baja para el sector ganadero.