Tragedia y descontrol en La Pedrera

Carnaval de La Pedrera. Un adolescente muerto y otro grave luego de ser atropellados por un conductor ebrio, varios heridos y alcohol a granel Los residentes acusan al alcalde y protestaron

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La tragedia de un adolescente muerto en La Pedrera -atropellado por un joven que conducía ebrio- y el clima de "desbunde" que prologó el tradicional festejo de Carnaval generó la reacción de lugareños. Este, tal vez, sea el último carnaval del lugar.

"Recomendamos a las familias no asistir a este evento. Consideramos que la familia debe preservarse y no integrarse en este tipo de festejo, que ahora es para otro público. Si bien esperamos no pase nada nos preocupa profundamente la situación", decía ayer a la tarde la máxima autoridad en seguridad del departamento, el jefe de Policía de Rocha, Óscar Miraballes, sobre el festejo de Carnaval en el balneario La Pedrera.

El descontrol y la sensación de desborde ayer pareció sobrepasar los límites de otros años, al punto que varios vecinos y comerciantes cortaron la entrada al balneario con quema de cubiertas, en protesta por la falta de control, al tiempo que el alcalde de La Paloma, Alcides Perdomo, exhortó a que "no venga más gente", ya que el ambiente estaba "complicado".

"Ha cambiado mucho el tipo de gente que viene al Carnaval. El ambiente está muy complicado", afirmó a El País el alcalde. Estos mismos conceptos eran reforzados ayer por el jefe de Policía, que llegó a recomendar al intendente Artigas Barrios que este sea el último evento en el balneario.

"Personalmente, desde el punto de vista de la seguridad, vamos a recomendarle al señor intendente y a las autoridades locales que estas actividades carnavalescas no se reiteren", precisó el jefe de Policía a los medios de prensa.

Para reforzar la seguridad, la Jefatura de Policía envió un contingente de 150 efectivos policiales. Sin embargo, por momentos la comisaría de la zona se vio alterada por varios hechos de vandalismo, según consignaron al menos dos noticieros televisivos. Entre ellos, un grupo de jóvenes intentaron copar la sede policial para "ir en busca" de uno de sus compañeros que había sido arrestado horas antes. Una joven resultó herida con un "martillazo" en la cabeza, y otro joven cayó de un balcón en un segundo piso.

Sin embargo, la tragedia mayor se registró ayer a la mañana, cuando el adolescente Iván Gajduk Villos (17) murió tras ser embestido por una camioneta al borde de la ruta 10, en las cercanías de La Pedrera, mientras iba rumbo a la parada de ómnibus con su compañero, Ignacio Palermo (17) que también fue alcanzado por la camioneta, y ahora permanece internado en estado reservado como consecuencia de haber sufrido diversas fracturas.

De acuerdo a lo informado, el conductor de la camioneta, de iniciales H.M.M. (23), y su acompañante de 18 años no detuvieron su marcha después de atropellar a los jóvenes y fueron detenidos, horas más tarde, en un conocido camping de la zona. El conductor del vehículo fue procesado con prisión por homicidio culposo y delito de omisión de asistencia, mientras su acompañante terminó procesada sin prisión.

Este incidente marcó el inicio del tradicional carnaval, que durante el resto de la jornada tuvo como protagonista al descontrol de los jóvenes (en muchos casos alcoholizados y drogados) y al miedo y temor de comerciantes y vecinos, muchos de ellos organizadores espontáneos del evento, que veían, según ellos mismos describieron, "cómo todo se iba de las manos". Como medida de protesta por la falta de seguridad, muchos vecinos se congregaron en la tarde a la entrada del balneario con pancartas diversas. "Violencia, robos y muertes, autoridades ausentes", decía una de ellas, mientras de fondo se quemaban cubiertas.

En la calle principal, los comercios establecidos procedieron a cerrar sus locales por temor a sufrir algún daño.

En los alrededores, con disfraces y caras pintadas, muchos jóvenes parecían estar ajenos a la situación que se vivía e intentaban darle color a una fiesta que desde el arranque comenzó siendo una tragedia.

"Esto no es lo que era. Se nos fue de las manos. No pudimos ni supimos controlar la cantidad ni la calidad de la gente que llega al balneario", decía ayer resignado un comerciante.

"Tenía uno en el baño"

Varias son las historias de vecinos y comerciantes que, con sor presa e indignación, contaron a El País los lamentables hechos que se registraron ayer en el balneario La Pedrera, previo al carnaval. "Antes contábamos anécdotas de los disfraces y el buen ambiente que se vivía acá, en familia. Ahora, ¿qué te puedo contar? La gente que orina y defeca frente a las casas, sin respeto ninguno, que se tira a dormir en los jardines de las casas, borrachos, o las bandas que se emborrachan y se pelean en cada esquina. Es lamentable", dijo un vecino a El País. Otro lugareño contó que en el tiempo que se dirigió al fondo de su casa y entró tenía a un joven, ebrio, en el baño de su casa, mirándose al espejo, ya sin la remera, ni los zapatos. "Así como lo vi lo saqué a patadas", resumió el vecino.

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