Mujica impuso su posición y envió al Parlamento el proyecto que crea un impuesto a la tierra. Logró la firma de todos los ministros tras un discurso unificador de Astori. El presidente dijo que defenderá el tributo ante gremiales y legisladores.
Con el envío del proyecto, toma fuerza la incidencia de Presidencia y en especial de la OPP en temas tributarios, ya que desde el gobierno de Tabaré Vázquez es la primera vez que un impuesto no surge del ministerio de Economía, y más específicamente del astorismo.
El proyecto es el mismo que se manejaba en Presidencia y en el Frente Amplio (FA) desde semanas atrás -incluso fue repartido por Lucía Topolansky a senadores oficialistas- y que no contaba con la aprobación del vicepresidente Danilo Astori ni de los ministros Fernando Lorenzo (Economía), Tabaré Aguerre (Ganadería) y Enrique Pintado (Transporte).
El envío del proyecto al Parlamento es considerado por el MPP como una victoria sobre el astorismo. El sector del presidente buscará que el impuesto tenga un rápido trámite en el Legislativo.
En el Consejo de Ministros de ayer, Astori recordó su discrepancia con el proyecto, pero señaló que en momentos de decisiones es necesario unificar posturas y defenderlas y que así lo haría, relataron participantes de la reunión a El País. En tanto, Mujica reconoció las "divergencias" que tiene el impuesto en la interna del Frente Amplio.
El pasado 10 de agosto, Mujica y Astori se reunieron por última vez para hablar de este tema y no llegaron a un acuerdo sobre el texto definitivo del nuevo tributo. Tras ese encuentro, el vicepresidente dijo que se necesitarían más reuniones para ajustar el proyecto.
Pero, tal como habían adelantado fuentes de Presidencia, Mujica mantuvo el texto del proyecto impositivo, del que afirmó desde el comienzo que "no se baja", aunque manifestó su deseo que no sea votado a tapa cerrada sino discutido en el Parlamento.
Ayer lunes, en la reunión del gabinete, el presidente obtuvo la firma de todos los secretarios de Estado e incluso el compromiso de Lorenzo de defender el gravamen ante el Parlamento si es necesario. El más reacio a firmar el texto fue Aguerre, quien reiteró sus diferencias con la propuesta y al final del gabinete se quedó dialogando a solas con Mujica.
La conferencia de prensa en que se anunció el envío del proyecto fue realizada por el secretario y el prosecretario de la Presidencia, Alberto Breccia y Diego Cánepa, y el director de la OPP Gabriel Frugoni (uno de los redactores), y sin la presencia de ningún integrante del equipo económico o del Frente Líber Seregni (FLS).
UNIFICAR. Al mediodía y unos diez minutos antes de finalizar el Consejo de Ministros, Mujica tomó la palabra para referirse al proyecto de ley del impuesto a la tierra, que se remitió al Poder Legislativo.
Mujica les habló directamente a los ministros que aún no habían firmado el texto: Lorenzo, Aguerre, Pintado y Lescano). "No voy a obligar a ninguno de ustedes a que firme el proyecto, no voy a mandar a nadie a que lo vote o lo defienda si no cree en él. No es mi estilo", señaló Mujica.
Explicó el mandatario que el proyecto es el mismo que manejó desde el inicio. Con alguna modificación pedida por Astori en lo referente al IRPF y el IRAE sobre la venta de campos. Además, el presidente le dio libertad a los ministros del FLS a que no firmaran el proyecto si no lo compartían.
Lorenzo le respondió: "No solo lo voy a firmar, sino que voy a defenderlo cuando sea necesario". Allí intervino Pintado, para respaldar la declaración de Lorenzo.
Por su parte, Aguerre pidió la palabra para dar su punto de vista acerca del nuevo tributo.
"Yo hubiera querido un camino diferente y habría insistido con la eliminación del impuesto a los semovientes", indicó. Sin embargo, Aguerre agregó que firmaría el proyecto porque no está de acuerdo con "esconderse detrás (de la firma) del subsecretario".
Lorenzo planteó -y Mujica respaldó- analizar la forma de eliminar el 1% a los semovientes y enviar un proyecto de ley en ese sentido.
Astori valoró la actitud de Mujica, al dejar en libertad a los ministros que no compartían el texto del proyecto. Expresó que Aguerre hizo una buena síntesis de diferencias que existían y siguen existiendo con el tributo.
Luego argumentó que sería una señal positiva para todos que el gobierno muestre unidad de acción en este tema, con la firma de todos los ministros. El vicepresidente informó que el proyecto ingresará a la Cámara de Diputados, ya que el Senado se debe dedicar a discutir la Rendición de Cuentas.
Por otra parte, Mujica señaló que es partidario de dar una discusión amplia sobre el cobro del impuesto a la tierra con los agropecuarios y también dentro del Frente Amplio. "Yo estoy dispuesto a ir y sentarme en el medio de la Asociación Rural si tengo que hacerlo", aseguró .
