Desaparecer, fugarse o quedarse a vivir en un hospital sin control

Clínicas. La falta de normas provoca que los pacientes salgan sin autorización o aparezcan muertos en los patios Hay un robo por semana Enfermeros responsabilizan a la Universidad

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El Hospital de Clínicas parece funcionar como un hotel. Los pacientes entran y salen cuando quieren. Si demoran, a lo sumo, pierden su cama. La falta de normas provoca que se registren robos o que un paciente aparezca muerto en un patio.

En la sala tres del piso 12 del centro asistencial un hombre anuncia que baja al almacén y pregunta si alguien necesita algo. Algunas de las 18 personas, entre enfermos y acompañantes, hacen su pedido. El hombre no es un cadete, es un paciente, que al igual que el resto debería estar en la cama.

Como él, son varios los que salen a hacer compras, a dar una vuelta o simplemente deambulan por el centro. Médicos, enfermeros, seguridad y directores saben que los enfermos salen y entran pero no hacen nada para impedirlo. Dicen que no hay normas que indiquen qué está permitido y qué no, advierten que falta seguridad y que si se interponen vivirían "discutiendo".

"Hay gente que está sola y si no baja a comprar un jabón no tiene cómo bañarse. Hay otros que se van porque sí", comenta a El País un enfermero y afirma que él no puede poner límites porque "se comería más de una piña". Señalando a un hombre que aparece por un largo pasillo con una sonda, agrega: "Ves... yo no se de dónde viene él, si salió hace mucho rato o no", grafica.

Una funcionaria que estuvo tres años trabajando en vigilancia indica que hay muchos drogodependientes y gente en situación de calle que si se les prohíben salir "se arma lío".

Por la falta de control que existe, no sorprendió dentro del hospital el caso del paciente oncológico que fue encontrado muerto en un patio interno. El hombre se fue de su sala el 9 de enero. Nadie lo buscó. Simplemente pasaron las horas y como no volvió se labró un acta y se reasignó su cama.

El hombre fue encontrado muerto dos días después. Estaba acostado en el suelo de un pequeño patio con las piernas cruzadas, las manos en el pecho y los ojos abiertos. A un costado tenía una placa y un papel de oncología. Como no tenía heridas se estima que llegó allí por sus propios medios, pero no está claro cómo.

La dirección del hospital inició una investigación interna y, consultada por El País, declinó hacer comentarios del caso.

El dirigente de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC), Alfredo Alemán, afirma que además de la responsabilidad que pueda haber por "algún error o descuido" hay una responsabilidad del Poder Ejecutivo y de la Universidad. "Ellos fueron alertados de las carencias y no hicieron nada. Esto es consecuencia de estas carencias, por lo tanto son responsables", aseguró.

En 2006 ocurrió un caso similar. Un paciente que había sido dado como desaparecido apareció muerto en el fondo de un elevador del servicio de higiene diez días después.

El sindicalista dijo que hay muchas muertes que no son noticia y que ocurren, en parte, porque no tienen una atención "oportuna".

El ingreso de gente sin ningún tipo de control también es constante. En julio de 2011, un hombre en situación de calle comentó a El País que todas las mañanas se bañaba en el Clínicas y que en muchas ocasiones hasta dormía allí.

Además, esta semana entró un hombre cortándose los brazos con un vidrio. "En una de esas va a pasar una desgracia", dice Alemán.

VIVIR EN UN HOSPITAL. Los pacientes que automantienen su enfermedad para tener una cama donde dormir y compañía, también son casos frecuentes en el Clínicas. "Hay gente que se quiere quedar porque no tiene una familia, entonces acá se siente cómodo y bien atendido. Para ello llegan a no tomar la medicación", indica un trabajador del piso nueve.

Uno de los paciente en esa situación que más recuerdan es Chucky (apodado así por su complexión física y ojos verdes) que estuvo tres años internado. El motivo que lo mantuvo allí tanto tiempo no fue la afección por la que entró, sino la ausencia de familia, casa e ingresos.

"Se le ayudó a hacer todos los trámites para la jubilación, era marino mercante. Cuando le salió y con eso podía pagar una casa de salud se le dio el alta", relató Alemán que en ese entonces formaba parte del piso nueve. Ese paciente llegó a ser "uno más". "Aunque solía estar de malhumor y te perseguía para pedirte cosas, cuando se fue lo extrañamos", reconoce.

Ni los pacientes ni los trabajadores están tranquilos porque afirman que una vez por semana se registra un hurto. A un enfermero le rompieron el locker y le robaron todas sus cosas. También a varios enfermos les han hurtado celulares, plata o las pocas pertenencias que tienen. "Son cosas que indignan porque acá son todos humildes, entonces si le robás un celular se queda sin hablar con la familia. Es lamentable que estés enfermo, te duermas y te roben lo poquito que tienes", afirma el sindicalista.

ALTA TRANSITORIA. Los pacientes que están mucho tiempo suelen hacer uso del sistema de altas transitorias. En este caso se cumple con un protocolo. El paciente informa al médico, este firma el alta y puede ausentarse por 48 horas, tiempo durante el cual se le guarda la cama.

Este sistema debería ser excepcional. Sin embargo, afirman que se transformó en una costumbre. "Sábado y domingo, para aliviar el trabajo de enfermería, que no tiene la cantidad de gente adecuada, se les da el alta transitoria a aquellos pacientes cuya salud no está en riesgo", relató un trabajador.

El promedio de días de internación que tienen los pacientes en el Clínicas es de 17 días. A pesar de que el centro es universitario y que mucha gente queda a estudio, la cifra es un "disparate", afirman.

Los enfermos del interior suele "aumentar" el promedio. Una chica con una enfermedad terminal de Rivera, estuvo nueve meses. Nunca la fue a visitar nadie porque tenía una familia muy humilde. "Le tomamos tanto cariño que le dimos la televisión de los funcionarios para que pudiera distraerse. El marido y los hijos no pudieron venir nunca pero llamaban todos los días. La traíamos en silla de ruedas a la enfermería y hablaba horas. Pero murió ahí, solita, como otros tantos", dice con pena una licenciada.

Las cifras

375

Son las camas que hay en el centro asistencial. En general están todas ocupadas. Trece son de CTI y 23 de cuidados intermedios.

2.300

Es el personal no docente que trabaja en el Hospital de Clínicas; por turno en cada piso hay tres enfermeros para 36 pacientes.

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