La Conferencia Episcopal aprovechó el tradicional saludo de Navidad para reiterar su rechazo al proyecto de ley que despenaliza el aborto dentro de las 12 semanas de gestación.
Varios obispos hicieron referencia a la polémica iniciativa legislativa, que el martes 20 fue aprobada por la Comisión de Salud del Senado y que mañana será tratada por el plenario de la cámara alta, donde el FA dice tener los votos para aprobarlo. (Ver página A8).
En tal sentido, el obispo de Minas, Jaime Fuentes, pidió que "la luz de Dios llegue a las inteligencias de los legisladores de la República, que tienen la responsabilidad de hacerlo en favor del bien común de los uruguayos, para que no cometan la tragedia de legalizar el crimen del aborto".
Fuentes criticó a las personas que defienden el proyecto en base al "derecho" de la mujer a "desprenderse de un intruso".
"Están decididos a promover la muerte de los más inocentes de entre los inocentes y lo hacen a conciencia", alertó.
El obispo de Minas también contó una experiencia personal que vivió recientemente: "Hace dos semanas, una pobre mujer que está en la cárcel con su hijita de dos años, de la que ni ella sabe quién es el padre, me decía llena de orgullo: `¡Por mi hija soy capaz de dar mi vida!`".
El obispo de Salto, Pablo Galimberti, también realizó un fuerte alegato contra el proyecto que flexibiliza la normativa legal en torno al aborto.
"Cuánto desearíamos que la luz de la Nochebuena trajera certezas a los legisladores para que no duden en defender la vida humana desde la concepción", dijo Galimberti.
"Salvo que sea en defensa propia, matar es una violencia que no debería quedar impune. Asombra que algunos integrantes de la Comisión de Salud del Senado argumenten a favor de `permitir` matar vidas humanas hasta la semana duodécima", agregó el obispo de Salto.
Galimberti, quien presidió la Conferencia Episcopal entre 2004 y 2006, advirtió que "cuando prevalecen los totalitarismos ideológicos, la vida humana vale poco o nada, la ciencia no sirve y las declaraciones y convenciones de derechos son letra muerta".
Galimberti comparó la situación con la decisión del rey Herodes que, según el relato bíblico, cuando se enteró del nacimiento del niño Jesús, "ordenó matar a todos los niños de dos años para abajo en Belén y alrededores".
Mientras tanto, el obispo de Mercedes y presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Carlos María Collazzi, sostuvo que la vida es un "valor que hay que cuidarlo, protegerlo, defenderlo, porque está expuesto a lo irracional y a la sequía por falta de vivencias profundas que afectan a la naturaleza humana".
Collazzi también analizó la temática desde otra perspectiva, y observó que según datos del Censo 2011, en los departamentos de Soriano y Colonia la población disminuyó en 8.284 personas en siete años.
"¡Nuestra tierra está más despoblada! ¡El banquete de la vida tiene menos comensales!", dijo Collazzi en un video de saludo navideño divulgado en la página web de la Conferencia Episcopal junto a los mensajes de los demás obispos.
Por su lado, el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, consideró que en la actualidad se vive un "tiempo propicio para promover todas aquellas iniciativas que favorecen el crecimiento y el desarrollo de la vida familiar".
Asimismo, el arzobispo de Montevideo llamó a revitalizar la función de "los grupos de matrimonios, el diálogo entre padres e hijos, la integración de distintas generaciones en comunidades que meditan la Palabra de Dios y la anuncian".
Galimberti: Pidió que legisladores "no duden en defender la vida desde la concepción".