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El comisario de Solís de Matojo, Luis Giménez, expresó que un triángulo conformado por las rutas 8, 60 y 81, es considerado como "zona conflictiva" por el abigeato.

Esa zona, de unos 1.000 kilómetros cuadrados, se caracteriza por tener pocos establecimientos con escaso personal y sierra natural y una enorme superficie forestal. "Esa área es un lugar de permanente recorrida y control. Además, los caminos vecinales hacen que esos establecimientos sean de fácil acceso para los delincuentes", dijo Gimenez a El País. "Por el momento no tenemos denuncias de abigeatos. Sí de faltantes de ganado, los cuales desaparecen en las sierras y quebradas o pasan a campos linderos por el mal estado de animales", dijo.

Giménez expresó que al norte de Lavalleja, en las cercanías de los pueblos Pirarajá y José Pedro Varela, sí se detectaron organizaciones dedicadas al abigeato. "Ocurrieron faltantes importantes de ganados. El Comando se reunió con gremiales de productores y se acordó trabajar en forma conjunta", dijo.

Agregó que la Jefatura fortalecerá en esa zona la actuación de un grupo de prevención de abigeatos.

En 2008, la Policía de Solís de Mataojo detuvo a 50 personas vinculadas a abigeatos y faenas clandestinas. Fueron procesadas 25.

El jefe de Tacuarembó, Francisco Pejo, reconoció que hubo casos donde operaron bandas organizadas con la participación de muchas personas, entre ellas del entorno de las víctimas porque manejaron información en detalle.

Tras indicar que el 80% de las denuncias de abigeato son en realidad faltante de ganados, Pejo dijo que Tacuarembó es uno de los departamentos con mayor dificultad para combatir los robos por su extensión. (Producción: José Esteves).