Daniel Isgleas/Valeria Gil
Con los 16 votos del Frente Amplio, el Senado aprobó ayer el proyecto de ley que declara que los delitos cometidos durante la dictadura son de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben.
En los hechos, significa el primer paso para dejar sin efecto la ley de Caducidad, vigente desde marzo de 1985 y ratificada en dos consultas populares: en 1989 y 2009.
El proyecto de ley que restablece la pretensión punitiva del Estado, permitirá que el Poder Judicial siga adelante con los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985), delitos que prescribirían el próximo martes 1° de noviembre.
Desde las barras del Senado, militantes frenteamplistas e integrantes de organizaciones sociales, aplaudieron la votación, con cantos como "no hay más impunes".
La Cámara de Diputados sesionará hoy miércoles desde la hora 14 para analizar el proyecto, que al igual que en el Senado contará solo con los votos del Frente Amplio para aprobarlo, la coalición de izquierda necesita a sus 50 diputados en sala.
"Infamia". Ayer en el Senado, el punto más fuerte del debate lo dieron Eduardo Lorier (Partido Comunista) y Luis Alberto Lacalle (Unidad Nacional).
Lorier lanzó duras acusaciones a aquellos que están a favor de la ley de Caducidad y señaló que "quienes la defienden, no defienden solo la impunidad, defienden la impunidad y defienden a los impunes, a quienes hicieron ostentación de sus crímenes. Quienes defienden a la impunidad, defienden a secuestradores de niños, a violadores, torturadores y desaparecedores de niños, a Gavazzo, a Cordero, a Pajarito Silveira y a Medina", aseguró Lorier.
En el mismo sentido indicó que los que están a favor de la ley de Caducidad "defienden a los que torturaron y desaparecieron a la maestra Elena Quinteros". Lorier señaló que los que denuncian los crímenes de la dictadura, "siempre dijimos la verdad", mientras que los demás "mintieron".
Además, señaló que los crímenes cometidos durante la dictadura son de "juzgamiento obligatorio" e "inamnistiables".
La reacción de Lacalle fue inmediata. "Pocas veces vi un tan largo insulto a los que vamos a votar distinto, de lo que va a votar el senador Lorier. Además ni siquiera se puede atribuir a la pasión, porque vino escrito el discurso y era leído".
"A quienes votamos distinto que él, nos hace responsables de los delitos. Pocas veces he visto una serie de agravios más larga que la que hizo acá el senador Lorier", añadió Lacalle.
El senador de UNA aseguró que los dichos de Lorier "son una barbaridad y una falta de respeto" y "provienen de una formación política distinta".
"Nunca me sentí tan agraviado", repitió una vez más Lacalle.
En ese momento, Lorier volvió a hacer uso de la palabra para responder al senador nacionalista y señaló que "barbaridad es lo que se hizo durante la dictadura" y explicó que no aludió durante su discurso directamente a nadie. "El sayo que se lo ponga quien quiera. Lacalle se ha puesto un sayo que no le hemos colocado", afirmó Lorier.
También el colorado Ope Pasquet (Vamos Uruguay) condenó las declaraciones de Lorier: "El senador acaba de perpetrar una verdadera infamia, ha dicho que quienes votamos la ley de Caducidad hemos mentido deliberadamente y hemos sido cómplices de delitos atroces y yo digo que el que miente es el senador Lorier, miente cuando nos hace cómplices de esas atrocidades".
Sin pedir la palabra y a los gritos, Alfredo Solari (Vamos Uruguay) señaló que desde el Partido Colorado "nunca se escribió una editorial en El Popular en contra de la dictadura. ¡Nunca!"
TRANSA. El nacionalista Francisco Gallinal acusó al Frente Amplio de haber "transado" en el pacto del Club Naval con los militares para la apertura democrática. Esto motivó la inmediata reacción de la socialista Mónica Xavier, quien gritó: "¡Eso es falso! ¡Es un atrevido!" Entonces el presidente de Cámara hizo sonar las campanas y evitó que continuara el incidente.
Por otra parte, Gallinal recordó así que el frenteamplista Rodolfo Nin Novoa volvió ayer a pedir licencia para no tener que votar, lo mismo que hizo en mayo cuando se trató el proyecto interpretativo de la Caducidad. Y recordó lo que en su momento dijo el exvicepresidente, en cuanto a que el Frente Amplio no debería salir más a pedir firmas porque la gente no le va a creer.
Otro hecho político que no pasó desapercibido en la sesión fue cuando el frenteamplista Rafael Michelini (Nuevo Espacio) comenzó su intervención recordando una conversación que mantuvo con el nacionalista Luis Alberto Heber. Según relató Michelini, Heber resolvió votar en contra del proyecto para acompañar la resolución de su partido, pese a que el proyecto permitiría que se siga investigando el asesinato de su madre, Cecilia Fontana de Heber, muerta tras ingerir un vino envenenado a finales de los `70.
