MARCELA DOBAL
Uruguay mantiene un "alto" nivel de desarrollo humano, ubicándose en 2011 entre los tres mejores de la región y en el puesto 48 a nivel mundial, según el índice de Naciones Unidas que cada año refleja la calidad de vida en distintos países.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Uruguay fue de 0,783 este año. Su nivel creció en las últimas décadas, lo que supone una mejora en la vida de su población, y se ubicó por encima de la media de América Latina y el Caribe (0,731) y del promedio mundial (0,682).
De la región, los únicos países con niveles "muy altos" son Chile y Argentina, mientras que Uruguay encabeza la franja de IDH "alto". El país se ubica en esa franja al menos desde 1980.
El Desarrollo Humano analiza más allá que el aumento de los ingresos. "Comprende la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses", según lo define la ONU.
Así, si bien Uruguay tiene un ingreso bruto por habitante de US$ 13.242 similar al de Botswana (US$ 13.049), su IDH es superior al de ese país (0,633). Del mismo modo, otros países con similar IDH a Uruguay tienen ingresos per cápita menores, como es el caso de Cuba (ver tabla). En tanto, Bahamas tiene un IDH similar de 0,764 aunque con un ingreso per cápita muy superior (US$ 23.029).
Además, el índice es ajustado en función de indicadores de desigualdad. En el caso de Uruguay, el valor del índice baja a 0,654, lo que lo hace perder siete posiciones en el ranking, aunque el que menos desigualdad muestra es el de acceso a los servicios de salud.
Para el análisis, las capacidades más importantes a desarrollar son disfrutar de una vida larga y saludable, haber sido educado, acceder a los recursos necesarios para lograr una vida digna y poder participar en la vida de la comunidad. Para cada uno de estos aspectos se elabora un subíndice.
SALUD Y EDUCACIÓN. Uruguay registra un subíndice de 0,899 en salud, superior al de algunos países con "muy alto" desarrollo, como los Emiratos Árabes (0,892), Hungría (0,858), Polonia (0,885) y Argentina (0,882). Este aspecto incluye datos sobre gasto público en salud, mortalidad infantil y expectativa de vida. Asimismo, fue el que más contribuyó al nivel del IDH de Uruguay si se toman todos los indicadores evaluados.
En el subíndice de educación, el nivel de Uruguay es de 0,763, inferior al de su IDH. No obstante, el guarismo se asemeja al de países con un desarrollo humano "muy alto", como Singapur (0,751) y Portugal (0,739). En este caso, se toma en cuenta gasto público en educación, años esperados de escolaridad para niños menores a siete años, años de escolaridad efectivos de adultos mayores a 25 años, tasa de alfabetización de adultos y tasa de matrícula en educación.
INGRESOS. El subíndice de ingresos se ubicó en un nivel aún menor que los demás en Uruguay (0,700). Aquí no hay semejanzas con países de mayor desarrollo humano. La única excepción sería Chile (0,701). Dentro de su propia categoría de nivel "alto", en este aspecto Uruguay puntúa igual a México y similar a Malasia (0,704) y Belarús (0,702). Además del Producto Interno Bruto per cápita, la ONU toma el ingreso nacional bruto para el análisis.
GÉNERO. En el informe, las desigualdades de género son relevadas porque muestran diferentes libertades para participar en la comunidad. En Uruguay, el subíndice es de 0,352, ubicándose en el puesto 62. Se asemeja al de países de "muy alto" desarrollo humano como Chile y Argentina, ya que el promedio para esa franja es de 0,236. Aquí se tiene en cuenta la representatividad parlamentaria, la participación en la fuerza laboral, la población con educación secundaria, la tasa de fertilidad adolescente y la de mortalidad maternal.
SUSTENTABILIDAD. Por otra parte, este año se le dio especial atención al tema, con datos sobre forestación, especies en extinción, efecto invernadero e impacto de desastres naturales. En el índice de desempeño ambiental, Uruguay obtuvo un puntaje de 59,1, mientras que otros países de la región, como Chile, Argentina y Brasil, los niveles eran de 73,3, 61 y 63,4, respectivamente.