1/1:  20110622 800x452 ()

TRÍPOLI | AFP

Islamistas de la red terrorista Al Qaeda tienen en su poder explosivos y armas del ejército Libio, luego de efectuar varios saqueos contra los cuarteles de los soldados de Muamar Gadafi.

Los islamistas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) disponen ahora de explosivos militares y armas antiaéreas, gracias los consecutivos saqueos de los cuarteles en Libia.

La intercepción en el desierto de Níger de contrabandistas de armas, el 12 de abril, que llevaban 640 kilos de explosivos y 435 detonadores, confirmó los peores temores de los servicios de inteligencia occidentales y de la región: la transferencia a la guerrilla de Al Qaeda en el Magreb Islámico de lotes de armas de guerra recuperados en medio de la rebelión libia.

Según estiman los servicios de seguridad nigerianos, varios combatientes de AQMI iban en un convoy junto al arsenal, al igual que algunos traficantes.

"Esto confirma que el papel de los islamistas radicales libios no es sólo luchar contra Gadafi, sino también canalizar el envío de explosivos y misiles. El objetivo es revitalizar las redes que arman a AQMI", dijo en Argelia el experto Mohamed Mokeddem, autor de "Francia y el islamismo armado".

"Con el armamento saqueado en los cuarteles libios han pasado a un nivel superior: los terroristas de Al Qaeda disponen de armas sofisticadas, y esto es muy preocupante", afirmó Mokeddem, que fue contactado desde París.

Tras la toma por los rebeldes libios en todos los cuarteles del Este y la desaparición en manos desconocidas de miles de toneladas de armas, se ha dado una señal de alerta en la región.

Un responsable de la lucha contra el terrorismo dijo hace una semana que "hay un gran peligro de que AQMI se convierta en uno de los ejércitos más fuertes en el Sahel. Muchas armas han caído en manos de los terroristas, sobre todo misiles tierra-aire".

Preocupación. El tráfico de armas ligeras existió siempre en las inmensidades del Sahara y del Sahel, destinado a tribus, rebeliones, mafias y, desde hace 20 años, las guerrillas. Ahora, sin embargo, la perspectiva de ver armas sofisticadas diseminadas preocupa a fuerzas de seguridad de la región y más allá.

"Los servicios de inteligencia internacionales están muy preocupados. Se trata de una inyección masiva de armas en las redes de tráfico internacional", afirmó Eric Denecé, director del Centro Francés de Investigación sobre Inteligencia y coautor de un reciente informe sobre la rebelión libia.

"Los traficantes primero intentarán vender la mercadería en su zona, para reducir el riesgo de ser interceptados por la policía y los servicios, pero nada nos garantiza que en unos meses no hallemos ese material en Uzbekistán, en Córcega o en otros lugares", explicó.

El informe, titulado "Libia, un futuro incierto" y publicado el pasado 12 de mayo, señala que "los miembros de AQMI han adquirido varios ejemplares de misiles tierra-aire portátiles tipo SAM-7 de contrabandistas libios".

"Sobre los SAM-7 no hay muchas dudas", precisa Denecé. "Los servicios malienses lo dicen, los argelinos lo dicen. ¿De dónde partieron? Ese es otro asunto... Y está todo lo que se ha exportado por mar directamente desde Bengasi; las mafias de Bengasi son tradicionalmente muy activas", añade.

Según Mokeddem Mohamed, una delegación estadounidense llegó la semana pasada a Argelia "para trabajar en la trazabilidad de ese tipo de misiles. Están muy preocupados", subrayó el experto.

Esto se debe a que, si bien los misiles portátiles no serían de mucha utilidad a los grupos de islamistas en el Sahel, rara vez amenazados desde el aire, sí podrían permitir que un tirador colocado en el extremo de un aeropuerto africano destruya con seguridad un avión cargado de pasajeros.

640 Son los kilos de explosivos encontrados a contrabandistas en Níger; pertenecían al ejército libio y fueron robados por rebeldes.

435 Son los detonadores que fueron encontrados, y que confirmaron los temores de occidente sobre lazos entre Al Qaeda y rebeldes.

Saná | Más de 60 miembros de Al Qaeda se fugaron ayer de una cárcel de Yemen, tras matar a un guardián y herir a dos, en un nuevo desafío a las fuerzas de seguridad de un régimen debilitado y dividido.

Según las fuerzas de seguridad, 62 detenidos se escaparon por un túnel cavado bajo la cárcel de Mukala, principal ciudad portuaria de la provincia de Hadramut (sudeste).

Los reos se habían apoderado previamente de armas y abrieron fuego contra los guardianes, matando a uno e hiriendo a dos. Se dispersaron luego por las montañas aledañas, precisaron las fuentes.

Los militares lanzaron un rápido operativo pero sólo pudieron capturar a dos de los prófugos, en una zona semidesértica sobre la que ejercen un exiguo control.

En febrero de 2006, 23 cabecillas del grupo islamista se habían evadido de una cárcel de Saná. AFP