Autoridades de Cuba interrogan a un estadounidense dos horas por día

Cable de WikiLeaks revela le verdad sobre Alan Gross

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WASHINGTON | Un contratista estadounidense sentenciado a 15 años de prisión en Cuba le dijo a un diplomático estadounidense poco después de su arresto que las autoridades lo interrogaban dos horas por día y estaban muy enteradas de sus actividades en la isla incluso antes de interrogarlo, según un nuevo mensaje del Departamento de Estado de Estados Unidos recién filtrado.

Alan Gross, originario de Maryland, también manifestó que tuvo problemas de salud pero le pidió a un funcionario consular estadounidense que le dijera a sus seres queridos que estaba bien de ánimo.

Gross pidió a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana "transmitir a su familia que su sentido del humor está intacto, que se preocupa por ellos y que quiere que su nombre se mantenga fuera de la prensa", dice el despacho confidencial de diciembre de 2009, que se filtró a WikiLeaks y por separado fue obtenido por The Associated Press.

El cable publicado esta semana dio nuevos detalles del primer acceso de funcionarios consulares estadounidenses a Gross durante una visita a la cárcel más de tres semanas después de su detención.

Otro cable muestra una creciente frustración entre los funcionarios estadounidenses que dijeron que hicieron varias peticiones antes de que el gobierno cubano les permitiera ver al prisionero.

A pesar de las preocupaciones de Gross sobre su privacidad, centenares de artículos han sido escritos sobre su arresto ocurrido en diciembre de 2009 y sobre su condena dictada este año por cargos de importar ilegalmente equipos de comunicaciones prohibidos.

Su encarcelamiento se ha convertido en un gran punto de fricción entre Washington y La Habana, los viejos enemigos de la Guerra Fría, y desalentó las perspectivas de mejorar las relaciones.

Gross, de 62 años, ha dicho que estaba ayudando a la pequeña comunidad judía de la isla a mejorar sus capacidades de conexión a Internet, aunque los líderes judíos en La Habana han negado que estuvieran trabajando con él.

Los funcionarios cubanos, entre ellos el propio Presidente Raúl Castro, han usado el caso para criticar los programas de fomento a la democracia de Estados Unidos que, aseguran, financian actividades subversivas en la isla y tienen como objetivo debilitar al gobierno comunista.

La última apelación de Gross a sus 15 años de prisión por delitos contra el Estado fue rechazada el mes pasado, por lo que su familia confía ahora que sea liberado por razones humanitarias. AP

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