LETICIA COSTA DELGADO
Mientras se esperan las vacunas para inmunizar contra la tos convulsa a los grupos considerados de riesgo, que aún no llegan al país, el Hospital Pereira Rossell sigue recibiendo bebés con la enfermedad. Algunos en estado delicado.
En el Hospital Pereira Rossell existe preocupación porque aún no han llegado las vacunas contra la tos convulsa que el Ministerio de Salud Pública anunció llegarían esta semana.
Tras confirmar que diariamente ingresan al centro de salud unos siete niños con un diagnóstico primario de la enfermedad, Álvaro Galiana, pediatra encargado del área de aislamientos infecciosos del hospital, dijo a El País que cuanto más se demore en inmunizar a los grupos de riesgo más se expandirá la enfermedad en la población infantil.
El MSP continúa a la espera de una partida de 50.000 vacunas que serían destinadas a padres, abuelos, hermanos y personas a cargo de niños menores de seis meses, embarazadas en el último trimestre de gestación y personal de guarderías.
Hasta el momento sólo se ha inmunizado al personal en contacto directo con los recién nacidos dentro de los hospitales Pereira Rossell y de Las Piedras.
El MSP aspira a contar con unas 130.000 dosis más (las 50.000 anunciadas más otra partida de 80.000) para poder completar la inmunización.
Galiana dijo que el aumento de los casos durante este año se reflejó en la actividad del hospital y ha demandado una adaptación especial del personal de salud.
"Hubo que adecuarse a la situación", expresó Galiana. "No estábamos acostumbrados a que llegaran niños todos los días por esta enfermedad".
Los bebés que llegan con un cuadro sospechoso son ingresados en áreas individuales, explicó el especialista. Allí permanecen entre dos y tres días hasta que se confirma, o se descarta, la enfermedad. En caso de tener tos convulsa son trasladados con otros niños afectados.
Si presentan algún tipo de riesgo o su situación es delicada, son derivados a cuidados intermedios. Los casos que evolucionan bien vuelven a la sala general y en unos cuatro días pueden ser dados de alta, comunicó el pediatra.
"Todo esto ha generado una circulación constante dentro del hospital", comentó Galiana. quien dijo no tener conocimiento de cuántos niños se encontraban en estado delicado.
"La mayoría anda bien pero el problema es que los que andan mal, andan muy mal", expresó. "Es preocupante porque son niños chicos", agregó. Los casos graves suelen darse en menores de un año.
En octubre al menos tres bebés fallecieron víctimas de la enfermedad. En lo que va del mes no se habrían reportado nuevos fallecimientos, ni en el área pública ni en la privada.
Alicia Fernández, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, dijo tener la percepción de que la enfermedad se estabilizó. "Pero no hay que bajar los brazos", remarcó e insistió en la necesidad de que los grupos de riesgo se vacunen para que los niños no se contagien más.
La tos convulsa es una enfermedad infecciosa respiratoria, aguda, y altamente contagiosa. Se transmite a través de la inhalación de gotitas de secreciones respiratorias expelidas por la tos del enfermo, especialmente en las dos primeras semanas de la enfermedad.
Los casos considerados como sospechosos incluyen síntomas como tos persistente de al menos 14 días de duración que puede acompañarse de vómitos, apnea, cianosis o convulsiones.
Desde 2012 será vacuna obligatoria
A partir de 2012 los adolescentes de 12 años deberán vacunarse obligatoriamente contra la pertussis o tos convulsa. La vacuna pasará a formar parte del esquema de vacunación como forma de prevenir expansiones de la bacteria como la registrada en los últimos meses. La medida forma parte de un plan de prevención definido por el MSP.
Alicia Fernández, presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, destacó la medida porque, según dijo, es "la mejor manera de prepararse" contra la tos convulsa.
Los bebés son protegidos contra la enfermedad a través de la vacuna pentavalente, recibida a los dos, cuatro, seis y 15 meses y luego cada 5 años. Desde 2012 habrá una vacuna especial para reforzar la inmunidad durante la adolescencia.