El relator especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los derechos humanos de las personas presas, Rodrigo Escobar Gil, visitó varios establecimientos carcelarios del país y evaluó como "muy grave", "desastrosa" y "lamentable" la situación de los mismos.
Rodrigo Escobar Gil recorrió la cárcel de Punta de Rieles, el Penal de Libertad, el Comcar y la Colonia Berro.
Si bien reconoció que hubo avances en el sistema carcelario, sostuvo que, por ejemplo, "en el Comcar la situación es de violación generalizada a los derechos humanos".
Escobar Gil explicó que los reclusos de ese centro se encuentran en condiciones "infrahumanas" porque las instalaciones "no son adecuadas" para alojar personas. "Cualquier ser humano que llegue allí necesariamente se enferma: no es posible que se tenga a seres humanos expuestos a las aguas que brotan de las cloacas y a una situación de humedad e intemperie".
El experto señaló que pudo constatar "infraestructura obsoleta" en algunos establecimientos, con módulos "insalubres, oscuros y con agua sucia".
Por otra parte, indicó que Uruguay debería aplicar medidas alternativas a la prisión para algunos reclusos, de manera de combatir el hacinamiento, que, dijo, "genera violencia y propagación de enfermedades". "Si bien el aumento de las plazas y la ampliación de las existentes es una medida necesaria, no ofrece una situación sostenida al problema", sostuvo.
El martes pasado, uno de los asesores del relator, Andrés Pizarro, había concurrido a la cárcel de Punta de Rieles, inaugurada el 13 de diciembre del año pasado. Según publicó El País el miércoles, citando a fuentes carcelarias, Pizarro dijo quedar "bien impresionado" con las condiciones de alojamiento de ese penal.
Ese día, Escobar Gil comenzó su visita oficial a Uruguay y se reunió con el comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Álvaro Garcé, los ministros Eduardo Bonomi (Interior) y Luis Almagro (Relaciones Exteriores), y el presidente de la Suprema Corte, Leslie Van Rompaey.
El grave diagnóstico del relator de la OEA llega poco más de dos años después de la visita del experto de la ONU en derechos humanos, Manfred Nowak, quien en aquella oportunidad también alertó a las autoridades con otro duro informe sobre la situación carcelaria.
Entres cosas, Novak indicó que las condiciones de reclusión en el Penal de Libertad "son infrahumanas". Y, en particular, advirtió sobre los alojamientos en los módulos de acero conocidos como "Las Latas", a los que calificó como "un insulto a la dignidad de los reclusos".
Esos módulos fueron cancelados meses atrás por el Ministerio del Interior.