Chinos en el arte

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Hay que estar atento a todo lo que pasa en China. A nivel político se está cocinando el relevo del poder, que tendrá lugar dentro de seis meses en el 18º Congreso del Partido Comunista. El crecimiento de la economía sigue siendo encabritado en ese gigante, que ya tiene la mayor represa del mundo y hace un año desplazó a Japón como la segunda potencia mundial. A escala cultural las cosas también cambian velozmente, los artistas chinos van conquistando espacios en las bienales y el mercado sirve para acompañar ese desarrollo. Porque la subasta de los mejores diamantes y de los vinos más caros ya no se realiza en Londres ni en Nueva York, sino en Hong Kong y por cuenta de las grandes casas de remate británicas.

Algo similar está ocurriendo con el comercio del arte y las antigüedades, un rubro que mueve 46.000 millones de dólares al año y donde los compradores chinos representaron el 30% de las operaciones en 2011. Para tener una idea comparativa, Latinoamérica representa un 1% de ese mercado, mientras la demanda china sigue creciendo, especialmente en viejos objetos de arte oriental. Se sabe que China acaba de superar a Estados Unidos como líder mundial del mercado de arte y antigüedades, avance que pudo observarse en estos días en la ciudad holandesa de Maastricht, donde se inauguró la 25ª edición de la feria europea de arte Tefaf (The European Fine Art Fair), el acontecimiento mundial más prestigioso de su categoría.

A la Tefaf han asistido más de cien coleccionistas chinos con ilimitada capacidad de compra, una avalancha que con cierta perspectiva histórica puede verse como la revancha por los saqueos y apropiaciones que sufrió China hasta el siglo XX frente a las potencias europeas, el fruto de lo cual puede verse hoy en el Museo Guimet de París o en el Victoria & Albert de Londres. Pero la dirección del viento cambió y la ráfaga que sopla del lejano oriente se siente en Maastricht.

Para apreciar el calibre de esa feria, debe saberse que allí se ofrece desde pintura y escultura de maestros hasta antigüedades con 4.000 años de historia, además de mapas, libros y manuscritos a cargo de 265 expositores de 19 países, incluida la uruguaya Galería Sur. Cabe precisar que están en venta piezas extraordinarias como una pintura de Rubens (en 3,5 millones de dólares), una escultura de Henry Moore (35 millones), un tintero de plata del siglo XVI (5 millones), una máscara olmeca de jade (2 millones), junto a dibujos de Andy Warhol o pintura de Torres García. 70.000 personas llegarán este año a Maastricht para ver la feria, sobre la cual abre fauces (y bolsillo) el dragón chino.

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