VENGANZA. Por su parte, Heber reconoció la inconstitucionalidad de la ley de Caducidad, pero dijo que "no había otra salida en un gobierno de facto". Asimismo recordó el asesinato de su madre, que, según dijo, también prescribiría el 1° de noviembre. "Ella murió por la Constitución, por la libertad y poco haría por su memoria si votara una ley inconstitucional para encontrar al culpable".
Heber señaló que le cuesta entender cómo delitos graves pueden prescribir, lo que señaló como un tema de fondo para la discusión. A eso agregó: "como no entiendo lo de la prescripción, tampoco puedo acompañar este proyecto".
Durante la discusión, el colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) criticó al gobierno. Rechazó uno de los argumentos principales del Frente Amplio en cuanto a que el fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está por encima de la Constitución. "Cualquier abogado que presente una acción por inconstitucionalidad sobre esta ley, ya ganó" el juicio, dijo. Luego, pidió respetar el resultado de los consultas populares. "Hago un llamado a cesar la venganza, a respetar la decisión del soberano, un llamado a la paz. Pido respeto a la máxima expresión de los uruguayos".
Saravia: "Quemen la Constitución, total no la respetan"
D.I.
"El hecho de revolver y revolver el pasado a veces muestra ansias de venganza". La afirmación pertenece al senador Jorge Saravia, hoy en filas del Partido Nacional pero que hasta hace pocos meses integró la bancada de senadores del Frente Amplio.
Saravia se ha vuelto uno de los senadores más críticos del Frente Amplio, a un punto tal que en la discusión de ayer sobre el proyecto de prescripción de los delitos cometidos en dictadura, llegó a afirmar que el oficialismo no defiende los derechos humanos sino que se dedica a la "matraca", aludiendo a que supuestamente se instiga con fines políticos a los familiares de los detenidos desaparecidos.
El senador sostuvo en el debate que lo que el Frente Amplio causa con esta ley "es un golpe de Estado técnico. Los golpes de Estado se dan de diferentes maneras y esta es una. No me vengan con discursos", dijo, dirigiéndose a la bancada de la coalición de izquierda.
Manifestó que el Frente no debe "manotear" los fallos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como solución. "¿Qué hacían los de esa Comisión cuando acá había dictadura? Miraban para el costado, ¡por favor! Un fallo no tiene valor en una nación libre y soberana. No hay que arrodillarse sino respetar la Constitución y la ley. El pueblo, para mal o para bien, nunca se equivoca", afirmó.
Saravia agregó que "se está banalizando la política. ¡Quemen la Constitución, total no la respetan. ¡Acá hay una!", dijo, mostrándola en su mano derecha. "Qué me hablan de derechos humanos, si el Poder Ejecutivo no hace nada cuando los menores matan gente en la calle todos los días. ¿Dónde están los discursos sobre derechos humanos? Están dele, dele a esta matraca".
Otra vez asoma el disenso en el FA
Ayer el presidente José Mujica tomó distancia del proyecto sobre la ley de Caducidad votado en el Senado solo con el apoyo de la bancada del Frente Amplio.
"Eso que lo arregle el Parlamento", dijo Mujica durante la presentación de una planta industrial que hace casas de maderas.
El paso del proyecto de imprescriptibilidad de los delitos cometidos durante la dictadura por el Senado, volvió a evidenciar disensos en la bancada del Frente Amplio.
El senador Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista) no participó de la discusión, lo mismo que hizo en el mes de mayo cuando se trató el proyecto que intentó anular la ley de Caducidad. Como en aquel momento, dejó la banca en manos de su suplente Gustavo Guarino, que en ambos casos votó con el resto del oficialismo.
El senador Francisco Gallinal (Unidad Nacional) no dejó pasar este hecho y en su discurso afirmó que en el Frente Amplio hay discrepancias en torno a la ley de Caducidad. Recordó así que Nin Novoa volvió ayer a pedir licencia a su banca para "no tener que votar", y recordó lo que en su momento dijo el exvicepresidente, en cuanto a que el Frente Amplio no deberá salir más a pedir firmas porque "la gente no le va a creer".
A su vez, el senador Carlos Gamou (CAP-L) dijo en sala que votaba por disciplina partidaria porque su sector político está en contra del proyecto de mantienen los delitos de la dictadura.
"No logramos convencer y acatamos", afirmó el senador oficialista.
renuncia. En abril pasado, el líder de la CAP-L, Eleuterio Fernández Huidobro, renunció a su banca por no compartir el proyecto de anulación de la Caducidad que se sometió a consideración del Parlamento.
Quien entonces formaba parte de la bancada de senadores del Frente Amplio, Jorge Saravia, no lo votó. La moción afirmativa recibió en aquel momento 16 adhesiones contra las 15 negativas (todo el Partido Nacional, el Partido Colorado y Saravia).
Fernández Huidobro ingresó ese día a sala, votó y se retiró luego de anunciar su renuncia a la banca.
Saravia se había alejado del Espacio 609 unos días antes. Desde entonces se reintegró a la bancada del Partido Nacional y se volvió un duro crítico de la mayoría de las decisiones del Frente Amplio y del gobierno.