CARLOS BESÚN
Los plásticos Manuel Larravide y José Pedro Montero Bustamante en los siglos XIX y XX y Julio S. Morando y otros siguieron a estos maestros en el siglo XXI.
Dedicados especialistas que sintieron hondamente la fascinación por el estuario en toda su dimensión: la jerarquización del género de la marina, siempre ocupa un lugar de privilegio en todas las colecciones
Manuel Larravide. Una figura de excepción; el pintor marinista más representativo del género en el ambiente plástico rioplatense, quien había de convertirse después en la orden del tiempo y de merecimientos en el primer pintor de marinas nacional. Como consta en su certificado de nacimiento, Manuel Francisco Larravide había nacido en la ciudad de Montevideo un 22 de octubre de 1871 hijo de otro Manuel Larravide y de Pascuala Camuso.
Desde muy joven demostró gran atracción y pasión por la pintura y el mar, donde recibió las enseñanzas del ingeniero Carlos Honoré, quien le enseñó, concurriendo además por corto plazo al estudio del inmortal pintor de la patria, Juan Manuel Blanes.
Inspirado y atraído por los paisajes donde impera el mar en toda su dimensión, encontrando un guía en otro gran marinista de origen italiano, Eduardo De Martino, cuya influencia se nota en el caudal de producciones, conociendo los múltiples aspectos cromáticos del estuario desde donde supo dibujar con una admirable perfección toda clase de navíos. En 1897 se traslada a Buenos Aires graduándose como guardiamarina; navegó con las fuerzas argentinas por los mares del Sur, tomando apuntes que luego recogería en una buena cantidad de dibujos, óleos y acuarelas, hasta la fecha de su fallecimiento en Montevideo el 22 de mayo de 1910.
José Pedro Montero Bustamante. Pintor nacido en Montevideo, el 7 de octubre de 1875. No se tienen noticias de sus maestros, apareciendo como un autodidacta quien dejó una extensa producción artística del género. Muy amigo y compañero de taller del uruguayo Pedro Blanes Viale, quien recogió para el futuro de un hermoso óleo de cuerpo entero, la bohemia figura del artista. Hizo ilustraciones en la Revista Montevideo que se editaba en el 1902, junto a otros pintores de renombre. Ejerció crítica de arte en el diario "La Razón". Fue además compositor y crítico musical y teatral. Bien dotado para el difícil manejo de los pinceles, dejó una serie de obras iconográficas muy interesantes, garantía del éxito artístico que le acompañara, donde el mar fue en muchas de ellas el principal protagonista.
Realizó muchas muestras y exposiciones de sus obras, tanto en nuestro país, como en Buenos Aires. Realizó numerosas exposiciones en la ciudad de ambos países que merecieron cálidos elogios. Falleció en nuestra ciudad el 18 de junio de 1927. El género de la marina en nuestro país se jerarquiza también con otras figuras como Carlos Grethe, Alberto Castellanos, Roberto Castellanos, Antonio Curci, Domingo Puig y Sauret y el gran maestro de origen italiano Eduardo de Martino, quien también completó sus estudios con Juan M. Blanes, en apuntes y dibujos de los puertos de Buenos Aires y de Montevideo, como óleos de barcos de vela y todo tipo de embarcaciones, siempre evocando el estuario. Hoy el gran legado que dejaran estos genios de la pintura, engalaan museos, colecciones particulares y también en las convocatorias de las casas de subastas de nuestro medio.
Julio S Morando. El destacado plástico uruguayo ha tenido desde hace años un interesante curriculum y una distinguida carrera con principales premios y exposiciones en distintas ciudades, principalmente en los distintos estados de Brasil, donde reside, además de ser un eminente médico especializado las áreas de psiquiatría, psicoterapia y arteterapia.
Para aquellos que visiten la galería de Zira Guichón emplazada en la Parada 1 Edificio El Torreón, será una excelente oportunidad para aproximarse al mundo de este artista en un espacio encantador en el que el contacto de sus obras dedicadas especialmente al mar en toda su dimensión. El plástico maneja con gran maestría su paleta cargada de excelentes colores siempre mostrando la placidez y el remanso de las aguas, con los distintos matices que nos ofrece el paisaje marino, combinando con otros elementos en un bálsamo difícil de igualar en este género que transita en todos las manifestaciones de arte que presenta. Hoy Morando sigue adelante el mensaje que dejaran otros grandes marinistas, con una forma de manifestar visualmente la manera de percibir la energía sagrada del mar.