Darnauchans y John Lennon en un juego visual y conceptual

Muestra. Guillermo Baltar y Víctor Cunha relacionan a los dos músicos

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CARLOS REYES

Una exposición pequeña en dimensiones pero de múltiples y profundos sentidos. "Correspondencia secreta" es un fotomontaje de Guillermo Baltar Prendez, que con curaduría de Víctor Cunha se presenta en La Lupa (Bacacay 1318).

Los cuadros son un tributo al cantautor uruguayo Eduardo Darnauchans, indagando en la relación visual y musical entre él y John Lennon. Esta muestra es también el final de un proyecto emprendido junto al propio `Darno`, y sus orígenes se remontan a la exposición Íconos, que tuvo lugar en el Teatro Solís en 2004, cuando la Junta Departamental le rindió un homenaje al entrañable cantautor.

"Baltar, un amigo de muchísimos años, realizó una serie de montajes sobre el tema Darno, una cosa simbólica, y salió una exposición muy linda, que se expuso en el Solís esa noche. Se trató una cierta relación, entre comillas, que nosotros percibíamos, entre Lennon y Darnauchans, que arrancaba en una cosa simplemente de semblante, que eran algunas fotos de la adolescencia de Eduardo, que claro, el modelo era Lennon: él usaba lentes redondos, el pelo largo, era cantor, la guitarra, toda esa cosa. Y además fue una de las grandes influencias del Darno, más allá que a él siempre se lo referencia a Dylan", explicó Cunha a El País.

Según Cunha, el disparador fue una foto que él mismo le tomó a Darnauchans hace mucho, en la que el músico aparece sentado en un murito, imagen que resultó similar a una famosa foto de Lennon. "Son muy parecidas, como en espejo, y a partir de eso, ellos empezaron a ver (con Eduardo vivo), cuáles eran las canciones de Lennon que más habían influido en Eduardo, o las que más le habían gustado. Entonces Eduardo vio parte de lo trabajado. Ahora yo lo revisé: son 21 imágenes, podrían haber sido más, pero se acotó. Buscamos una especie de correlato de situaciones fotográficas y conceptuales, en esa imaginaria correspondencia secreta", dice.

Cunha señala que ya desde el título de la muestra se plantea una riqueza semántica. Correspondencia son las cartas que se escriben, pero también las cosas que corresponden, en el sentido de agradecer, pero además en el sentido de ser necesarias. Y está el sentido matemático: la correspondencia de dos conjuntos. Y "secreta" también aporta polisemia, dado que la correspondencia es imaginaria, o "suprarreal", como prefiere calificarla el curador, que remite el concepto de "secreto" a la inquisición, pero también al secretario, a la persona de confianza.

"Todos eso forma parte de la cosa: y vaya si en sus diferentes niveles, Lennon y Darnauchans tuvieron que ver con la persecución: uno termina víctima de un loco, y el otro termina víctima de su propia locura. No nos gusta embromar con la locura, pero la locura en Darnauchans (más allá de su situación familiar, que se extiende por generaciones hacia atrás), el detonador embromado de todos sus males fue la persecución judicial y militar durante la dictadura", agrega.

Consultado sobre si cree que la exposición es para una elite, Cunha niega rotundamente. "Creo que hay dos, tres, cuatro niveles, como suele pasar con las cosas que tienen un estándar alto. No hay nadie que no sepa quién es Lennon, pero puede haber alguien que no sepa quién es Darnauchans. Y conociendo por lo menos a una de las dos partes, la muestra propone un artista en espejo con Lennon. Le creerán, no le creerán: pero sin duda van a salir satisfechos del nivel gráfico. Y quienes sí conozcan a Darnauchans, en la simpleza de esas pocas imágenes, encontrarán sus guiñadas. Porque el espíritu de Eduardo está muy respetado: va a encontrar esas guiñadas que a él le gustaba hacer. Esos llamados a la complicidad, y la inteligencia de quien mira".

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