El presidente indicó también que cuando el agro estaba fundido en el año 2002, no escuchó a nadie que reconociera que él defendió al sector. Según dijo, la única diferencia que mantuvo con el expresidente Tabaré Vázquez durante el anterior gobierno fue con respecto al manejo del endeudamiento agropecuario.
"La Federación y la Asociación Rural nos critican, como si los gobiernos del Frente Amplio nunca hubieran hecho nada para ayudar al campo", sentenció. En ese marco señaló que puede discutir "en el lugar que sea, cuánto le da el campo a la ciudad y cuánto le deja la ciudad al campo".
Luego del encuentro del Consejo de Ministros, Breccia, Cánepa y Frugoni, informaron sobre los detalles de la iniciativa. "Todos los ministros procedieron a firmar el proyecto", destacó el secretario de la Presidencia a los medios.
Breccia explicó que en el gabinete hubo apoyo al proyecto. Por eso, se estima que la bancada política del Frente Amplio también acompañará esta iniciativa porque en los senadores y diputados hay una equivalencia política con los ministros. "El presidente Mujica dijo, palabras más, palabras menos, que este proyecto no se envía al Parlamento para ser aprobado a tapas cerradas", agregó Breccia, lo que de alguna forma confirma que las posiciones no son unánimes y que, por ello, habrá negociación.
La empresa Montes del Plata deberá pagar el tributo
El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Gabriel Frugoni, afirmó que el proyecto de la empresa forestal Montes del Plata, que tiene una vasta extensión de campos en la zona de Punta Pereyra, Colonia, deberá pagar el impuesto a la concentración de tierras porque encuadra en la franja superior de más de 10.000 hectáreas.
En las últimas semanas se manejó la posibilidad de que, en el caso de que este nuevo impuesto fuera aprobado por el Parlamento, la empresa Montes del Plata podría demandar al Estado uruguayo por incumplimiento de contrato dado que se supone que cambiaría las condiciones originales.
Sin embargo, Frugoni remarcó que la empresa Montes del Plata deberá pagar el impuesto "así como todos los campos de más de 2.000 hectáreas". El jerarca se ocupó del tema ante una pregunta de El País formulada luego de la reunión del Consejo de Ministros.
DEMANDA. Consultado sobre la posibilidad de que la empresa pueda demandar al Estado, Frugoni la negó y citó el artículo 7º del proyecto de ley enviado al Parlamento, que deroga las exoneraciones genéricas de tributos anteriores a la presente ley, particularmente en el caso de la explotación forestal.
La iniciativa refiere a las exoneraciones dispuestas por la ley 15.939, de 1987, que es la ley forestal.
El artículo 39 de esa ley señala que los bosques artificiales existentes o que se planten en el futuro, así como los terrenos ocupados o afectados directamente a los mismos, gozarán de beneficios tributarios. El texto indica que estarán exentos de todo tributo nacional sobre la propiedad inmueble rural y de la contribución inmobiliaria rural.
Además, sus respectivos valores o extensiones no se computarán para la determinación de los ingresos a los efectos de la liquidación de los impuestos que gravan la renta ficta de las explotaciones agropecuarias.
MPP: "no se puede dormir al proyecto"
Mientras el Movimiento de Participación Popular (MPP) busca un tratamiento ágil del impuesto a la tierra, el Frente Líber Seregni (bloque que reúne a Asamblea Uruguay, Nuevo Espacio y Alianza Progresista) quiere discutir a fondo el impuesto y agregar nuevos aditivos.
El diputado Aníbal Pereyra (MPP) dijo a El País que al proyecto no se lo tratará "como para dormir la siesta". Por lo que explicó, que si bien "mucha gente va a opinar, el proyecto viene ya debatido por el Poder Ejecutivo".
Desde Asamblea Uruguay, el senador Luis Gallo señaló que "hay que quitar dramatismo" al proceso de discusión parlamentaria. "El proyecto tiene que ser discutido con total libertad", dijo.
"No tengo dudas de que esto va a culminar en un proyecto de consenso. Lo que queremos desde Asamblea Uruguay es que el impuesto esté alineado con la reforma tributaria, que sea equitativo, eficiente y no desestimule la inversión", aseguró Gallo.
En tanto, el senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio) dijo a El País que el proyecto tendrá que estudiarse minuciosamente. "Ya habíamos dicho que era inconveniente, hubo modificaciones, veremos cuáles son y si se salvaron las inconstitucionalidades", puntualizó.
Por otra parte, el senador Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) dijo a El País que espera que "los reparos de algún sector se resuelvan adecuadamente".
A eso, Rubio agregó que "la situación no está como para estar jugueteando con el tema de los respaldos parlamentarios. No se puede tener un aire eufórico y pensar que es indiferente para el gobierno si tiene su fuerza política ordenada o no".
Según dijo, si hay una discrepancia se debe discutir y resolver por mayoría. "Como cualquier otro proyecto de ley, la bancada puede resolver sin problemas y mandatar a sus legisladores", aseguró.
En ese mismo sentido, el diputado Pereyra señaló que "el Frente Amplio tiene un mecanismo de funcionamiento y si alguien solicita que se aplique el mandato a los legisladores para que voten el proyecto se aplicará, pero se verá más adelante", señaló.